Un riesgo y un acierto

El cine espa?ol, en cierta forma, es el de sus actores secundarios. Al cabo de los a?os suelen sorprender sus interpretaciones de personajes te¨®ricamente poco brillantes, pero que ellos han sabido calar en profundidad. En el caso de Mercedes Sampietro, protagonista de Gary Cooper que est¨¢s en los cielos, pero modesta actriz de doblaje durante los cuatro a?os anteriores. Aunque haya prestado su voz a la Jill Claibourg de La Luna o la Dianne Keaton de las pel¨ªculas de Woody Allen, la actriz desaparec¨ªa siempre en las sombras de la sala de doblaje. Es cierto que los premios de revistas especializadas o de centros culturales -¨²nicos que el cine espa?ol se da a s¨ª mismo- el nombre de Mercedes Sampietro ha figurado en toda esta temporada. Ha sido una sorpresa. Porque, l¨®gicamente, no puede record¨¢rsela por su breve intervenci¨®n en El crimen de Cuenca y, l¨®gicamente, tampoco se la puede conocer por sus trabajos en televisi¨®n, tan poco populares.A Pilar Mir¨®, directora de Gary Cooper que est¨¢s en los cielos, le han solido interesar los actores te¨®ricamente poco espectaculares. En La petici¨®n, su primera pel¨ªcula, ya cont¨® con ellos (Ana Bel¨¦n es siempre caso aparte), aunque los propietarios del cine espa?ol pensaran que no eran nombres comerciales. En El crimen de Cuenca tambi¨¦n form¨® el nudo de su reparto con actores poco conocidos. En Gary Cooper..., descubri¨® el talento de Mercedes Sampietro. Fue todo un riesgo, en el que acert¨®.

?Creo que me est¨¢ imitando a m¨ª misma?, dec¨ªa la directora durante el rodaje. L¨®gico era que Mercedes Sampietro observara con detenimiento a la autora del gui¨®n, directora de la pel¨ªcula, que, de alguna manera, traduc¨ªa a im¨¢genes emociones que le eran propias: ?A veces me sorprende su mirada. Es un va mpiro?, conclu¨ªa Pilar Mir¨® en comentarios amistosos.

Ser¨¢ probable, sin embargo, que, a pesar del premio del Festival de Mosc¨², de la expectaci¨®n despertada en el Festival de Cannes, del ¨¦xito de p¨²blico que ha obtenido en Espa?a, Mercedes Sampietro no sea demandada con entusiasmo por los productores al uso.