Los Reyes de Espa?a suspenden su asistencia a la boda real brit¨¢nica

Viene de primera p¨¢ginaAnte estos hechos, el ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca. habl¨® ayer telef¨®nicamente con su hom¨®logo brit¨¢nico, lord Carrington, quien se encuentra en Ottawa, y le present¨® una protesta oficial del Gobierno espa?ol. Otro tanto hizo el embajador de Espa?a en Londres, quien, tambi¨¦n, se encarg¨® de informar al palacio real brit¨¢nico de la suspensi¨®n del viaje de los Reyes de Espa?a a Londres, y del hecho de que no habr¨¢ ning¨²n miembro de la familia real espa?ola en la boda del pr¨ªncipe Carlos. Por el momento s¨®lo se mantiene la presencia del propio embajador, Fernando Arias Salgado, como representante de Espa?a en la ceremonia. Por cierto, el embajador de Espa?a asisti¨® ayer en Buckingham a una recepci¨®n oficial de la familia real brit¨¢nica.

Decisi¨®n torpe o intencionada

En medios oficiales espa?oles no se descarta que la decisi¨®n de incluir Gibraltar en el itinerario de los pr¨ªncipes fuera un acto pol¨ªtico intencionado, una vez que se supo en Londres la preocupaci¨®n que esta iniciativa iba a causar en Madrid. En un principio, en los medios oficiales espa?oles, se calific¨® de torpeza la utilizaci¨®n del aeropuerto y del puerto de Gibraltar como primera escala del viaje de bodas de los pr¨ªncipes, pero, ante la confirmaci¨®n de este itinerario, en Madrid se consider¨® como intencionada la visita al pe?¨®n.

Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores calific¨® ayer la visita del pr¨ªncipe Carlos y ladi Diana como ?inoportuna y gratuita? y otras fuentes del mismo Ministerio se?alaban que este gesto provocar¨¢ un nuevo bache en las relaciones hispanobrit¨¢nicas. Asimismo, en fuentes pr¨®ximas al Ministerio de Asuntos Exteriores se confirm¨® que el Gobierno espa?ol hab¨ªa ofrecido al pr¨ªncipe Carlos y a ladi Diana la posibilidad de embarcar en el yate Britannia en cualquier puerto espa?ol de la costa mediterr¨¢nea, Almer¨ªa o M¨¢laga, y de aterrizar en tierra espa?ola para evitar el incidente. Estas ofertas hispanas no fueron consideradas por parte de la familia real brit¨¢nica, que decidi¨® mantener la escala gibraltare?a.

M¨¢ximo relieve en la BBC

La BBC abri¨® anoche sus noticiarios de radio y televisi¨®n con la noticia de la suspensi¨®n de la asistencia de los Reyes de Espa?a al enlace matrimonial del pr¨ªncipe Carlos y ladi Diana, informa nuestro corresponsal en Londres, Andr¨¦s Ortega.Por su parte, el portavoz oficial del palacio real de Londres declin¨® hacer cualquier comentario en torno a la decisi¨®n espa?ola, tras el anuncio oficial de que los Reyes de Espa?a no asistir¨¢n a la boda.

Por otra parte, se piensa que este incidente, que afectar¨¢ a las relaciones de las familias reales de ambos pa¨ªses, puede poner en tela de juicio el llamado acuerdo hispano-brit¨¢nico de Lisboa sobre Gibraltar, que, por cierto, permanece bloqueado desde su establecimiento en abril de 1980, fecha en la que el jefe de la diplomacia brit¨¢nica, lord Carrington, y el entonces ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, decidieron iniciar negociaciones oficiales sobre el futuro de la Roca.

Estas negociaciones, que permanecen bloqueadas, no arrancaron porque la parte brit¨¢nica exig¨ªa de Espa?a la previa apertura de la verja de Gibraltar, mientras que Madrid ped¨ªa abrir la frontera gibraltare?a y la garant¨ªa de que los espa?oles que quisieran visitar el Pe?¨®n podr¨ªan disfrutar de los derechos de residencia que hoy tiene cualquier ciudadano de las Comunidades Europeas. Para Madrid, apertura de la verja y la concesi¨®n de ventajas de residencia deb¨ªan ser acciones simult¨¢neas ejecutadas a la par por ambos Gobiernos, mientras que el Reino Unido exige la apertura de la verja y luego la negociaci¨®n de todas las cuestiones pendientes.

A principios del presente mes de julio, lord Carrington y P¨¦rez Llorca se entrevistaron en Bruselas con motivo de la sesi¨®n ministerial negociadora Espa?a-CEE y mantuvieron, de nuevo. una conversaci¨®n sobre Gibraltar en busca de una salida al conflicto, que ahora, con esta visita real, aparece a¨²n m¨¢s comprometida y dif¨ªcil.