El embalsamamiento de cad¨¢veres, una antigua costumbre que comienza a ser frecuente en Espa?a
Desde el principio de los tiempos se han tenido noticias del embalsamamiento de los muertos y de otras pr¨¢cticas funerarias, aunque todav¨ªa no se sepa con seguridad cu¨¢l fue el origen de ellas.El culto a los muertos ha sido una caracter¨ªstica general en la mayor¨ªa de las culturas orientales y, posteriormente, desplazada a Occidente.
El embalsamamiento ha sido realizado en Espa?a durante largo tiempo, pero, generalmente, a personas extranjeras que deb¨ªan ser trasladadas a sus lugares de origen, motivo por el cual se les practicaba una operaci¨®n, tal como se?ala la ley, mientras los propios espa?oles eran un poco reacios a utilizar estas t¨¦cnicas. Poco a poco, los ritos funerarios fueron extendi¨¦ndose y practic¨¢ndose las t¨¦cnicas de embalsamamiento a las autoridades y a importantes personajes que despu¨¦s de muertos eran expuestos al p¨²blico. Por este motivo, y tras una vuelta a la preocupaci¨®n por tratar de conservar los cad¨¢veres de nuestros familiares incorruptos, estas t¨¦cnicas est¨¢n cobrando mayor auge en estos ¨²ltimos a?os. En el mismo Madrid, muchas familias, por motivos religiosos, est¨¢n comenzando a embalsamar a sus muertos.
En Espa?a, estas operaciones son realizadas por m¨¦dicos adscritos a las delegaciones territoriales del Ministerio de Sanidad, ¨®rgano que detenta la autoridad sobre este tema. En Madrid, el equipo est¨¢ compuesto por cerca de treinta tanat¨®logos, t¨¦rmino con el que se denomina a este tipo de m¨¦dicos, quienes, en su mayor¨ªa, son forenses. El doctor Haro Esp¨ªn, secretario general del Instituto Anat¨®mico Forense de Madrid y m¨¦dico con larga experiencia en estos temas, tras 32 a?os de trabajo en el citado instituto, manifestaba a este peri¨®dico que ?actualmente est¨¢n siendo realizados multitud de embalsamamientos debido, especialmente, a que las personas que mueren fuera de su naci¨®n necesitan este requisito para poder ser trasladadas por v¨ªa mar¨ªtima o a¨¦rea a sus lugares de procedencia, mientras el ciudadano espa?ol, que no ha sido muy partidario de utilizar este sistema de enterramiento, ahora lo viene utilizando con m¨¢s asiduidad, seg¨²n demuestran las estad¨ªsticas y las operaciones que nosotros venimos realizando?.
?Por lo general?, prosegu¨ªa el doctor Esp¨ªn, que viaja anualmente a Estados Unidos para investigar este tipo de temas con otros colegas, ?el ¨ªndice es inferior al de otras naciones, aunque aumenta notableinente?. En Estados Unidos, el embalsamamiento es muy corriente, casi general, aunque, en muchos casos, m¨¢s que una operaci¨®n de este tipo en toda regla suele ser una conservaci¨®n del cad¨¢ver.
Los motivos que suelen llevar a los ciudadanos a elegir estas pr¨¢cticas son muy variados. Pueden ir desde un simple esnobismo a una tradici¨®n familiar, t¨ªpica de ¨¦pocas anteriores, o por causas religiosas, que a¨²n se mantienen muy r¨ªgidas, generalmente, en las clases altas.
La ley establece como condiciones obligatorias de embalsamamientos los casos en que la inhumaci¨®n no pueda realizarse en el plazo de 48 horas a partir del ¨®bito, por enterramientos en criptas-panteones, en personalidades que despu¨¦s son expuestas al p¨²blico y en los casos de s¨²bditos extranjeros que deben ser trasladados a sus lugares de origen. Por otro lado, esta operaci¨®n no est¨¢ autorizada cuando el fallecido atravesaba, en el momento de su muerte, una enfermedad com¨²n o padec¨ªa enfermedades infecto-contagiosas. Tambi¨¦n se puede denegar el embalsamamiento en los casos de putrefacci¨®n gaseosa del cad¨¢ver o por la imposibilidad t¨¦cnica de realizar tal operaci¨®n.
Evita Per¨®n, un trabajo perfecto
El doctor Haro Esp¨ªn, que cuenta en su larga experiencia en estos temas el haber embalsamado, entre otros, a Bing Crosby, Tyrone Power y al general Francisco Franco, junto con otros tres forenses, mantiene una estrecha colaboraci¨®n con los prestigiosos tanat¨®logos de otros pa¨ªses, con quienes colabora en muchas ocasiones. Comentaba, por ejemplo, aunque ¨¦l no es de las personas a las que les gusta recordar los tiempos pasados, que en el cuerpo del general Franco se practic¨®, m¨¢s que un embalsamamiento, una conservaci¨®n del cad¨¢ver, operaci¨®n que dur¨® alrededor de seis horas.?Fue un trabajo muy r¨¢pido, pero no ten¨ªamos otra soluci¨®n. Al cad¨¢ver de Waldo de los R¨ªos, sin embargo le fue practicada una completa cirug¨ªa est¨¦tica. Ten¨ªa el rostro destrozado a consecuencia del disparo que ¨¦l mismo se hab¨ªa proyectado desde debajo de la barbilla. El cad¨¢ver, previamente autopsiado y arreglado, fue embalsamado. Fue un buen trabajo?.De todas formas, aunque el reservado doctor Esp¨ªn se niega a comentar muchos otros casos que ¨¦l piensa que est¨¢n olvidados, recuerda c¨®mo uno de los mejores trabajos realizados fue el embalsamiento del cad¨¢ver de Evita Duarte de Per¨®n. En muchos casos unos colegas son avisados por otros para realizar estas operaciones. ?Es muy corriente?, comentaba Esp¨ªn ?y generalmente estamos en contacto, por lo que conocemos exactamente, por ejemplo, c¨®mo se le practic¨® la operaci¨®n a Mao Zedong o a Stalin, y en muchos casos nos desplazamos al lugar del hecho para colaborar con otros amigos especialistas?.
Eva Duarte, hija de emigrantes espa?oles, presentaba una cara afilada y p¨®mulos marcados, producto, probablemente, de la enfermedad mortal que padeci¨®. Evita muri¨® joven y en pleno carisma. All¨ª qued¨® el mito aureolado por el dolor y la enfermedad. El mito fue embalsamado minuciosamente por el m¨¦dico espa?ol Pedro Ara. La cara blanca y limpia y el pelo recogido en la nuca por una trenza fue la ¨²ltima imagen de Evita. Despu¨¦s ocurri¨® de todo. Ya muerta, el mito sigui¨® en pie y se barajaron mil rumores sobre que su cad¨¢ver hab¨ªa sido robado por los enemigos del peronismo o por los propios peronistas, hasta que un d¨ªa apareci¨® en una casa de Puerta de Hierro, propiedad de Juan Domingo Per¨®n, en perfecto estado de conservaci¨®n.
?El trabajo realizado en ese cad¨¢ver fue perfecto?, comentaba Esp¨ªn. ?No pudo mejorarse. Todo hab¨ªa sido hecho con una precisi¨®n y una suavidad inigualables?. Despu¨¦s siguieron los rumores sobre si L¨®pez Rega, secretario particular de Per¨®n, era espiritista y hab¨ªa utilizado el cad¨¢ver de Evita en algunas de esas sesiones. Hubo de todo.
Unas t¨¦cnicas muy laboriosas
Hoy, d¨ªa, las t¨¦cnicas de embalsamamiento han variado considerablemente y ya no se realizan aquellos laboriosos trabajos egipcios de sesenta d¨ªas de duraci¨®n: embalsamamientos fara¨®nicos, como los denomina Esp¨ªn, pero s¨ª se hacen muy buenos trabajos, aunque en otros casos ¨²nicamente se realice una conservaci¨®n temporal del cad¨¢ver.La labor consiste generalmente en vaciar al cad¨¢ver, previamente autopsiado, de las v¨ªsceras de todo el cuerpo, as¨ª como la cavidad craneal. La operaci¨®n suele durar unos dos d¨ªas, normalmente, y puede costar de 30.000 a 40.000 pesetas, aunque depende de las condiciones en que se encuentre el cuerpo y del tipo de trabajo que se realice. En Europa, el coste de un embalsamamiento puede ser de alrededor de 60.000 pesetas, aunque no hay unas tarifas prefijadas.
La t¨¦cnica, aunque pueda variar seg¨²n las preferencias de los expertos, consiste b¨¢sicamente en vaciar el cuerpo de todas sus v¨ªsceras e inyectar en las venas y arterias ciertos l¨ªquidos, b¨¢sicamente formol, que mantienen conservado el cad¨¢ver durante largo tiempo. Estas disoluciones tambi¨¦n son inyectadas en la cavidad tor¨¢cica, en el abdomen y en las cavidades pleurales. La labor termina taponando con algod¨®n y hexametilentetramina las cavidades bucal, nasal, rectal y vaginal en su caso. Despu¨¦s, el cuerpo es impregnado con una soluci¨®n compuesta de timol, mentol y espliego.
La limpieza de venas y arterias es importante y los ojos son recubiertos con un determinado tipo de pl¨¢stico para que no se hundan y no se deterioren.
La civilizaci¨®n egipcia fue la primera conocida que utiliz¨® estas pr¨¢cticas de embalsamamiento, tradici¨®n que fue seguida por otros pueblos durante mucho tiempo. En aquella civilizaci¨®n, el escriba era el que dirig¨ªa toda la operaci¨®n, ya que los m¨¦dicos no estaban autorizados a realizar estos actos. El escriba indicaba los lugares por donde se deb¨ªa realizar la incisi¨®n. Con soluciones salinas, dejaban los cuerpos completamente limpios que despu¨¦s eran sumergidos en recipientes con resinas, aceites perfumados, hierbas arom¨¢ticas y deb¨ªan permanecer all¨ª alrededor de cuarenta d¨ªas. Tras esta operaci¨®n, eran embadurnados con resinas y recubiertos con lienzos de lino, de aproximadamente quince a veinte cent¨ªmetros, desde la cabeza a los pies. El largo proceso llegaba a terminar en una momificaci¨®n, y despu¨¦s el trabajo ya pasaba a los artesanos del f¨¦retro.
El culto por la muerte y la creencia de que los muertos volver¨ªan a la vida en un plazo no determinado inici¨® la fara¨®nica costumbre del embalsamamiento. Ahora el culto religioso se mezcla con la necesidad de la conservaci¨®n del cad¨¢ver.
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