El pintor Francisco Hern¨¢ndez vuelve a su tierra andaluza con una obra "entre la realidad y el sue?o"
Francisco Hern¨¢ndez, malague?o de V¨¦lez-M¨¢laga, expone estos d¨ªas en la caja de ahorros de su tierra un conjunto de obras en la que ha tratado de resumir su esfuerzo por conjuntar la realidad con el sue?o. A los 48 a?os, Hern¨¢ndez ha recorrido gran parte del mundo mostrando su trabajo pict¨®rico, que, seg¨²n ¨¦l, ha desembocado en una s¨ªntesis entre la forma y la geometr¨ªa.Aunque no es muy partidario de regresar a Madrid, porque en V¨¦lez-M¨¢laga cree haber encontrado la luz que le es afin a su pintura, Francisco Hern¨¢ndez ha estado en la capital de Espa?a mientras sus cuadros permanec¨ªan colgados ante las miradas de sus paisanos.
Desde la distancia, Francisco Hern¨¢ndez explica sus cuadros y afirma que en ellos se sucede un di¨¢logo entre la geometr¨ªa y la forma, como en Las meninas, de Vel¨¢zquez. A ese di¨¢logo ha llegado, dice, despu¨¦s de darse cuenta de que ?el hombre, por muy fuerte y muy subjetivo que sea, puede padecer de ego¨ªsmo y de falsa humildad?.
Entonces decidi¨® no seguir oy¨¦ndose y prestar atenci¨®n a la naturaleza, a lo que de real hay en lo que le rodea. ?As¨ª volv¨ª a descubrir la criatura humana y llegu¨¦ a lo que puede llamarse realismo m¨¢gico o l¨ªrico- po¨¦tico?. Antes, Francisco Hern¨¢ndez practicaba la abstracci¨®n, sobre cuya validez empez¨® a preguntarse cuando expuso en Venecia, en la Bienal de 1970.
Francisco Hern¨¢ndez asegura que su proceso hacia el realismo m¨¢gico -o l¨ªrico-po¨¦tico, como ¨¦l dice- no obedeci¨® a su inter¨¦s por seguir las modas, sino ? por una especie de olfato? y porque de alguna manera, igual que ocurre con la vigencia de las corrientes art¨ªsticas, llega un instante en que el espectador -y el propio pintor- padece ?de ¨®ptica cansada?.
Por otra parte, Francisco Hern¨¢ndez decidi¨® que quer¨ªa hacerse entender, pero pretendi¨® lograrlo mediante su propio gesto, no a trav¨¦s de un gesto duro, ?porque yo de expresionismo estoy harto?.
Francisco Hern¨¢ndez se defiende cuando se le indica que quiz¨¢ su obra es excesivamente literaria y se?ala que no tiene prejuicios, ?que la literatura est¨¢ ah¨ª? y que cuando se manifiesta en la calle es una literatura en tres dimensiones. ?La literatura de las tres dimensiones nos la comemos en la calle?, afirma, mientras apura su en¨¦simo cigarrillo.
La obsesi¨®n de este pintor, seg¨²n ¨¦l mismo dice, es transmitir a la tela un sentimiento. ?Cuando simplemente hay pintura sobre la tela y no hay nada m¨¢s, nadie recibe ni rabia ni otros sentimientos. Tendr¨¢ que pasarle algo al autor para que tambi¨¦n le pase al p¨²blico contemplando su obra?.
Francisco Hern¨¢ndez vivi¨® en Madrid entre 1952 y 1979. En V¨¦lez-M¨¢laga ha reencontrado su luz y su aroma. ?Mi carga de or¨ªgenes es tambi¨¦n una fidelidad al recuerdo, a la melancol¨ªa que existe en el hombre?
Babelia
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