La Admiral's Cup, dos a?os despu¨¦s de la tragedia

Con el comienzo hoy en Cowes, isla de Wight (Inglaterra), de la Admiral's Cup, oficioso campeonato mundial de cruceros, el deporte de la vela de altura alcanza uno de sus puntos ¨¢lgidos de la temporada. Dentro de un mes, en otro puerto ingl¨¦s, Portsmouth, se dar¨¢ la salida a la III Regata Alrededor del Mundo, que contar¨¢ por primera vez con participaci¨®n espa?ola. Ahora, dos a?os despu¨¦s de la terrible tormenta que ocasion¨® el naufragio de veintid¨®s barcos y la muerte de quince participantes, cinco regatas, tres en trazado acotado y dos de largo recorrido, con la famosa Fastnet como ep¨ªlogo, esperan a 48 barcos de diecis¨¦is pa¨ªses, incluida Espa?a.

La Admiral's Cup, en su 13? edici¨®n -se disputa cada dos a?os- est¨¢ abierta a barcos comprendidos entre los treinta y los cuarenta pies de eslora, es decir, 12 y 15,50 metros. Deben ajustarse a estas medidas, que se conocen como rating, resultado de la aplicaci¨®n de una f¨®rmula que tiene en cuenta las dimensiones del casco y de las velas, y que corresponde, aproximadamente, a la eslora del barco en flotaci¨®n. Antes de la regata, sin embargo, las mediciones de los jueves deben comprobar que el citado rating es el verdadero, pues los enga?os en la vela, no s¨®lo ya en la de altura, sino en la ligera -sea en clases ol¨ªmpicas o no- est¨¢n a la orden del d¨ªa. Al igual que puede suceder en automovilismo o motociclismo, donde una ligera ventaja en el cubicaje mediante alg¨²n truco resulta fundamental, aqu¨ª ocurre lo mismo.En cualquier caso, la Admiral's Coup, tras la reciente Transat y el nuevo r¨¦cord del Atl¨¢ntico conseguido en el regreso Oeste-Este por el franc¨¦s Marc Pajot y su catamar¨¢n Elf-Aquitania, en 9 d¨ªas, 10 horas, 6 minutos y 34 segundos, es todo un escaparate de la ?gran vela?. El m¨¢ximo, junto a la Copa Am¨¦rica, para que los dise?adores, ingenieros navales, fabricantes, etc¨¦tera, presenten sus mejores ?ejemplares?. Nombres famosos, adem¨¢s, participan en ella como un galard¨®n. Este a?o, en que se vuelve a disputar competici¨®n por naciones -cada una con tres barcos- existen de nuevo ejemplos como los ol¨ªmpicos espa?oles Gorosteul y Millet. El primero patronear¨¢ con Alejandro Guasch el barco que dentro de la superioridad de medios de otros pa¨ªses parece ser el mejor espa?ol, el Brib¨®n III, de Jos¨¦ Cus¨ª. Durante la pasada Semana de Palma, en abril, naveg¨® en ¨¦l como tripulante, y en alg¨²n momento con la ?ca?a?, el rey Juan Carlos.

Los otros dos barcos hispanos ser¨¢n el L'Empord¨¢, de V¨ªctor Sagi y Juan Pla, y el Potitos, del valenciano Juan Vich. Las dificultades econ¨®micas estuvieron a punto de impedir la participaci¨®n espa?ola, pero al final, sin que los materiales sean tan sofisticados como los de los ?grandes?: Australia, ganadora en 1979 por segunda vez; Reino Unido, que buscar¨¢ su octavo titulo; Francia o Estados Unidos -otras dos veces vencedor-, al menos se encontr¨® el apoyo econ¨®mico para el viaje, los entronamientos previos y el costoso mantenimiento de los equipos. La aspiraci¨®n es conseguir un puesto intermedio, que si se acercara al quinto, cerca ya de los citados favoritos, ser¨ªa todo un ¨¦xito. Se consigui¨® el sexto lugar, en 1975; el octavo, en 1977, y el d¨¦cimo en 1979. Los restantes pa¨ªses participantes ser¨¢n: B¨¦lgica, Bermudas, Canad¨¢, Holanda, Hong Kong, Irlanda, Italia, Nueva Zelanda, RFA, Suecia y Suiza.

La competici¨®n constar¨¢ de cinco regatas. Tres de ellas -Inshore- de treinta millas solamente, se disputar¨¢n en tri¨¢ngulos acotados en el Solent, es decir, el brazo de mar que separa la costa sur de Inglaterra de la isla de Wight. Ser¨¢n hoy y ma?ana, y el d¨ªa 4 de agosto. El d¨ªa 31 se celebrar¨¢ ya la primera de altura, la Channel Race, sobre 225 millas, que se vienen a cubrir en unas treinta horas. Y el d¨ªa 8, cerrar¨¢ la Admiral's Cup, sobre 605 millas, la Fastnet Race, la m¨¢s dura y dif¨ªcil, que realmente decide la clasificaci¨®n definitiva. En 1979, con un brusco cambio de viento, que desencaden¨® un empeoramiento s¨²bito del mar, se produjo una aut¨¦ntica tragedia que pill¨® de improviso a organizaderes -el Royal Ocean Racing Club- y, sobre todo, a participantes seguidores. El balance fue de ventid¨®s barcos hundidos y quince personas ahogadas. En principio, para esta edici¨®n, los vientos son d¨¦biles