La posici¨®n de Carrillo es un paso atr¨¢s respecto al eurocomunismo, seg¨²n los "renovadores"
El debate sobre el informe de Santiago Carrillo, que se produjo en la tarde de ayer en la delegaci¨®n madrile?a -la m¨¢s conflictiva de cuantas asisten al X Congreso-, fue una repetici¨®n de la reciente conferencia de Madrid: se solicit¨® de nuevo el reconocimiento de las corrientes de opini¨®n y, por tanto, se criti¨® muy duramente el proyecto de democratizaci¨®n interna propuesto por Carrillo, y otra vez hubo coincidencia en el voto abstencionista entre los renovadores y los duros.Los renovadores, estaban redactando anoche una resoluci¨®n en la que explican las razones de su abstenci¨®n para ser le¨ªda en el pleno, previsto para hoy, cuyo contenido ser¨¢ un resumen de lo expresado ayer tarde en los debates, es decir, la ausencia de democratizaci¨®n interna en el PCE. ?Carrillo ha presentado un proyecto de partido replegado, al estilo de la Tercera Internacional?, ?significa un paso atr¨¢s respecto a su libro Eurocomunismo y Estado?, ?proyecto cerrado y sectarista? y ?centralista y aparatista? fueron algunas de las consideraciones expuestas p¨²blicamente por duros y renovadores. Los restantes apartados del informe de Carrillo fueron positivamente valorados por la pr¨¢ctica totalidad de ellos.
En este contexto, resulta de especial inter¨¦s la advertencia del renovador Malo de Molina: ?Los debates sobre las distintas concepciones de la estructura interna del partido?, dijo, ?existen y van a seguir existiendo despu¨¦s del X Congreso?, palabras que hacen pensar que los renovadores no parecen haberle cogido miedo a la amenaza de Carrillo de expulsar del PCE a todos aquellos que no acaten la voluntad mayoritaria del X Congreso, que, casi con absoluta seguridad, ser¨¢ de rechazo a las corrientes de opini¨®n.
Muy significativa y un tanto sorprendente result¨® la intervenci¨®n del secretario general de Comisiones Obreras, Marcelino Camacho, quien, pese a adelantar su voto favorable al informe de Carrillo, a?adi¨® que ?si este, informe pudiera ser votado por partes, hay alguna en la que yo tambi¨¦n me abstendr¨ªa?.
Posteriormente, Camacho explic¨® a EL PAIS que la clase obrera ha cambiado, y que, ?Como consecuencia de la revoluci¨®n t¨¦cnico cient¨ªfica?, una buena parte de la clase obrera est¨¢ formada actualmente por los ?t¨¦cnicos, ingenieros, arquitectos, etc¨¦tera y ¨¦stos, claramente vinculados al sector renovador, deber¨ªan gozar de mayor libertad de expresi¨®n dentro del partido?. Camacho a?adi¨® que la aut¨¦ntica democratizaci¨®n no se logra sino reconociendo ?de alguna manera? las corrientes de opini¨®n, ?y prohibiendo las tendencias?.
?El tema que debemos tratar en este congreso?, manifest¨® el dirigente sindicalista, ?si queremos que de verdad sea un congreso conciliador, y que contribuya a la unidad del partido, es delimitar la frontera entre la corriente de opini¨®n y la tendencia organizada, o buscar alguna f¨®rmula para que nadie se sienta excluido y haya libertad, unidad y democracia en el PCE?.
Ante la observaci¨®n generalizada de que el informe de Carrillo no parec¨ªa ser precisamente conciliador, respondi¨® que ¨¦l no iba a participar en el incremento de la crispaci¨®n entre unos y otros comunistas y que, si dicho informe se votase punto por punto, se abstendr¨ªa en el ya mencionado proyecto de la democratizaci¨®n interna propuesto ayer por Carrillo.
Tensi¨®n en las votaciones
Los renovadores de Madrid saltaron anoche de sus asientos cuando el presidente del comit¨¦ provincial, Adolfo Pi?edo, anunci¨® que no tendr¨ªan derecho a hablar en el pleno de hoy, ya que se absten¨ªan en vez de votar en contra. El resultado de la votaci¨®n referida al informe de Carrillo, tras el debate consiguiente, hab¨ªa sido de 78 votos a favor del informe, ninguno en contra y 48 abstenciones.De acuerdo con la interpretaci¨®n del reglamento realizada por Pi?edo, la regla del 25% de los votos para tener derecho al turno de minor¨ªa en el pleno del congreso no preve¨ªa que eso pudiera aplicarse tambi¨¦n a los abstencionistas. Los renovadores, algunos de ellos muy excitados, protestaron en todos los tonos, y tras algunos minutos en esa situaci¨®n, Pi?edo anunci¨® finalmente que har¨ªan una consulta y que con buena voluntad quiz¨¢ las cosas pudieran arreglarse. El sector leninista afirm¨® que como los abstencionistas eran de dos tendencias -duros y renovadores-, el tiempo previsto para la minor¨ªa (diez minutos), deber¨ªa repartirse entre ambos, pero la propuesta no prosper¨®.
Otro enfrentamiento por el reparto de influencia se produjo al elegir a los tres delegados que representar¨¢n a Madrid en la comisi¨®n de candidaturas. Los carrillistas, que tienen mayor¨ªa absoluta en la delegaci¨®n, propusieron a tres de los suyos, vi¨¦ndose contestados por leninistas y renovadores, que insistieron en que cada corriente deb¨ªa tener un representate, pero in¨²tilmente. Manuel Azc¨¢rate, responsable de relaciones internacionales en la direcci¨®n saliente y a quien se considera pr¨®ximo a la corriente renovadora, dijo que los miembros del Comit¨¦ Central no deb¨ªan participar en la votaci¨®n para la elecci¨®n de representantes en la comisi¨®n de candidaturas, ya que el Comit¨¦ Central env¨ªa, a su vez, su propia delegaci¨®n.
Hubo tambi¨¦n tensi¨®n en la delegaci¨®n vasca, que por cuarenta votos contra doce decidi¨® apoyar una alternativa cr¨ªtica al informe de Carrillo. Dado que la minor¨ªa -en este caso los carrillistas- no alcanzaban el 25%, necesario para defender su postura ante el pleno, la mesa propuso que alg¨²n miembro de la mayor¨ªa se les uniera, en aras de una mejor representaci¨®n de proposiciones, a lo que el otro sector se neg¨®, arguyendo que no hab¨ªa garant¨ªas de que en delegaciones con una composici¨®n distinta se hiciera otro tanto.
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