Una boda de ensue?o, en un crispado paisaje social
La grandiosa boda del pr¨ªncipe de Gales y ladi Diana Spencer, que alcanzar¨¢ las m¨¢s altas cotas de la pompa y el ceremonial brit¨¢nicos, seguida en sus m¨¢s ¨ªntimos detalles por toda la Prensa -no s¨®lo la del coraz¨®n-, podr¨ªa venir a marcar el principio de una nueva ¨¦poca. Pero, ante los problemas y el cambio social que sacuden el Reino Unido, parece representar, m¨¢s bien, un final. Este ha sido un a?o cargado de acontecimientos.Un millar de enviados especiales han llegado estos d¨ªas a Londres para cubrir esta informaci¨®n. Pero desde enero ha habido mucho de que hablar. El a?o se abri¨® con la captura de Peter Sutcliffe, el Destripador de Yorkshire, y en los meses siguientes surgieron grandes esc¨¢ndalos sobre los famosos esp¨ªas y dobles agentes de los a?os cincuenta.
La primera ministra Margaret Thatcher, en su segundo a?o en el poder, se enfrenta a graves problemas, aunque su aplastante victoria en las elecciones de mayo de 1979 le garantiza una cierta estabilidad.
Las cr¨ªticas contra el thatcherismo son cada vez m¨¢s abundantes, incluso entre los conservadores. A pesar de los dr¨¢sticos recortes presupuestarlos en partidas como educaci¨®n o sanidad, el Gobierno no consigue reducir el gasto p¨²blico. La industria est¨¢ pasando una crisis aguda, y el paro, que de momento afecta a 2,8 millones de trabajadores, le est¨¢ costando mucho. Los conservadores tienen, sin embargo, a su favor la crisis del laborismo.
Este partido, relegado a la oposici¨®n, atraviesa un per¨ªodo ca¨®tico, mientras contin¨²a en su seno la lucha entre la izquierda y la dercha.
Globos negros sobre Londres
En lo que va de a?o, las remotas posibilidades para una soluci¨®n en el Ulster se han alejado con las huelgas de hambre, por las que ya han fallecido seis presos republicanos, uno de ellos Bobby Sands, diputado del Parlamento brit¨¢nico; otros dos, Kieran Douherty y Kevin Lynch, est¨¢n al borde de una muerte que quiz¨¢ podr¨ªa llegar hoy. El Comit¨¦ de Londres contra los Bloques H se dispone a soltar hoy cientos de globos negros por los cielos de la capital brit¨¢nica, para celebrar, a su modo, la boda.En la noche del lunes, unos doscientos j¨®venes de Liverpool reanudaron los incidentes de pasadas semanas y se lanzaron a las calles del barrio de Toxteh, en una dura batalla contra la polic¨ªa, veinticinco de cuyos miembros resultaron heridos.
Este panorama no hace que la boda sea impopular. Todo lo contrario, salvo en el caso de los peque?os grupos republicanos. Este rito de iniciaci¨®n de la novia a la realeza ha provocado u?a fiebre colectiva y el pa¨ªs vive como en un cuento de hadas. Pronto volver¨¢ a despertar.
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