El "desgraciado accidente "

Todo tiene un l¨ªmite; las v¨ªctimas inocentes y la salud de los ciudadanos nos impiden seguir guardando silencio. Estos muertos est¨¢n pidiendo luz en este oscuro y lamentable asunto de la neumon¨ªa at¨ªpica, aceite adulterado, guerra bacteriol¨®gica o cualquiera que sea el causante o la causa que ha segado sus vidas, dejando a sus familiares desolados y creando angustia e incertidumbre en todo el pa¨ªs. S¨®lo la erradicaci¨®n del mal y el esclarecimiento de sus causas remediar¨¢n la angustia e incertidumbre existentes, aunque, lamentablemente, no devolver¨¢n la vida a los fallecidos.Sucede, adem¨¢s, que todas las v¨ªctimas, sin excepci¨®n, pertenecen a la llamada clase baja; no se tienen noticias de fallecimiento alguno por las causas citadas de ning¨²n pez gordo, de los que tienen su residencia en Puerta de Hierro, Somosaguas, etc¨¦tera. Por ello, resulta indignante que un portavoz de UCD califique este asunto como de ?desgraciado incidente? (v¨¦ase EL PAIS del 11 de julio de 1981). Pasamos por lo de desgraciado, es verdad, es una desgracia, ya sabemos para qui¨¦n; pero, de verdad, los m¨¢s de setenta muertos ?son s¨®lo un incidente? Precario calificativo que mucho dudamos quedar¨ªa as¨ª si supuestamente las v¨ªctimas perteneciesen a una muy superior escala social. Claro, para ellos (UCD), estos muertos lo son de tercera. /