Una historia mal contada
Suelen creer los productores que un gui¨®n en el que se acumulan aventuras y paisajes diversos, interpretado por dos figuras de nombre indiscutible, ha de tener asegurado el ¨¦xito con un poco de oficio que ponga el director por su parte, a m¨¢s de una publicidad razonable. Los caminos del cine son imprevisibles, sin embargo; la acci¨®n por la acci¨®n puede llegar a fatigar y los actores brillantes sirven de poco si no se les ofrece ocasi¨®n para demostrarlo. Esta pel¨ªcula es buena muestra de ello, pues pocas comedias tan aburridas han pasado por nuestras pantallas en la presente temporada, sobre todo si se tienen en cuenta los medios generosos de que ha sido dotada.La historia del agente secreto veterano licenciado por sus jefes, que decide un buen d¨ªa llevar a cabo su venganza escribiendo sus memorias, no es mala en s¨ª: lo mato es el modo de contarla, saltando sin respiro de escenario en escenario, de continente en continente, prolongando hasta la saciedad momentos que importan poco y s¨®lo divierten cuando Walter Mattau dispone de un pretexto m¨ªnimo para lucir su oficio excelente.
Un enredo para dos
Direcci¨®n: Ronald Leane. Gui¨®n de Brian Forbes y Brian Garfield, seg¨²n la novela de Brian Garfield. Walter Mattau, Glenda Jackson, Sam Waterson, Helbert Lon, Neat Beaty. Comedia. EE UU.
Parodia de un mundo actual tratado hasta la saciedad por el cine y la televisi¨®n, su cr¨ªtica, en clave de humor, se desvanece justamente porque el humor se muestra desva¨ªdo y flojo, arrastrando a duras penas al espectador hasta el final, un tanto original, que r emata las peripecias del protagonista.
Aparte del prestigio de su nombre, no se entiende demasiado bien la presencia, totalmente pasiva, de Glenda Jackson. Sus dotes de actriz suelen hacer olvidar su f¨ªsico particular, y aqu¨ª, sin ninguna oportunidad, no s¨®lo tal presencia se acusa, sino que su mismo trabajo resulta convencional, por no decir amanerado, sobre todo en los momentos de amor entre los dos viejos agentes que, por fortuna, no se prodigan demasiado. La historia, m¨¢s que interesar, fatiga; a ratos consigue hacer sonre¨ªr, cuando la pura acci¨®n se desata por encima de lo veros¨ªmil, m¨¢s all¨¢ de paisajes tur¨ªsticos y llamadas telef¨®nicas, viniendo a demostrar las dificultades del humor, aun cuando el mismo autor de la novela original se haya encargado de contar en im¨¢genes lo que en principio debi¨® de ser una novela divertida o entretenida al menos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.