El Banco de Inglaterra suprimir¨¢ el tipo de inter¨¦s b¨¢sico el pr¨®ximo d¨ªa 20

El Banco de Inglaterra anunci¨® ayer que suprimir¨¢ el llamado minimum lending rate (MLR) -tipo de inter¨¦s b¨¢sico- a partir del 20 de agosto, dejando un mayor papel a las fuerzas del mercado para fijar los tipos de inter¨¦s. Esta medida se traducir¨¢, sin duda, en un aumento de los intereses de los pr¨¦stamos bancarios, ayudando a reforzar el valor internacional de la libra esterlina.

El MLR fue introducido en 1972 para reemplazar al entonces llamado tipo del Banco de Inglaterra. Su supresi¨®n indica la voluntad del Gobierno brit¨¢nico de otorgar un mayor papel al mercado, sin renunciar por ello a controlar los tipos de inter¨¦s.El Gobierno se reserva el derecho de volver a introducir el MLR cuando le parezca conveniente, y controlar¨¢ los intereses interviniendo en el mercado. De hecho, pues, el MLR no desaparece, sino que queda en estado de hibernaci¨®n, y al sector privado le resultar¨¢ ahora m¨¢s dif¨ªcil conocer las intenciones oficiales. El ¨¦nfasis cambia, pues, de lado.

Ultimamente, el MLR estaba fijado en un 12%, y con su supresi¨®n se espera que los tipos de inter¨¦s aumenten en un promedio de dos puntos. Este efecto parece intencionado en unos momentos en que la libra pierde r¨¢pidamente valor respecto al d¨®lar, y cuando se ha anunciado la mayor ca¨ªda en las reservas de oro y divisas desde octubre de 1979: 418 millones de d¨®lares en julio.

Aunque la filosof¨ªa del Gobierno es la de no intervenir en el mercado, se sabe que el Banco de Inglaterra -como otros bancos centrales de Europa y Jap¨®n- est¨¢ interviniendo discretamente en el mercado para rescatar a la libra esterlina.

El Gobierno brit¨¢nico sigue con grandes dificultades en el control de la oferta monetaria, que ha subido en los siete primeros meses de 1981 en un 17,5%, cuando el objetivo oficial se situaba entre un 6% y un 10%. El Banco de Inglaterra, consciente de esta situaci¨®n, introdujo ayer nuevas medidas para los bancos comerciales. Se suprime la exigencia de guardar una proporci¨®n de las reservas y los activos en l¨ªquido, aunque los bancos se ver¨¢n obligados a depositar sus efectivos requeridos en el Banco de Inglaterra.