Te¨®logos espa?oles consideran peregrinas las tesis de Gustavo Bueno sobre la religi¨®n
Debate en la Escuela Asturiana de Estudios Hisp¨¢nicos
La nota m¨¢s destacada del curso sobre las relaciones entre la teolog¨ªa y la filosof¨ªa en el siglo XXI, celebrada la pasada semana en La Granda (Avil¨¦s), dentro de la programaci¨®n veraniega de la Escuela Asturiana de Estudios Hisp¨¢nicos, ha sido la pol¨¦mica ponencia del fil¨®sofo marxista Gustavo Bueno, calificada de tesis peregrina por Juan Ruiz de la Pe?a, secretario del curso y profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca.
Juan Mart¨ªn Velasco, tambi¨¦n profesor de la Universidad Pontiticia de Salamanca, cuestion¨® la interpretaci¨®n de Bueno, singularmente en lo que respecta a que la esencia de lo religioso se emplace en una relaci¨®n entre especies animales distintas y en la localizaci¨®n de lo numinoso en la animalidad, no en cuanto s¨ªmbolo sino en cuanto a animalidad.El momento m¨¢s tenso de las jornadas se produjo cuando el te¨®logo Olegario Gonz¨¢lez de Cardenal, director del curso, afirm¨® que el fil¨®sofo marxista utilizaba material anacr¨®nico y omit¨ªa cualquier referencia a autores que en los ¨²ltimos a?os han realizado aportaciones importantes al debate teol¨®gico, como Mircea Eliade. Bueno le replic¨®, ligeramente excitado: ?El me ha imputado anacr¨®nico; me ha visto como una persona arcaica. Cuando usted me ha dicho esto, ha obrado la contumelia, la malicia clerical?.
Una de sus argumentaciones m¨¢s desfavorablemente comentadas por los te¨®logos fue la negaci¨®n de la experiencia m¨ªstica. ?Yo no la tengo?, afirm¨®, ?no la tengo y no la admito. No puedo admitirlo; lo siento mucho, se?ores. Yo no puedo admitir que nadie me invoque una experiencia m¨ªstica; que se la guarde. Lo siento mucho. ?Por qu¨¦? Porque todos los hombres somos iguales. Si yo no tengo experiencias m¨ªsticas, nadie puede tenerlas. Yo no puedo ceder aqu¨ª ni un mil¨ªmetro, porque ser¨ªa derrumbar totalmente mi ideolog¨ªa?.
Juan Ruiz de la Pe?a manifest¨® a EL PAIS que todos los te¨®logos asistentes hab¨ªan agradecido la presencia de Bueno. ?La impresi¨®n dominante entre los participantes?, agreg¨®, ?es que tras el terremoto causado en la teolog¨ªa por las lecturas de lo religioso de un Feuerbach o un Freud no es f¨¢cil que se produzcan novedades atendibles en la cr¨ªtica de la religi¨®n?.
El curso de la pasada semana cont¨®, entre otros ponentes, con Juan Alfaro, de la Universidad Gregoriana de Roma, quien lleg¨® a la conclusi¨®n de que es imposible hacer teolog¨ªa sin hacer a la vez filosof¨ªa. De otro lado, la teolog¨ªa no est¨¢ legitimada para emitir un veredicto de validez sobre esta o aquella filosof¨ªa. Lo que s¨ª puede y debe hacer es se?alar qu¨¦ discursos filos¨®ficos son incompatibles con la fe cristiana, bien en base a sus postulados met¨®dicos o en raz¨®n de sus contenidos o conclusiones.
Diego Garc¨ªa, sucesor de La¨ªn Entralgo en la c¨¢tedra de la Universidad Complutense de Madrid, destac¨® el papel de la filosof¨ªa en la explicaci¨®n del cambio, de ah¨ª el auge del tema de la esperanza en filosof¨ªas actuales tan diversas como la existencialista (Marcel) o la marxista (Bloch).
Marcelino Arranz, de la Universidad Pontificia de Salamanca, afirm¨® que hoy se impone entre los cient¨ªficos la convicci¨®n de que su saber no agota el ¨¢mbito del conocimiento objetivo. En consecuencia, puede haber otro tipo de verdad realmente leg¨ªtima. El problema de Dios se emplaza as¨ª en el ¨¢mbito de la metafisica. Carecer¨ªan, pues, de base las tesis de que la ciencia puede o bien demostrar la existencia de Dios o bien demostrar su inexistencia.
Por su parte, Jean Luc Marion, de la Universidad de La Sorbona (Par¨ªs), dijo que es mejor callar sobre Dios que hablar de ¨¦l idol¨¢tricamente, como est¨¢n haciendo los nuevos fil¨®sofos, cuyo discurso, agreg¨®, es idol¨¢trico porque es funcional, porque convierte a Dios en funci¨®n de una teor¨ªa sociopol¨ªtica.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.