Hombres, animales y dioses: claves para una pol¨¦mica

La idea de que los hombres hicieron a los dioses no a su imagen y semejanza, sino a imagen y semejanza de los animales, es el n¨²cleo de la hip¨®tesis que expuso el fil¨®sofo marxista Gustavo Bueno, dentro del curso de la Escuela Asturiana de Estudios Hisp¨¢nicos, y que fue contestada por los te¨®logos cat¨®licos.Se da la religi¨®n all¨ª donde existe un trato con el numen, dijo Bueno. La tarea de la filosof¨ªa de la religi¨®n consiste en probar que el numen existe. Como quiera que sostiene que los n¨²menes son los animales, Bueno concluy¨® que la etolog¨ªa (la ciencia del comportamiento de los animales) es la ¨²nica forma de pervivencia de la teolog¨ªa.

La discrepancia principal se centr¨® en torno al an¨¢lisis del concepto de experiencia religiosa. Bueno se declar¨® ateo y manifest¨® su intenci¨®n de evitar cualquier connotaci¨®n ir¨®nica o volteriana en su ponencia, puesto que asegur¨® tener un gran respeto por la religi¨®n, ?aunque solo sea?, afirm¨®, ?por su importancia como movimiento cultural?. En su opini¨®n no existe una filosof¨ªa materialista de la religi¨®n.

La filosof¨ªa de la religi¨®n no puede mantenerse neutral ante la cuesti¨®n de la verdad: debe ofrecer adem¨¢s una fundamentaci¨®n en virtud de la cual pueda afirmarse que la religi¨®n es verdadera; puesto que si una doctrina concluye que la religi¨®n es falsa, tal doctrina no podr¨ªa llamarse propiamente filosof¨ªa de la religi¨®n, sino psicolog¨ªa o sociolog¨ªa de la religi¨®n. Seg¨²n esta argumentaci¨®n, las concepciones de los cl¨¢sicos son sociolog¨ªa o psicolog¨ªa.

La teor¨ªa de la religi¨®n de Godelier tampoco desempe?a la funci¨®n de una filosof¨ªa de la religi¨®n. Gustavo Bueno parte, pues, de la premisa de la verdad de la religi¨®n porque existen n¨²menes. Todos los dioses son n¨²menes, aunque algunos no son divinos, sino demoniacos. La tipolog¨ªa de los n¨²menes aportada por las ciencias emp¨ªricas de la religi¨®n es rica y variada: los hay divinos, demones, humanos y animales. La filosof¨ªa de la religi¨®n s¨®lo ser¨ªa posible si ¨¦sta es verdadera, y para serlo no es necesario que todos sus componentes sean ontol¨®gicamente verdaderos: basta que lo sea uno s¨®lo.

Desde premisas materialistas, la tesis de los n¨²menes divinos es inaceptable porque los dioses no existen. Los n¨²menes demoniacos, los extraterrestres, forman parte hoy por hoy de la ciencia-ficci¨®n, y no pueden ser tomados como un fundamento s¨®lido por una filosof¨ªa materialista de la religi¨®n.

En consecuencia, Bueno propone el zoologismo como ¨²nica alternativa abierta a una filosof¨ªa de la religi¨®n materialista y racionalista: ? Los hombres hicieron a los dioses no a su imagen y semejanza, sino a la de los animales?.

?Esa tesis?, a?ade, ?dif¨ªcilmente podr¨ªa haber sido defendida, en filosof¨ªa de la religi¨®n, hace unos pocos a?os, en los cuales a¨²n dominaba el mecanicismo -concepci¨®n de los animales como m¨¢quinas-; pero hoy, con el darwinismo y la etolog¨ªa que han mostrado la continuidad entre los hombres y los animales, algunos de los cuales est¨¢n dotados de inteligencia, incluso de lenguable doblemente articulado, la posibilidad de una religaci¨®n de los hombres con respecto de los animales parece cient¨ªficamente fundamentada?.

Bueno distingue tres grandes fases en el desarrollo de la religi¨®n: la primaria (la religi¨®n del hombre cazador), desde el final del musteriense hasta el neol¨ªtico; la secundaria o mitol¨®gica (se hace necesaria despu¨¦s de la liquidaci¨®n f¨ªsica de los numenes del paleol¨ªtico, por un lado, y por la domesticaci¨®n de los animales, por otro), y la terciaria, o de las religiones metaf¨ªsicas (cuyos indicios hist¨®ricos se dar¨ªan en el segundo milenio antes de Cristo).

El fil¨®sofo asturiano considera como etapa m¨¢s caracter¨ªstica de la religi¨®n positiva a la secundaria, en la que los animales dibujados en las b¨®vedas de las cavernas han sido transferidos a la b¨®veda celeste, el Zodiaco, las religiones terciarias, en cuanto se instituyen (en gran medida a consecuencia del desarrollo de la astronom¨ªa y despu¨¦s de la filosof¨ªa) como cr¨ªtica del error mitol¨®gico y de la superstici¨®n son consideradas por Bueno como dial¨¦cticamente verdaderas y como antesala del ate¨ªsmo.

En respuesta a algunas de las objeciones de los te¨®logos, afirm¨® que en los siglos venideros podr¨ªan traer el renacimiento del delirio de la religi¨®n secundaria, en su forma demon¨ªaca, lunto a una conservaci¨®n de las religiones tradicionales. La antesala del ate¨ªsmo tendr¨¢, pues miles de a?os de duraci¨®n, agreg¨®.