El miedo a Israel
No dudo, se?or Barnat¨¢n, que los sionistas olviden el holocausto resultado de un plan diab¨®lico de exterminio sistem¨¢tico de todos los jud¨ªos del mundo. Lo han demostrado: carnicer¨ªa de Deir Yassin (254 mujeres, ni?os y viejos palestinos, masacrados), y tantas otras; asesinato del conde Bernardotte, mediador de la ONU; desalojo, s¨®lo en 1948, de cerca de un mill¨®n de civiles palestinos de Palestina por la pol¨ªtica del horror; dinam¨ªtaci¨®n de hogares civiles palestinos en los territorios ocupados; ni?os palestinos amaestrados por los israel¨ªes en un kibutz, cerca de Bcersheba, en el Neguev, para servirles de esp¨ªas en las organizaciones de resistencia; soldados egipcios muertos de sed en el Sina¨ª al retirarse hacia Suez, sin que los israel¨ªes quisieran hacerles prisioneros para salvarles; detenci¨®n de civiles palestinos en base a su parentesco, amistad o conocimiento de alg¨²n guerrillero; violaci¨®n de la soberan¨ªa de los Estados vecinos a Palestina. ?Hace falta seguir?A nadie parece escapar, salvo a usted, los graves problemas que en el territorio ocupado de Palestina enfrentan a los akenazies (jud¨ªos occidentales), creadores del sionismo, y a los sefard¨ªes (orientales), "jud¨ªos negros", que han de conformarse con los peores trabajos, sueldos viviendas. En los diecis¨¦is Gobiernos formados de 1948 a 1970, de las 291 carteras, s¨®lo veintid¨®s las ocuparon se fard¨ªes.
No hay que ir a una biblioteca en Yad Vashem para comprobar estos y otros datos, porque a¨²n se encuentran en los archivos de la Administraci¨®n israel¨ª, como lo estuvieron en su d¨ªa en los de la Alemania nazi, el gueto de Varsovia, Auschwitz, y Treblinca. Forman parte de la pr¨¢ctica cotidiana de los organismos oficiales sionistas.
No es miedo a Israel, se?or Barnatan. Es el deseo profundo de poder seguir mir¨¢ndonos al espejo por la ma?ana sin sentir verg¨¹enza de pertenecer al g¨¦nero humano; la verg¨¹enza de la complicidad./
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