El miedo a Israel
En su art¨ªculo "El miedo a Israel" habla Marcos Ricardo Barnatan de una "vieja tradici¨®n de antisemitismo castellano que tuvo su gran aquelarre con la expulsi¨®n de los jud¨ªos en 1492 y en las posteriores purgas inquisitoriales". Puede hacer pensar el se?or Barnatan que el antisemitismo es por aqu¨ª algo m¨¢s que reprochar a Castilla. Recuerde, sin embargo, que, mucho antes de que Castilla pudiera influir en el vecino reino, casi a?o por a?o un siglo antes de 1492, es decir, en 1391, las m¨¢s florecientes aljamas de Arag¨®n eran destruidas a sangre y fuego y que antes, en 1348, el a?o de la peste negra, ya eran v¨ªctimas de ataques los jud¨ªos de Barcelona, que en 1391 sufrir¨ªan una degollina que durar¨ªa seis d¨ªas.El antisemitismo, casi tan viejo como el primer jud¨ªo, en su libro The War against the Jews, dice L. S. Dawidowicz, que siguiendo su traza se llega al Consejo de Am¨¢n, al rey Asuero, en el libro de Ester: "Hay en todas las provincias de tu reino un puebl o disperso y separado de todos los otros pueblos, que tiene leyes diferentes de las de todos los dem¨¢s..." -es el castigo a una fatal diferencia-. Es la tragedia de los 36 justos -los Lamed-waf-, de que trataba en una admirable novela Andr¨¦ Schwarz, y tiene como escenario un mundo ancho y ajeno al jud¨ªo. Es injusto quer¨¦rselo achacar por estos pagos a Castilla.
El se?or Barnatan, que cita los tristementes c¨¦lebres, y seguramente ap¨®crifos, protocolos de los sabios de Si¨®n, pudiera hacer tambi¨¦n pensar que ¨¦l mismo hab¨ªa asimilado las consignas de aquel panfleto e identificando a Castilla con un poder central del que ella fue la principal v¨ªctima, se aplicaba ahora a "suscitar en las provincias aspiraciones que dirigiremos de modo permanente contra la capitaV. Con lo cual su art¨ªculo aumentar¨ªa el miedo de algunos a Israel, que es lo contrario de lo que parece proponerse.
Hubiera preferido escribir con todo el elogio que merece la "Carta a un compa?ero militar" del capit¨¢n Silva Vidal, pero no s¨¦ como pod¨ªa evitar el reaccionar frente al injusto ensa?amiento del se?or Barnatan con el ¨¢rbol ca¨ªdo que es mi tierra./ .
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