Los emisores de tarjetas de cr¨¦dito tratan de impedir que los comercios cobren recargos indebidos
Algunos de los m¨¢s de 100.000 comercios que aceptan tarjetas de cr¨¦dito en Espa?a incumplen los contratos de afiliaci¨®n a estos sistemas, al pretender cobrar, como recargo a sus clientes, una comisi¨®n sobre las compras. Varios bancos emisores de tarjetas han empezado a dar la alarma entre los usuarios de estos medios de pago, a quienes advierten que no deben abonar ning¨²n sobreprecio, a la vez que les animan a denunciar los casos en que el establecimiento insista en cobrar comisi¨®n.
Los abusos ahora denunciados, seg¨²n noticias recogidas por EL PAIS, no son nuevos. En Canarias, por ejemplo, hace a?os que las tiendas de los indios afiliadas a los sistemas de tarjetas se niegan a aceptar ¨¦stas cuando aplican los precios m¨¢s bajos. Sin embargo, ahora tales pr¨¢cticas se han extendido, hasta el punto de aconsejar la intervenci¨®n de VISA Espa?a. Esta organizaci¨®n tiene 2,4 de los poco m¨¢s de tres millones de tarjetas de cr¨¦dito que hay en Espa?a.El tema fue tratado por la ¨²ltima reuni¨®n antes de las vacaciones del consejo de administraci¨®n de dicha entidad, que actualmente agrupa a cincuenta bancos emisores de tarjetas VISA y a otros treinta que estudian su emisi¨®n en el futuro. El acuerdo adoptado fue que deben ser los propios bancos quienes adviertan de dichas pr¨¢cticas a sus clientes, y para ello se confeccion¨® un modelo de carta que ha utilizado ya alguna entidad.
No hay focos concretos
Fuentes de VISA Espa?a, consultadas por EL PAIS, dijeron que los intentos de recargo no han sido hasta ahora muchos ni concretos, y no se han detectado en ning¨²n sector, ciudad o tipo de tienda determinada. Fueron conocidos, por algunos bancos que recibieron quejas de sus clientes, o a ra¨ªz de llamadas de ¨¦stos a la propia organizaci¨®n VISA. En la mayor¨ªa de los casos denunciados se trata de comercios que tienen rebajas y dicen a los clientes que no pueden admitir la tarjeta, excepto cobrando al contado o despu¨¦s de recibir el recargo.Este sobreprecio abusivo e irregular suele oscilar entre el 4% y el 6%, exactamente la misma cantidad que los bancos retienen a los establecimientos afiliados al sistema al presentar al cobro las facturas de pagos recibidos con tarjeta. Estas irregularidades afectan tambi¨¦n a alguna otra tarjeta bancaria, si bien hasta el momento no se han detectado entre las llamadas de viajes o entretenimiento, cuya posesi¨®n es m¨¢s limitada y sus fines m¨¢s concretos.
Los intentos de recargo, cuya verdadera extensi¨®n s¨®lo podr¨¢ ser conocida a partir de ahora, aunque es previsible que remitan al enterarse los establecimientos de la reacci¨®n de los bancos, plantean un problema adicional a los miembros de la organizaci¨®n VISA Espa?a. Esta, recientemente, adopt¨® el acuerdo de empezar a cobrar desde el pr¨®ximo a?o quinientas pesetas anuales por la posesi¨®n de cada tarjeta, siguiendo la decisi¨®n de cobrar mil pesetas, puesta en pr¨¢ctica por el grupo 4 B (Banesto, Central, Hispano y Santander), tambi¨¦n emisoras de VISA. Pero tal acuerdo encuentra todav¨ªa ciertas reticencias de los bancos que acaban de sumarse al sistema, seg¨²n los cuales fue impulsado por el Banco de Bilbao porque disfrut¨® hace hace varios a?os de la exclusiva de VISA en Espa?a y que es el que mayor n¨²mero de tarjetas tiene emitidas, 1,5 millones, aproximadamente, y es quien controla hasta ahora el consejo de administraci¨®n de VISA Espa?a.
Gran rentabilidad
Ciertamente, gran n¨²mero de establecimientos consideran excesivo el descuento que les practican los bancos, aunque es obvio que no pueden prescindir de las tarjetas, por motivos de competencia y porque facilitan el consumo. Ahora, con el pago de una cuota Fija anual por los usuarios de la tarjeta, los establecimientos tienen nuevos argumentos sobre la fuerte rentabilidad del servicio para los bancos, si bien no han realizado ninguna gesti¨®n con car¨¢cter corporativo para conseguir rebajar los descuentos que se les aplican.En efecto, las tarjetas de cr¨¦dito alcanzan en algunos casos rentabilidades inusitadas para las entidades emisoras, seg¨²n noticias recogidas por EL PAIS. Junto al descuento al establecimiento (del 3% al 8%, seg¨²n los casos, dentro del mayoritario, que oscila entre el 4% y el 6%) perciben intereses por los pagos aplazados de clientes (en t¨¦rminos anuales, cerca del 22%), y a partir del pr¨®ximo a?o cobrar¨¢n la cuota fija anual.
El mayor atractivo est¨¢, sin embargo, en el descuento al establecimiento asociado, donde la rentabilidad para el banco depende del tiempo entre el pago al comercio y lo que la entidad emisora tarde en trasladar la factura al usuario de la tarjeta. Y ello porque ese 4% de media en la retenci¨®n al comercio si se recupera en un d¨ªa, y como est¨¢ sometido a m¨ªnimos gastos de gesti¨®n, puede transformarse en una rentabilidad anual acumulada superior al 500%.
Este a?o puede duplicarse la facturaci¨®n
A la rentabilidad se une, aunque tambi¨¦n la explica, el importante aumento de la facturaci¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito en Espa?a. Seg¨²n datos conocidos por EL PAIS, s¨®lo las tarjetas VISA espa?olas facturaron el a?o pasado 379 millones de d¨®lares (m¨¢s de 35.000 millones de pesetas). En el primer semestre del presente a?o la facturaci¨®n ha sido de 114 millones de d¨®lares, con incremento del 53,4% sobre igual per¨ªodo del a?o anterior.Por otra parte, la segunda tarjeta en importancia, la Master Charge, factur¨® en 1980 un total de 6.943 millones de pesetas, y su incremento en lo que va del presente a?o es tambi¨¦n similar a la anterior. Esta tarjeta la tienen unos 60.000 establecimientos espa?oles y unas 450.000 personas.
No han sido publicados hasta ahora los datos de las principales tarjetas de viaje y entretenimiento, que tienen car¨¢cter de elite y est¨¢n extendidas menos que las bancarias, aunque no tienen los cortos topes de cr¨¦dito de las anteriores (25.000, 50.000 o 100.000 pesetas, seg¨²n la garant¨ªa que ofrezca cada cliente).
El caso de VISA en Espa?a reviste una curiosidad ¨²nica en los pa¨ªses donde opera esta organizaci¨®n, ya que conviven dos grupos asociados que emiten tarjetas cada uno por su cuenta. El primero es VISA-Espa?a, que re¨²ne a unas 130 entidades de cr¨¦dito entre bancos y cajas de ahorro; e? segundo, 4B, aglutina a Banesto, Central, Hispano y Santander, y han emitido, seg¨²n medios pr¨®ximos al sector, unas 100.000 tarjetas de cr¨¦dito, correspondiendo los m¨¢s de 2,3 millones de tarjetas restantes a los socios de VISA-Espa?a. Aqu¨ª es el Bilbao el pionero en la introducci¨®n y desarrollo de este tipo de medios de pago en nuestro pa¨ªs, a quien corresponde el mayor n¨²mero de tarjetas emitidas, con 1,5 millones, aproximadamente, seguido del Popular, con unas 400.000, y del Atl¨¢ntico, con unas 100.000.
Manda el Banco de Bilbao
Tambi¨¦n es el Banco de Bilbao quien mantiene una situaci¨®n de preeminencia en el Consejo de Administraci¨®n de VISA-Espa?a, donde cuenta con cuatro puestos, uno de los cuales es el presidente. El resto de los miembros se distribuyen entre los consejeros de la siguiente forma: Popular, Atl¨¢ntico, Caja de Pensiones, Banco Internacional de Comercio.En la presente campa?a, la organizaci¨®n est¨¢ haciendo esfuerzos por introducir en el mercado los cheques de viaje VISA, que est¨¢n siendo emitidos por dos entidades, el Atl¨¢ntico y el Bilbao. La organizaci¨®n c¨²pula de esta organizaci¨®n, VISA-International, copa el 11%, aproximadamente, del mercado mundial de cheques de viaje, y este producto se encuentra en franca expansi¨®n, seg¨²n los testimonios que ha podido recoger este diario.
Antes de fin de a?o, VISA lanzar¨¢ una nueva tarjeta de cr¨¦dito de car¨¢cter m¨¢s exclusivo, con el objetivo de competir con la tarjeta de oro de American-Express, y cuya caracter¨ªstica fundamental ser¨¢ la de ampliar la capacidad operativa de la tarjeta.
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