La neumon¨ªa que nunca fue

Por primera vez, y desde la tribuna oficial del Bolet¨ªn Epidemiol¨®gico Semanal, que en los ¨²ltimos n¨²meros dedica la mitad de su espacio al tema, el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social publica datos cl¨ªnicos detallados relacionados con la intoxicaci¨®n alimentaria por aceite adulterado, a la que todav¨ªa la publicaci¨®n denomina ?brote epid¨¦mico de neumon¨ªa at¨ªpica?, pero muchos puntos siguen sin estar claros.En primer lugar, la forma en que se han llevado las reuniones de los cl¨ªnicos. No es forma de trabajar seriamente el reunir a treinta o cuarenta directores de hospitales o laboratorios, para comentar, como en tertulia de caf¨¦, los ¨²ltimos datos disponibles. Lo normal enestos casos es la elaboraci¨®n, por los servicios especializados de cada hospital, de protocolos escritos y con toda clase de datos, que pasar¨ªan a formar un extenso informe del que se podr¨ªan extraer conclusiones m¨¢s-acertadas y cient¨ªficamente mucho menos discutibles que las que pueden obtenerse de un intercambio verbal de informaci¨®n.

Numerosos ¨®rganos da?ados

En segundo lugar, hay que destacar la ignorancia ¨¢bioluta del venenci o venenos concretos, y la posibilidad de contrarrestarlos. La causa principal de muerte es de origen pulmonar, pero tambi¨¦n el cerebro, el h¨ªgado y el sistema vascular se ven gravemente afectados, sin contar con los fort¨ªsimos dolores musculares que se producen en muchos enfermos. Desde luego, los m¨¦dicos saben c¨®mo se produce un envenenamiento ?cl¨¢sico? (cianuro, ars¨¦nico), pero ahora se enfrentan a t¨®xicos desconocidos, cuyos efectos cl¨ªnicos no han sido comprobados. Pero ello no exime a Sanidad de responsabilidades a la hora de investigar posibles tratamientos curativos.

En tercer lugar, cabe preguntarse por el n¨²mero real de muertos por la intoxicaci¨®n. Si Sanidad reconoc¨ªa ya el 10 de julio que la enfermedad no es s¨®lo pulmonar, ?por qu¨¦ nos siguen dando cifras oficiales de muertos por neumon¨ªa? ?Ning¨²n intoxicado ha, muerto por problemas cerebrovasculares o hep¨¢ticos, sin implicaci¨®n pulmonar? Y si los ha habido, ?est¨¢n incluidos en la lista oficial?

Por otra parte, muchos enfermos actuales curar¨¢n por s¨ª solos, pero es de temer que algunos de ellos acaben muriendo por una degeneraci¨®n progresiva de los ¨®rganos afectados. Los espa?oles debemos hacernos a la idea de que, aunque el consumo de aceite t¨®xico desaparezca totalmente, cosa por ahora no probada, todav¨ªa tendremos que deplorar un n¨²mero creciente de v¨ªctimas en los pr¨®ximos meses, porque la desidia de m¨¢s de un funcionario de Comercio, Sanidad o alg¨²n otro ministerio permiti¨® la aparici¨®n de un aceite envenenado masivamente vendido.

Aunque Sanidad obr¨® desde el principio con rapidez ante lo que parec¨ªa una grave epidemia pulmonar de origen desconocido, lo cierto es que su trayectoria posterior no ha sido brillante: primero, por el empecinamiento en buscarle origen microbiano a lo que muchos m¨¦dicos insist¨ªan en calificar de intoxica