Negociaciones positivas entre los rebeldes bolivianos y la Junta militar
Las posiciones de los dos bandos enfrentados de las fuerzas armadas bolivianas se han aproximado en las ¨²ltimas horas. El general Lucio A?ez, uno de los jefes de la sublevaci¨®n de Santa Cruz, ha seguido negociando con la Junta durante todo el d¨ªa de ayer, y calific¨® de positivo su encuentro con el Gobierno tripartito.La crisis, que coloc¨® al pa¨ªs al borde del enfrentamiento civil la semana pasada, ha entrado en la v¨ªa exclusivamente militar, y su desenlace moment¨¢neo va a producirse en los despachos del Estado Mayor, donde la Junta y los representantes de las guarniciones alzadas en la ciudad oriental dialogan desde el mi¨¦rcoles. Los bolivianos han sido relegados, una vez m¨¢s, al papel de espectadores.
El portavoz de la Junta, general de aviaci¨®n Waldo Bernal, ha impuesto un hermetismo total a las negociaciones, para impedir declaraciones como las formuladas a este peri¨®dico por el general A?ez a su llegada de Santa Cruz, la Junta "considera subervisa" y, en consecuencia, actuar¨¢ con toda energ¨ªa cualquier opini¨®n emitida por alguno de los representantes de los militares que mantuvieron en jaque al pa¨ªs hasta el final de la semana pasada.
A pesar de ello, EL PAIS ha podido saber la reivindicaci¨®n b¨¢sica de los rebeldes: que el pr¨®ximo presidente sea elegido en votaci¨®n por los jefes del Ej¨¦rcito, general Torrelio. Torrelio no es el miembro m¨¢s influyente de la Junta, pero representa en ella a las fuerzas de tierra, que son las due?as indiscutibles del espacio militar boliviano.
El compromiso de Torrelio no tiene una fecha exacta de cumplimiento y dar¨¢ tiempo a la Junta y al nuevo Gabinete designado por ella, que ayer celebr¨® su primera reuni¨®n de trabajo, para poner en pr¨¢ctica las primeras medidas del compromiso pactado con los sublevados.
Sustituciones
La decisi¨®n m¨¢s espectacular adoptada hasta ahora por la Junta es la sustituci¨®n del coronel Arturo Doria Medina al frente del regimiento de blindados tarapaca, la unidad de intervenci¨®n inmediata m¨¢s importante de Bolivia, con sede en La Paz.
Doria Medina, un incondicional de Garc¨ªa Meza, ha sido destinado a la direcci¨®n de adunas.
Otra de las medidas forzadas por los militares que apoyan al general A?ez es la disoluci¨®n de los grupos paramilitares, que operan a la sombra del Ministerio del Interior, y que todav¨ªa acatan ¨®rdenes de¨ªex ministro y coronel Luis Arce G¨®mez, otro de los puntales de Garc¨ªa Meza.
Al enviar esa cr¨®nica se desarrollaba en este Ministerio una reuni¨®n de alto nivel, en la que se discut¨ªa el saneamiento "de los cuerpos armados sin control directo del Gobierno".
Arce G¨®mez, el omn¨ªmodo jefe de la represi¨®n durante el Gobierno de Garc¨ªa Meza, ha anaunciado que piensa reincorporarse al servicio militar activo, y ha pedido que la televisi¨®n boliviana, que dominan sus hombres, emita el programa 60 minutos.
Este informe de la televisi¨®n norteamericana probaba la implicaci¨®n directa de Arce G¨®mez en el tr¨¢fico de droga, y fue la causa directa de su ca¨ªda y posterior salida del Bolivia.
Lucho Arce ha anunciado que probar¨¢, en conferencia de Prensa, que todo fueron calumnia, orquestadas por el extremismo internacional.
En opini¨®n de algunos abservadores muy bien situados en Bolivia, la Junta heredera de Garc¨ªa Meza -que sigue sin obiener un solo reconocimiento internacional- podr¨ªa ser todav¨ªa desbordada por su derecha (coroneles Lea Plaza, Arce G¨®mez, Rico Toro, Dorla Medina, Gribowski, todos ellos del c¨ªrculo ¨ªntimo del ex presidente forzado a dejar el poder) si da muestras de excesiva debilidad o complacencia ante el sector m¨¢s democr¨¢tico de las fuerzas armadas, representado por los generales Cayola y A?ez.
La consolidaci¨®n de la Junta durante un tiempo breve ser¨ªa para aquellas fuentes lo menos malo que le puede suceder a este pa¨ªs, en el que estar¨ªan circulando millones de d¨®lares procedentes del narcotr¨¢fico para influenciar actitudes castrenses.
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