El juez Clemente Auger afirma que hay que desprenderse de la demagogia de la seguridad ciudadana
El magistrado-juez Clemente Auger ha pedido a los dem¨®cratas espa?oles que se desprendan de una vez de la demagogia de la seguridad ciudadana, que pone en peligro la seguridad jur¨ªdica, y de la demagogia de la disciplina y el orden contrarios a la conviencia razonada. En una conferencia titulada Inter¨¦s general y delito, que pronunci¨® en el curso Justicia y delito de la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo, de Santander, Clemente Auger afirm¨® que conviene tomar en consideraci¨®n ?la reducci¨®n dr¨¢stica de los tipos penales? ante la evidencia del car¨¢cter reproductor de todo el sistema penal, aludiendo al ejemplo de Holanda, en donde, sacando las consecuencias de un pluralismo de valores que incita a la tolerancia, ?el sistema penal reserva sus sanciones a un peque?¨ªsimo n¨²mero de infracciones, que s¨®lo acarrean una muy breve encarcelaci¨®n?.Para el magistrado-juez, la suprema protecci¨®n de intereses hecha por el establecimiento del delito, bajo la invocaci¨®n del inter¨¦s general, no es cosa distinta que el acto de poder fundamental, en cuyo ejercicio el principio de legalidad implica la seguridad jur¨ªdica, que hay que aceptar y defender como conquista de la democracia y no por adhesi¨®n al formalismo jur¨ªdico. Asumi¨¦ndolo, desaparece toda posibilidad de definici¨®n del delito por analog¨ªa, de aplicaci¨®n del mismo por retroactividad no favorable y, por ¨²ltimo, desaparece tambi¨¦n la posibilidad de considerar l¨ªcitas y permitidas t¨¦cnicas legislativas que no emplean elementos descriptivos en lenguaje claro y preciso, comprensible para todo ciudadano. Clemente Auger afirm¨® tambi¨¦n que de la definici¨®n del delito a la prisi¨®n. en su realidad y en sus defectos, se constata el gran fracaso de la justicia penal, que el delito se produce en la marginaci¨®n social, que la definici¨®n del delito respecto del inter¨¦s general es falsa, ?pues ni todos los delitos se persiguen, ni todos los delitos perseguidos se sancionan?, y que una definici¨®n democr¨¢ticamente avanzada del delito puede consistir en el abandono del criterio de nocividad social la defensa de los derechos de los individuos hist¨®ricamente determinados.
Pol¨ªtica criminal en la Constituci¨®n
En el mismo seminario, habl¨® el magistrado de la Audiencia Territorial Claudio Movilla Alvarez sobre Perspectivas de pol¨ªtica criminal en la Constituci¨®n. ?Si la Constituci¨®n es la suprema norma jur¨ªdica?, dijo, ?tiene que afectar de modo fundamental a un ordenamiento penal como el espa?ol, caracterizado por su evidente obsolescencia y su total incompatibilidad con el nuevo sistema de valores pol¨ªticos?. Movilla Alvarez dijo que es preocupante, en este sentido, que la perduraci¨®n del actual C¨®digo Penal vaya acompa?ada por la promulgaci¨®n de una serie de leyes que, bajo una justificaci¨®n de defensa de la democracia, ?ponen en cuesti¨®n algunos de los principios de la propia democracia?.Pero las virtualidades abiertas por el texto constitucional no hacen referencia ¨²nicamente al derecho penal, sino tambi¨¦n al ordenamiento procesal y penitenciario. Con relaci¨®n al derecho procesal, Movilla Alvarez piensa que ?debe rechazarse esa falsa alternativa entre celeridad del proceso y garant¨ªas del imputado y debe reclamarse una mayor viencia del principio de publicidad, que constituye una de las posibles formas de que la justicia responda ante su titular, que es el pueblo?. Asimismo dice que debe rechazarse esa tendencia, que se est¨¢ observando, de la reducci¨®n o sustituci¨®n de la pena por otros instrumentos de control, dotados de menos garant¨ªas, como son la prisi¨®n provisional y la detenci¨®n preventiva.
En el campo del derecho penitenciarlo, el magistrado Claudio Movilla dijo que es necesario que no se acepte como algo incuestionable el instrumento carcelario como medio normal de reacci¨®n ante el hecho delictivo. ?La c¨¢rcel ha demostrado de modo reiterativo su total incapacidad para la reinserci¨®n social del delincuente y la lucha debe ir encaminada, si no a su eliminaci¨®n, s¨ª a la reducci¨®n?.
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