Los Cuadros empresariales y las Comunidades Europeas

En el tortuoso camino de nuestro devenir como pueblo y naci¨®n se han cruzado muchas veces las v¨ªas que conducen nuestra sociedad hacia la modernidad y el progresismo. Desde hace algunos a?os, estos objetivos se materializan en las aspiraciones por incorporarnos a las Comunidades Europeas. En ¨¦stas hemos visto reunidos valores que, en el plano pol¨ªtico, econ¨®mico y social, constituyen importantes avances sobre nuestra realidad de cada d¨ªa. Sin olvidar nuestra identidad de profesionales activos en los distintos campos de la organizaci¨®n empresarial y t¨¦cnica, reconocemos, cada d¨ªa con m¨¢s fuerza, el paso hacia adelante que para nuestra sociedad supondr¨ªa el acercarnos un poco a la estructura social de los pa¨ªses de la CEE.La funci¨®n de los cuadros en nuestra sociedad va Intimamente ligada al desarrollo creciente de la misma. Comparando la situaci¨®n de nuestras empresas y de nuestra Administraci¨®n con la de los hom¨®logos de otros pa¨ªses comunitarios, constatamos una importante labor a realizar.

Nuestra adhesi¨®n a las Comunidades debe constituir la confirmaci¨®n de que el marco dentro del cual se desarrollar¨¢ en los pr¨®ximos a?os la econom¨ªa espa?ola ser¨¢ el de una econom¨ªa de mercado, que necesariamente ha de enfrentarse con un reto organizativo importante, en un campo de competencia e igualdad. La referencia al mercado competititvo comunitario e internacional constituye una clarificaci¨®n decisiva para los cuadros empresariales y profesionales, los cuales tendr¨¢n que ajustar su conducta a los principios de eficacia y racionalidad econ¨®mica exigidos por el mercado.

Refiri¨¦ndonos, en particular, al sector industrial, es necesario contemplar sus problemas en una ¨®ptica global y subjetiva a la vez.

En t¨¦rminos globales, nos planteamos cada d¨ªa las posibilidades que tendr¨¢n las distintas amas productivas de la industria espa?ola en ese mercado competitivo comunitario. De los muy variados an¨¢lisis llevados a cabo se desprende la necesaria reestructuraci¨®n de muchas actividades industriales para que alcancen el necesario grado de especializaci¨®n.

Pero, desde un punto de vista subjetivo, que es el aspecto que deseamos destacar, es necesario remarcar la trascendencia que en el proceso de reconversi¨®n tendr¨¢n los hombres que est¨¢n al frente de miles de empresas y de organizaciones estatales y privadas. Visto desde esta ¨®ptica, el problema de la adhesi¨®n de Espa?a a las Comunidades Europeas adquiere un car¨¢cter. netamente m¨¢s positivo. Los cuadros t¨¦cnicos, los empresarios y los profesionales espa?oles, tienen una capacidad de reacci¨®n y de adaptaci¨®n contrastada frente a sus hom¨®logos en otros pa¨ªses europeos. De la calidad de esta respuesta t¨¦cnica y profesional depender¨¢ en gran parte la capacidad de adaptaci¨®n de nuestra industria a unas condicionesde mayor exigencia organizativa. La fluidez del mercado del trabajo para los profesionales, de la industria es una exigencia de este proceso.

La Comunidad no es s¨®lo una uni¨®n aduanera que garantiza la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas en su interior. Es, adem¨¢s, un mercado com¨²n que permite la libre circulaci¨®n de trabajadores, de capitales, el libre establecimiento y la libre prestaci¨®n de servicios.

En el sector de servicios encontramos importantes actividades de los profesionales y de los cuadros que se ver¨¢n afectados por nuestra entrada en la Comunidad. La armonizaci¨®n progresiva del sistema financiero y fiscal, de la actividad comercial interior y exterior, de las profesiones libres, el aumento espectacular que puede darse en las ac4ividades de mediaci¨®n internacional en aspectos jur¨ªdicos, econ¨®micos y sociales hacen prever una mayor participaci¨®n de los cuadros y de los profesionales en ' la vida econ¨®mica de nuestro pa¨ªs, tanto en el interior de la empresa como fuera de ella. Muchas actividades nuevas aparecer¨¢n que exigir¨¢n una mayor capacitaci¨®n empresarial y directiva.

La expansi¨®n del sector servicios est¨¢ ¨ªntimamente ligada al desarrollo del sector industrial, al cual sirve. Un sector servicios mucho m¨¢s racionalizado y eficaz servir¨¢ al desarrollo general de la actividad econ¨®mica, mejorar¨¢ las condiciones de empleo y servir¨¢ de acicate para aminorar las tensiones sociales con las que actualmente se enfrenta nuestro pueblo.

Este cambio profundo de funcionamiento en muchos aspectos de la actividad econ¨®mica se ver¨¢ acelerado por la entrada en las Comunidades Europeas. Los otros pa¨ªses europeos ya disponen hoy de un esquema de actividades industriales y de servicios que puede corresponder a Espa?a en los pr¨®ximos diez a?os. Y en este nuevo marco, la funci¨®n de los cuadros y profesionales es fundamental.

La evoluci¨®n del marco agroalimentario

El ingreso d e Espa?a en la Comunidad abre un horizonte esperanzador a los t¨¦cnicos y empresarios del sector agroalimentario que realmente persigan un marco de acci¨®n guiado por principios de competencia y alto desarrollo tenol¨®gico y de gesti¨®n. La realidad espa?ola parte de un modelo productivo de tecnificaci¨®n escasa y, en cuanto al proceso comercializador, existen todav¨ªa residuos de lo que signific¨® proteccionismo o intervenci¨®n, elementos en principio poco motivadores de lo que es una gesti¨®n empresarial din¨¢mica y altamente tecnificada.

Por qu¨¦ no decir que existir¨¢n problemas en la integraci¨®n: determinadas l¨ªneas de producci¨®n, sentir¨¢n r¨¢pidamente los efectos beneficiosos de la adhesi¨®n, otras m¨¢s lentamente y otras realmente se sentir¨¢n perjudicadas. El balance global ser¨¢, sin duda, positivo. El desarrollo del sector agroalimentario dentro de la actual Comunidad es una prueba evidente de los objetivos alcanzados por la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n. Los t¨¦cnicos y empresarios de este sector ver¨¢n incrementadas sus perspectivas y, sobre todo, ver¨¢n m¨¢s claro su papel dentro del marco econ¨®mico en el que se van a mover. El cambio de reglas de juego producir¨¢ un impacto positivo en empresas y personas que persigan una actividad din¨¢mica y competitiva.

Por otra parte, la ampliaci¨®n del Mercado Com¨²n a Espa?a y el l¨®gico incremento de los intercambios intracomunitarios en una Europa de doce miembros llevar¨¢ consigo un aumento de la actividad come realizadora de productos agroalimentarios. Esta actividad nueva perfilar¨¢ nuevos horizontes para t¨¦cnicos y empresarios, que se encontrar¨¢n inmersos en el mayor mercado mundial de productos del sector agroalimentario, tanto desde el punto de vista de comercio intracornunitario como d e intercambios con pa¨ªses terceros ajenos a la futura Comunidad.

En conclusi¨®n, la adhesi¨®n a las Comunidades Europeas, sin constituir en ning¨²n caso la panacea para nuestros males econ¨®micos y sociales, supondr¨¢ un paso adelante en la racionalizaci¨®n operativa de muy variados aspectos de las actividades econ¨®micas espa?olas. La presi¨®n social y las exigencias de un mercado competitivo comunitario e internacional nos obligar¨¢n a llevar a cabo en poco tiempo cambios que, de otra forma, tardar¨ªamos decenios en poner en pr¨¢ctica. Y esta funci¨®n de cambio ha de ser conducida primordialmente por los hombres que ocupen puestos de responsabilidad en el mundo empresarial y profesional. De su preparaci¨®n y eficacia depender¨¢, en gran parte, la adecuada soluci¨®n al reto que la adhesi¨®n supone.

Vicente Paraj¨®n y Jos¨¦ Manuel Silva Rodr¨ªguez son miembros de la Comisi¨®n de Pol¨ªtica Sectorial que, coordinada por Jos¨¦ Joaqu¨ªn Flechoso, pertenece a la Asociaci¨®n Empresa y Democracia.