La tesis de una independencia controlada
Independencia controlada, beligerancia, reflejo de la sociedad espa?ola y, pasi¨®n por la libertad de expresi¨®n desde posiciones combativas en el fomento de los valores recogidos en la Constituci¨®n resumen los criterios con que Fernando Castedo se enfrenta a su cargo de director general de Radiotelevisi¨®n Espa?ola. En veinte folios, la lecci¨®n inaugural del curso Estado y comunicaci¨®n de masas, de la Universidad Internacional Men¨¦ndez y Pelayo, de Santander, es una apretada filosof¨ªa comunicativa que comienza con la afirmaci¨®n de que ?la radiotelevisi¨®n estatal es un medio para la convivencia democr¨¢tica? y termina rechazando a quienes ?suspiran todav¨ªa por una radiotelevisi¨®n uniformada, sin discrepancias y que se acomode a lo que quieren o¨ªr y ver?.Para Fernando Castedo, la radio y la televisi¨®n cumplen una funci¨®n ?como cualquier otra instituci¨®n estatal? y, por tanto, no pueden ser ?exclusivamente gubernamentales ni antigubernamentales
De ning¨²n modo pueden ser aceptadas presiones, censuras ni amenazas? para que sea una u otra de estas dos cosas, salvando (y subrayando) los ?ciertos criterios de proporcionalidad y equilibrio entre las fuerzas pol¨ªticas, en raz¨®n de la voluntad popular reflejada en las urnas electorales?. El cumplimiento de esas dos reglas ?ser¨¢ un servicio al pluralismo pol¨ªtico?.
Fernando Castedo remite las responsabilidades y beligerancias de sus medios a la audiencia espa?ola de los a?os ochenta, a cuyos valores debe servir ?informando, formando y entreteniendo? desde posiciones ?no neutras? ante los ataques a la democracia elegida por el pueblo, sino ?en el debate libre y pol¨ªtico de los problemas pol¨ªticos, sociales, econ¨®micos, culturales y religiosos?. El principio, ?que siempre he sostenido ?, de la necesidad de hacer de la libertad de expresi¨®n ? una pasi¨®n cotidiana en los directivos y profesionales de los medios de comunicaci¨®n estatales? lo remite tambi¨¦n a la primac¨ªa de lo objetivo sobre la versi¨®n subjetiva, a la responsabilidad y al ? profundo sentido del Estado ?.
La ?cuarta afirmaci¨®n? en los principios de Castedo queda enunciada en el sentido de que la radio y la televisi¨®n ?son tambi¨¦n un servicio p¨²blico de car¨¢cter cultural? para la modernizaci¨®n del pa¨ªs?, haciendo participar a la poblaci¨®n en el proceso pol¨ªtico, facilitando la discusi¨®n y la toma de decisiones, ?obteniendo un consenso equilibrado en cuestiones dif¨ªciles e importantes, que destierren para siempre ese concepto de guerra interior entre las dos Espa?a de que nos habla Machado?.
Como espejo y motor del desarrollo d¨¦ la sociedad, la radiotelevisi¨®n debe informar, y Fernando. Castedo entiende el t¨¦rmino en su globalidad, como ?regulador, coordinador y dinamizador de la democracia. Es el educador p¨²blico del pueblo?, dice, y asigna ese papel, ?nos guste o no a los dem¨¢s ?, a los informadores, que ?tienen que reflejar la Espa?a real y pluralista, la nueva sociedad en que vivimos?, trascendiendo la divisi¨®n de las dos Espa?as, ?la real y la oficial?, que son la consecuencia ?de un sistema autoritario y dirigista que ocultaba unos hechos y exaltaba otros para que sirviesen de espejismo?. Castedo no entra en el debate del ?cuarto poder?. Prefiere limitar el papel de la radio y la televisi¨®n estatales a la calidad de ?plaza p¨²blica donde se comparten los hechos, las ideas y las experiencias convividos por todos los ciudadanos?. Antes de un ep¨ªlogo, en el que cita a Azor¨ªn, pidiendo ?una Espa?a ¨¢vida por saber y conocer? como condici¨®n para salir de su marasmo, Fernando Castedo enuncia la conclusi¨®n de la ?independencia y el control? de los me dios a su cargo. Pero ?no una independencia aut¨¢rquica, sino controlada? por el Estatuto y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, por el Parlamento. En palabras del director general de RTVE, una independencia que favorezca ?una convivencia estable, tolerante, respetuosa y solidaria... Democracia con may¨²scula, al fin ?.
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