Preocupaci¨®n por la plaga de incendios forestales intencionados
El orden p¨²blico de los pueblos de la sierra de Guadarrama es competencia de una compa?¨ªa de la Guardia Civil, repartida en trece puestos ubicados en otras tantas localidades. El puesto de mando se encuentra en San Lorenzo de El Escorial, a las ¨®rdenes de un capit¨¢n que lleva en dicho cargo desde 1976. Tiempo suficiente para conocer las caracter¨ªsticas de la zona que manda. Sus conclusiones, apoyadas en datos estad¨ªsticos, se?alan que toda la sierra de Guadarrama es bastante tranquila en cuanto a la comisi¨®n de delitos se refiere. En este tiempo se han cometido cinco delitos de homicidio o asesinato, que han sido esclarecidos todos.El n¨²mero de atracos tampoco es significativo. S¨®lo catorce se cometieron en 1979, de los que tres fueron en verano. En 1980 hubo quince, cuatro en la temporada veraniega, y este a?o se llevan contabilizados seis, de los que s¨®lo uno se, realiz¨® en el mes de julio. Lo m¨¢s habitual, fuera del verano, son los robos y hurtos en pisos y chal¨¦s. Lo que ocurre es que los afectados lo comentan precisamente en estos tres meses y de ah¨ª puede salir la impresi¨®n de que la sierra es una zona muy castigada por los delincuentes. Durante julio, agosto y septiembre disminuye bastante este tipo de hechos y aumentan casi en la misma proporci¨®n los referidos a robo de coches y del interior de los mismos.
Los pueblos de Las Rozas Majadabonda, por su cercan¨ªa con Madrid, son los m¨¢s afectados, a bastante distancia de todos los dem¨¢s. Los delitos de m¨¢s envergadura, tales como atracos a bancos o farmacias, suelen ser protagonizados por personas venidas del extrarradio de Madrid, de Alcorc¨®n Legan¨¦s o M¨®stoles, que acceden a los pueblos de la sierra por la carretera de Boadilla y escapan luego con relativa facilidad por la numerosa red de carreteras comarcales.
En general, la situaci¨®n no es demasiado preocupante. El n¨²mero de actos delictivos incluso ha remitido en los ¨²ltimos a?os. Hay que advertir que en las cifras totales est¨¢n inclu¨ªdos los robos perpetrados en el interior de los coches, que siempre se refieren a objetos de no demasiado valor. Los alrededores de las discotecas, piscinas y lugares que atraen mucho p¨²blico son los m¨¢s propicios para los amigos de lo ajeno. La sensibilizaci¨®n ciudadana hacia hechos de este tipo ha originado un clima de colaboraci¨®n con las fuerzas del orden p¨²blico y, en numerosas ocasiones los propios vecinos han denunciado la presencia de gente sospechosa.
Tampoco la droga parece que tiene un campo abonado entre los veraneantes. La mayor¨ªa de ellos pertenecen a la clase media o media-alta y los j¨®venes consumen hach¨ªs, el popular chocolate, con relativa facilidad,- sin que se haya advertido hasta ahora la presencia de camellos importantes. La partida m¨¢s fuerte que incaut¨® la Guardia Civil fue a un muchacho al que se detuvo con novecientos gramos. La droga dura, hero¨ªna y coca¨ªna sobre todo, no ha sido detectada todav¨ªa, lo que no significa que no se consuma, pero parece ser que en todo caso ser¨ªa en cantidades peque?as y afectar¨ªa a muy pocas personas. En opini¨®n del capit¨¢n de la Guardia Civil, "cuando en una zona abunda la droga dura, no puede por menos que notarse".
Numerosos vigilantes jurados
Hay que contar adem¨¢s con la presencia de vigilantes jurados, cuya contrataci¨®n es una pr¨¢ctica que se extiende cada vez m¨¢s en las urbanizaciones de cierta categor¨ªa, as¨ª como la vigilancia ejercida por las fuerzas de la polic¨ªa municipal de los ayuntamientos m¨¢s importantes y al hecho de que los particulares optan por proteger sus pisos y chal¨¦s con sistemas de alarma anti-robos, desde la simple puerta de seguridad, que ya es un factor de disuasi¨®n, hasta los sof¨ªsticados sistemas de alarma en los chal¨¦s. Entre estos ¨²ltimos se encuentran incluso algunos basa dos en el peso que una alambrada puede soportar sin que la alarma entre en funcionamiento. El peso de un gato, un perro o un ni?o no significar¨ªa nada, pero si una persona adulta intenta dar el salto, su peso basta para activar la alarma.
Incendios por imprudencias
?l pasado 6 de junio, el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia recog¨ªa una circular del Gobierno Civil de Madrid por la que se consideraba zona peligrosa toda la parte norte de la provincia, incluida, por supuesto, la sierra de Guadarrama La ¨¦poca de peligro quedaba delimitada en principio entre el 15 de junio y el 30 de septiembre, susceptible de ampliarse en el tiempo si las condiciones climatol¨®gicas o de otro tipo as¨ª lo aconsejaran.
La circular describ¨ªa detalladamente lo que los madrile?os deben hacer: apagar cuidadosamente cerillas, colillas y hogueras encendidas, no utilizar cartuchos provistos de taco de papel en el caso de los cazadores y no acampar ni hacer fuego en los montes p¨²blicos fuera de las zonas limitadas al efecto. El empleo del fuego en labores agr¨ªcolas, como la quema de rastrojos o similares, necesita una autorizaci¨®n previa, al igual que arrojar cohetes verbeneros o almacenar y transportar materiales explosivos o inflamables.
A pesar de eso, seg¨²n datos facilitados por la Delegaci¨®n Provincial del leona, todav¨ªa son muchos los incendios producidos por personas imprudentes o, simplemente, insolidarias. El conductor que arroja la colilla del cigarro por la ventanilla, tal vez con la creencia de que no va a pasar nada, como realmente ocurre en la mayor¨ªa de las veces, pero siempre hay una que s¨ª origina el fuego. Precisamente el incendio m¨¢s fuerte que se produjo en Madrid en los ¨²ltimos a?os ocurri¨® en Guadarrama, en 1978, entre el puerto de Los Leones y la carretera de La Coru?a. Afect¨® a 168 hect¨¢reas y comenz¨® cerca de la carretera. El mismo d¨ªa, a finales de agosto, se origin¨® otro en el t¨¦rmino municipal de Navacerrada, asimismo iniciado al lado de una v¨ªa comarcal. Posiblemente la mayor¨ªa de la gente lo ignore, pero una simple botella vac¨ªa arrojada a la cuneta puede actuar como lupa y ser el comienzo de un incendio. El m¨¢s importante ocurrido este a?o se dio el 30 de julio, en las laderas bajas de Pe?alara. Afect¨® a unas sesenta hect¨¢reas y fue originado por la ca¨ªda de un rayo.
Como todos los a?os, el leona ha reforzado sus efectivos de cara a la temporada veraniega. Existe una emisora central, que funciona todo el d¨ªa, quince comarcales y 35 puestos fijos de observaci¨®n, adem¨¢s de diecinueve cuadrillas de unos seis o siete hombres cada una, que constituyen una fuerza de choque para intentar atajar el fuego en sus inicios.
Sin embargo, el mayor peso de la vigilancia contra incendios en la provincia recae en los servicios de la Diputaci¨®n Provincial. Es este organismo el que, a trav¨¦s de un estudio realizado por sus t¨¦cnicos, ha dado la voz de alarma en el sentido de que los incendios forestales, con ser importantes, no lo son tanto como los incendios agr¨ªcolas o de pastos, que pueden suponer p¨¦rdidas mucho m¨¢s graves que los primeros. Hay que se?alar que las personas que acuden al campo han elevado considerablemente su grado de conciencia ante el problema. Basta comparar las 6.000 hect¨¢reas que se quemaron en 1966 con las 300 hect¨¢reas de media anual que han ardido en el ¨²ltimo decenio.
Este a?o, hasta el 14 de julio, las actuaciones contra incendios en las que intervino la Diputaci¨®n fueron las siguientes: catorce incendios de monte arbolado, que afectaron a 38 hect¨¢reas; 36 de monte bajo, que afectaron a 386 hect¨¢reas; 260 incendios de pastos, con un total de 574 hect¨¢reas, diez incendios producidos por la quema de rastrojos, que afectaron a quince hect¨¢reas; y 34 de cereales, que arrojaron el resultado de 75 hect¨¢reas de cosecha perdidas.
Los tres parques m¨¢s importantes de la Diputaci¨®n est¨¢n situados formando un frente contra el fuego a lo largo de toda la sierra de Guadarrama, en Aldea del Fresno, El Escorial y Lozoyuela. Otros seis parques de zona rodean el arca metropolitana de Madrid, de forma que pueden acudir hacia el exterior de la provincia o hacia la capital. Existen otros diez parques auxiliares agrarios repartidos por toda la provincia. Aun as¨ª, durante el verano se refuerzan estos ¨²ltimos con nueve conductores y veintisiete bomberos voluntarios, lo que tampoco quiere decir que las necesidades est¨¦n cubiertas por completo. La importancia de los incendios agr¨ªcolas se refleja en la estad¨ªstica del a?o anterior: 224 forestales contra 1.270 agr¨ªcolas.
Detenci¨®n de dos incendiarios
A mediados de julio, una pareja de la Guardia Civil de Tr¨¢fico advirti¨® que dos hombres estaban prendiendo fuego a una zona de pastos situada a la altura del kil¨®metro 39,200 de la carretera a Navacerrada. Fueron detenidos y conducidos a presencia del juez de guardia. Muchos de los incendios no son provocados por imprudencias, sino intencionadamente, pero a¨²n no se ha hecho un estudio psicol¨®gico sobre las motivaciones que llevan a determinadas personas a realizar actos de este tipo de forma gratuita, simplemente como una forma extra?a de diversi¨®n. En este caso, los dos hombres, uno de diecinueve a?os y otro pasada la treintena, no ten¨ªan motivo aparente alguno que justificara su actitud. Acababan de bajar del tren en Villalba y hac¨ªan auto-stop. Mientras esperaban que alguien les recogiera, tal vez por aburrimiento o como consecuencia de tendencias antisociales, se adentraron un poco en el campo y lo prendieron fuego.
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