Claro distanciamiento entre Calvo Sotelo y Adolfo Su¨¢rez en el seno de UCD
El enfrentamiento personal y pol¨ªtico que subyace desde hace meses entre el presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo y su antecesor en el cargo, Adolfo Su¨¢rez, ha llegado en los ¨²ltimos d¨ªas a tal punto de enconamiento que se ha convertido ya en una realidad aceptada por los cabezas de fila del partido del Gobierno, Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD). Desde su retiro veraniego de Avila, el duque de Su¨¢rez ha reiterado su apoyo a Calvo Sotelo, pero quienes asistieron a la ¨²ltima reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo recuerdan las constantes objeciones que el duque y sus hombres presentaron a Calvo Sotelo en dos temas de vital importancia pol¨ªtica: la integraci¨®n de Espa?a en la OTAN y la firma de los acuerdos auton¨®micos con los socialistas.
Adolfo Su¨¢rez y, con especial insistencia, Fernando Abril no mostraron en ning¨²n momento una oposici¨®n abierta a la integraci¨®n espa?ola en la Alianza Atl¨¢ntica, de la que ambos son partidarios. Lo que s¨ª hicieron, tanto uno como otro, fue poner sobre el tapete problemas a¨²n no resueltos a su juicio, que rodean la integraci¨®n: ??Est¨¢ debidamente informado el se?or presidente?, pregunt¨® Su¨¢rez, ?sobre las consecuencias que nuestra entrada en la OTAN va a reportar sobre las relaciones de Espa?a con los pa¨ªses ¨¢rabes??. ??Y tambi¨¦n lo est¨¢?, insisti¨® el duque, ?sobre los efectos que esto mismo va a tener sobre nuestras relaciones con los pa¨ªses hispanoamericanos??.No fueron estas las dos ¨²nicas objeciones; los socialdem¨®cratas se sumaron al cap¨ªtulo de los reticentes, y as¨ª, mientras el ex ministro Luis Gonz¨¢lez Seara planteaba la inoportunidad de someter este tema a debate ?nada m¨¢s anunciar los norteamericanos la puesta a punto de la bomba de neutrones?, el titular de Justicia Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez sacaba a colaci¨®n la extra?a situaci¨®n en que pueden quedar Ceuta y Melilla despu¨¦s de la integraci¨®n, ya que ambas est¨¢n situadas por debajo del Tr¨®pico de C¨¢ncer, considerado el l¨ªmite de defensa por parte de los pa¨ªses miembros de la Alianza Atl¨¢ntica. En otras palabras, el art¨ªculo 6? del Tratado del Atl¨¢ntico Norte establece que un ataquemilitar por parte de una potencia no occidental sobre Ceuta y Melilla podr¨ªa ser considerado como una agresion.
Leopoldo Calvo Sotelo no convenci¨® a sus oponentes, pese a contar en todo momento con la ayuda del ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca. No obstante, se mantuvo firme en su decisi¨®n de iniciar la recta final para la incorporaci¨®n de nuestro pa¨ªs a la Organizaci¨®n Atl¨¢ntica, y argument¨® que este s¨ª era, efectivamente, el momento m¨¢s adecuado para ello, ya que la opini¨®n p¨²blica cuenta con que se va a hacer, los militares est¨¢n de acuerdo y, por tanto, dilatar el proceso podr¨ªa traer consecuencias negativas.
Tampoco recogi¨® Calvo Sotelo la pelota lanzada por Fernando Abril y el propio Adolfo Su¨¢rez para que la integraci¨®n se presentara ante la opini¨®n p¨²blica y el Parlamento como una decisi¨®n personal del presidente o de Gobierno y no como un acuerdo del conjunto del partido ya que exist¨ªan discrepancias sobre la oportunidad del momento elegido por las mencionadas razones y por la proximidad del juicio de los golpistas del 23 de febrero.
Las casi cuatro horas de debate empleadas en este primer punto del orden del d¨ªa dan una idea de lo espinoso que debi¨® resultar el acercamiento de posiciones dentro del Comit¨¦ Ejecutivo centrista.
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Suaristas y socialdem¨®cratas, protagonistas de la contestaci¨®n interna a Leopoldo Calvo Sotelo
Viene de primera p¨¢ginaPoco despu¨¦s, al informar Calvo Sotelo sobre los acuerdos auton¨®rnicos firmados con el PSOE a finales de Jullo volvieron nuevaniente a suscitarse las discrepancias. Adolfo Su¨¢rez consideraba que la elecci¨®n directa de los miembros de las diputaciones. cuesti¨®n esta que se empe?aron en conseguir los socialistas y que parece que lograron a cambio de modificar UCD el sistema de elecci¨®n de alcaldes, iba a perjudicar notablemente a UCD: ?Con este acuerdo, algunas diputaciones que actualmente cuentan con mayor¨ªa centrista pasaron a manos de los socialistas?, se le advirti¨® al presidente. Tan convencidos estaban de ello suaristas y socialdem¨®cratas, que Luis G¨¢mir se vio en la necesidad de explicar que la Diputaci¨®n de Alicante ?Ya pod¨ªa considerarse perdida para UCD?.
Al terminar la reuni¨®n, los doce m¨¢ximos dirigentes del partido del Gobierno, cenaron juntos en un restaurante madrile?o. Ni siquiera el vino, por lo que tiene de relajante, consigui¨® aliviar las tensiones de la reuni¨®n anterior.
Cada cual sigui¨® defendiendo lo rnisino que durante la sesi¨®n del Corrilt¨¦ Ejecutivo, y el presidente Calvo Sotelo, visiblemente contrariado, abandon¨® la mesa inmediatamente despu¨¦s del postre con la excusa de que al d¨ªa siguiente ? hab¨ªa Consejo de Ministros?.
Como no se lleg¨® a ning¨²n acuerdo durante la cena, los doce decidieron delegar en una comisi¨®n de seis -integrada por Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, Oscar Alzaga, Ignacio Camu?as. Rafael Arias, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, Rodolf¨® Mart¨ªn Villa- para que intentara llegar al acuerdo del que. Por lo visto tan numeroso grupo fue incapaz.
Precisamente ayer se celebr¨® la primera reuni¨®n de trabajo de esta comisi¨®n de los seis, tambi¨¦n denominada de salvamento de UCD tiene como misi¨®n el intentar pactar actierdos rn¨ªnirrios sobre los grandes ternas que se debatir¨¢n a partir de septierribre en el Parlamento y evitar as¨ª los espect¨¢culos a que UCD hab¨ªa acostumbrado a la opini¨®n p¨²blica con sus discrepancias internas y con sus reiteradas rupturas de disciplina de voto. La reuni¨®n se prolong¨® por espacio de cinco horas -almuerzo incluido- y tuvo lugar en la sede centrista madrile?a. En principio nada ha trascendido acerca de lo tratado -a excepci¨®n de la televisi¨®n privada, que seabord¨® en profundidad-, y las impresiones recogidas por EL PAIS apuntaban anoche hacia que tal vez sean posibles acuerdos de principio, pero ni siquiera esto puede garantizar la continuidad de UCD como partido. ?Estamos demasiado lejos ideol¨®gicamente unos de otros y, por muy buena voluntad que estemos poniendo, dudo que, llegado el momento, no vuelvan a producirse serias discrepancias?, se?alaron dos de los asistentes.
Esta coincidencia en la contestaci¨®n a Leopoldo Calvo Sotelo, aunque no en cuestiones de fondo, observada en la ¨²ltima reuni¨®n del ejecutivo centrista entre suaristas y socialdem¨®cratas, unido al hecho de que ambas filinilias centristas aspiran a ocupar el espacio pol¨ªtico situado ?a la izquierda de Calvo Sotelo dentro de UCD?, l¨ªa hecho pensar a algunos observadores la posibilidad de que suaristas y socialdem¨®cratas lleguen a un acuerdo m¨¢s estrecho que el que mantienen en la actualidad, sin descartar tampoco una futura confluencia electoral entre ambos. Sin embargo, fuentes socialdem¨®cratas han aseourado a este peri¨®dico que, de momento, las distancias est¨¢n bien marcadas entre unos y otros. ?Nosotros tenemos nuestro propio espacio pol¨ªtico y actuamos en consecuencia. El duque la ver¨¢ si se quiere unir a nosotros o no, pero hasta hoy nada hemos hablado al respecto?, aseguraron las citadas fuentes.
Todo parece indicar que se ha agudizado el enfrentamiento entre Calvo Sotelo y Su¨¢rez, y ello supondr¨¢ un problema m¨¢s -y no el menos importante- a la ya de por s¨ª conflictiva situaci¨®n del primer partido de este pa¨ªs.
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