Reagan: la raz¨®n y la fuerza
Con motivo de la reciente autorizaci¨®n que el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, ha dado al definitivo asamblaje de la bomba de neutrones, se ha desencadenado una campa?a de ataque a dicha decisi¨®n por parte de los medios informativos y, de paso, gen¨¦rica en contra de su gesti¨®n y personalidad, en los siete meses desde que tom¨® posesi¨®n de su cargo.Las decisiones econ¨®micas, militares, e incluso internas, al parecer, producen la indignaci¨®n de quienes creen verse afectados y s¨®lo perciben las cosas desde su especial ¨®ptica o de sus condicionamientos pol¨ªticos y econ¨®micos.
Vayamos por partes:
Primero: el "complejo de crimen at¨®mico" que se intentaba sembrar en la mente del pueblo americano por haber utilizado la bomba at¨®mica durante la segunda guerra mundial ha sido de una vez contrarrestado por la decisi¨®n de Reagan de dar "luz verde" a la bomba de neutrones, precisamente coincidiendo con el difundido aniversario de la tragedia de Hiroshima... ?Por qu¨¦?
Pues bien: Estados Unidos no inici¨® la segunda guerra mundial, y para finalizarla lo antes posible, despu¨¦s de cinco a?os de horror y de muerte, tuvieron que emplear tan terrible arma...
Tanto los alemanes como los japoneses lo hubieran hecho de haber tenido finalizado el proyecto. Es bien sabido que Alemania y Jap¨®n ten¨ªan muy avanzada la tecnolog¨ªa para la desintegraci¨®n del ¨¢tomo, as¨ª como los sistemas para su transporte y utilizaci¨®n militar (las famosas V-I y V-II fueron el "inicio" de un objetivo de guerra nuclear ... ).
Adem¨¢s, sin la puesta en marcha de la operaci¨®n Manhattan por parte de Estados Unidos, la contienda hubiera durado much¨ªsimos meses m¨¢s o quiz¨¢ a?os, por lo que el coste en vidas humanas habr¨ªa sido igual o superior al que tuvo la explosi¨®n de la bomba at¨®mica.
Sabiendo que el adversario la utilizar¨ªa sin contemplaciones en caso de poseerla, ?qu¨¦ alternativa les quedaba a los norteamericanos (y a sus aliados ... )?
No es este el momento de analizar todo el contexto de la segunda guerra mundial; es s¨®lo una referencia para encuadrar los argumentos de este art¨ªculo.
Recientemente, en la "no declarada guerra" de Afganist¨¢n, al parecer, Rusia utiliz¨® gases venenosos (prohibidos por acuerdo internacional desde la primera guerra mundial... ).
Por otro lado, todas las potencias industriales del mundo tienen o desean tener arsenales at¨®mic¨®s, y no precisamente de bombas at¨®micas (de fisi¨®n), sino de hidr¨®geno (fusi¨®n), cuyos efectos son cientos de veces m¨¢s mort¨ªferos que las dos utilizadas contra Jap¨®n, por las razones expuestas anteriormente.
Francia se siente orgullosa de su poder¨ªo at¨®mico, y sin contar, por supuesto, con Rusia, cuyo arsenal es impresionante, hay media docena de pa¨ªses que ya tienen armamento nuclear, y otros que est¨¢n en v¨ªas de obtenerlo, y estas bombas son mucho m¨¢s peligrosas que la de neutrones.
Curiosamente, Alemania y Jap¨®n, despu¨¦s de perder la guerra, han conseguido los m¨¢s altos niveles de desarrollo industrial, pero tambi¨¦n de bienestar realmente democr¨¢tico y social de sus habitantes...
Aparte de su capacidad de trabajo, inteligencia y estabilidad pol¨ªtica, los presupuestos de defensa son pr¨¢cticamente ¨ªnfimos por su calidad de "vencidos"... Por tanto, ese porcentaje del PNB que gravita y grava a casi todos los pa¨ªses importantes lo pueden utilizar en la optimizaci¨®n de sus econom¨ªas, ya que el problema de la defensa es de los "vencedores"...
Una bomba necesaria
Por ello, la bomba de neutrones es, no deseable, pero s¨ª necesaria para establecer de nuevo el equilibrio militar entre los dos "bloques" (OTAN-Pacto de Varsovia). Es un arma terrible, pero defensiva, y su objetivo ser¨ªa la neutralizaci¨®n de fuerzas invasoras del Este hacia el Oeste.
Para negociar el desarme y consolidar la paz no queda m¨¢s remedio que igualar fuerzas. Ya dec¨ªan los romanos: "Si quieres la paz, prep¨¢rate para la guerra...".
Lo que ocurre es que determinadas decisiones no son populares (es l¨®gico), pero a los gobernantes se les exige a nivel hist¨®rico que sean precisamente eficaces y que no sacrifiquen las decisiones necesarias por una popularidad deseada pero no imprescindible.
Para cualquier experto en la materia est¨¢ claro que en los ¨²ltimos a?os el poder¨ªo, militar sovi¨¦tico super¨® t¨¢cticamente al occidental. De ah¨ª el miedo a que Reagan ganara las elecciones. ?Afortunadamente para muchos, las gan¨®! El misticismo es precisamente uno de los detonantes m¨¢s peligrosos para desencadenar una guerra; el pragmatismo, no, y Reagan es un pr¨¢ctico.
Quiero aclarar que, como espa?ol, europeo y "occidental", no me agrada que existan bombas de neutrones, de hidr¨®geno ni de cualquier otro tipo, y espero que el que quiera entender entienda que estas l¨ªneas no son una apolog¨ªa del belicismo, sitio todo lo contrario.
Segundo: el se?or Reagan, durante su campa?a electoral, estableci¨® la necesidad de consolidar la econom¨ªa de su pa¨ªs.
Fue una promesa electoral que est¨¢ cumpliendo. Estamos acostumbrados a que las promesas electorales sean s¨®lo eso: promesas...
Aqu¨ª la cosa cambia. La inflaci¨®n en EE UU era superior a la que pod¨ªan mantener y los remedios, como las medicinas, no siempre saben bien. Como gobernador de California lo prob¨®.
Es l¨®gico que a los dem¨¢s nos fastidie la subida mete¨®rica del d¨®lar. Pues bien, me pregunto: ?qu¨¦ pas¨® cuando el d¨®lar "cay¨®" gracias a la pol¨ªtica monetaria europea y De Gaulle impuls¨® a la "Gran Europa" para aumentar su sentimiento de superioridad? ?El viejo continente estaba satisfecho! Ahora...
La moneda, al final, refleja los activos de un pa¨ªs, sus reservas su capacidad productiva, su imaginaci¨®n creadora, su competitividad internacional y, por supuesto, su buena administraci¨®n.
Entonces, ?es de extra?ar que el d¨®lar suba en relaci¨®n a otras monedas?
En justicia, es l¨®gico que el presidente de, Estados Unidos cumpla lo dicho en su programa electoral. El ha sido elegido por el pueblo de Estados Unidos (y, por cierto, con una abrumadora mayor¨ªa) y a ¨¦l se debe. Lo que no quiere decir que deje de cumplir sus compromisos internacionales, tanto a nivel moral como econ¨®mico y militar.
La reducci¨®n del gasto p¨²blico es otro hecho que no se ha quedado en la nebulosa de las palabras que se lleva el viento.
Quienes esperaban favoritismos, o revanchismos, o prebendas est¨¢n ya s¨®lidamente desilusionados. Administrar es estar al servicio de la naci¨®n y no la naci¨®n al servicio de la burocracia y del "aparato" gubernamental.
La reducci¨®n de impuestos, a la larga, fomenta el empleo y reactiva la inversi¨®n, el ahorro, la producci¨®n y, en definitiva, el mejoramiento social. ?O es que la gran mayor¨ªa que vot¨® a Reagan no era la clase trabajadora? Am¨¦rica (Estados Unidos) necesitaba recuperar la ilusi¨®n y, por qu¨¦ no, el respeto. Reagan lo est¨¢ consiguiendo (empezando con la liberaci¨®n de los rehenes secuestrados en Ir¨¢n).
Una respuesta clara
El atentado del que fue v¨ªctima, a s¨®lo dos meses de estar en la Casa Blanca, es otra prueba de que para ciertas "mentalidades extra?as" Reagan era y es una "amenaza". Lo que no pudieron conseguir con las campa?as de desprestigio, ridiculizando su actividad pasada como actor o sus aficiones camperas y tradicionales de su pa¨ªs, estuvo a punto de conseguirlo un loco (?) cuya oscura actuaci¨®n todav¨ªa no est¨¢ muy clara...
Tambi¨¦n, y para intentar "amargarle" las vacaciones, los controladores a¨¦reos protagonizaron una huelga ilegal (ilegal por su condici¨®n de empleados federales). La respuesta de Reagan ha sido clara, aunque muchos la consideren "escandalosa" y se rasguen las vestiduras...
No son precisamente los controladores a¨¦reos el sector peor pagado y cuidado. Pero si en un contrato laboral, de libre y mutuo acuerdo, se establece que por razones de seguridad e inter¨¦s nacional no se acepta la huelga, pues no se acepta y punto.
?Qu¨¦ ocurrir¨ªa en la Uni¨®n Sovi¨¦tica s¨ª hubiera una huelga de controladores a¨¦reos? Lo que est¨¢ pasando en Polonia es por s¨ª mismo descriptivo de la reacci¨®n comunista a cualquier actitud o postura que no encaje en sus esquemas y directrices.
Como final, dir¨¦ que el presidente americano tiene la ventaja de la madurez, sin los inconvenientes de la vejez, y que ha sabido rodearse de colaboradores cuyo prestigio es bien reconocido. Precisamente en el terreno internacional el general Haigh es y fue profundamente respetado y apreciado por los gobernantes europeos, cuando era comandante en jefe de la NATO (OTAN). Por cierto, Organizaci¨®n a la que ya deber¨ªa pertenecer Espa?a hace tiempo.
Reagan ha dado ejemplo de rectitud, y que ha respetado a muchos altos miembros de la Administraci¨®n dem¨®crata, manteni¨¦ndoles en sus puestos y demostrando que no por no ser republicanos iba a destituirles si eran eficaces y honestos.
Por a?adidura, cuenta con el apoyo casi total del Congreso y del. Senado y del pueblo, al que representan. Las ¨²ltimas encuestas as¨ª lo demuestran ampliamente.
En fin, que a la pregunta o titular "?Quo vadis, Reagan?" (EL pa¨ªs, 13 de agosto de 1981) me permitir¨ªa contestar: Hacia el Oeste... (del muro de Berl¨ªn).
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