Sur¨¢frica utiliza en su ataque a los guerrilleros secesionistas angole?os de UNITA
La actual ofensiva surafricana contra territorio angole?o no est¨¢ protagonizada solamente por soldados de Pretoria. Junto a ellos, y, siendo utilizados como tamp¨®n de la frontera norte de Namibia, combaten los guerrilleros del movimiento secesionista Uni¨®n Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), cuyo l¨ªder es Jon¨¢s Savimbi.La guerrilla de UNITA, que opera fundamentalmente en el Este de Angola, est¨¢ Financiada b¨¢sicamente y apoyada log¨ªsticamente por el r¨¦gimen surafricano. Savimbi, su Jefe carism¨¢tico, afirma que dispone de veinte mil hombres perfectamente armados
Aunque muy discutida, la fortaleza de UNITA sigue siendo suficiente para mantener permanentemente interrumpida la l¨ªnea-f¨¦rrea de Benguela, arteria fundamental entre el cobre zaire?o de Saba y el puerto de exportaci¨®n de Lobito.
La Rep¨²blica Surafricana se vale de esta organizaci¨®n,- en la que se integraron numerosos cuadros del difunto Frente Nacional de Liberaci¨®n de Arigola, la organizaci¨®n que dirig¨ªa Holden Roberto, para mantener en un estado de virtual guerra civil extensas zonas del centro y el este de Angola.
La potencia militar surafricana, sin embargo, no precisa de auxilios para lanzar sus regulares ataques contra territorio angole?o o mozambique?o. Los especialistas coinciden sin reservas en que la m¨¢quina b¨¦lica de Pretoria no tiene rival en el continente.
La Rep¨²blica Surafricana tiene Una industria propia de guerra que, salvo excepciones, satisface casi todas sus necesidades. 85.000 hombres en servicio activo y, otros 250.000 en estado de semimovilizaci¨®n forman la espina dorsal de estas Fuerzas Armadas.
El Ej¨¦rcito de tierra, que absorbe la mitad del presupuesto militar, tiene desplegados unos 20.000 hombres a lo largo de los 1.500 kil¨®metros de frontera entre Namibia y Angola. Este es el escenario de las actividades del SWAPO, el movimiento guerrillero de Sam Nujoma, que, con sus 7.000 miembros, lucha por la independencia de Namibia.
Las Fuerzas Navales, calcadas de las israel¨ªes, est¨¢n formadas por barcos peque?os y, muy modernos, fundamentalmente fragatas lanzamisiles de menos de quinientas toneladas y m¨¢s de treinta nudos de velocidad. Africa del Sur, que ha renunciado hace tiempo a pretensiones oce¨¢nicas, mantiene con estos buques, adem¨¢s de tres fragatas y, tres submarinos-, una cerrada defensa de sus costas y de las de Namibia.
La Aviaci¨®n, provista fundamentalmente de aparatos franceses e italianos construidos bajo licencia, tiene m¨¢s de cien Mirages de diferentes tipos y no menos de treinta transportes de gran tonelaje. Las operaciones antiguerrilleras se hacen casi siempre con helic¨®pteros de ataque Puma y Alouette.
Y por encima de todo, de sus modern¨ªsimos ca?ones y obuses capaces de lanzar proyectiles nucleares, Sur¨¢frica tiene la bomba. Algo que es sistem¨¢ticanlente negado por sus autoridades, pero en lo que coinciden todos los expertos mundiales en armamento at¨®mico.
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