Una obra de guerra, s¨ªmbolo de paz
El Guernica es un cuadro b¨¦lico que Picasso mismo desarticul¨® al suprimir el pu?o levantado que originalmente hab¨ªa pensado introducir en ¨¦l. La entrada del Guernica en Espa?a deber¨ªa significar la liquidaci¨®n total y definitiva de la guerra civil y ser, por tanto, un motivo de regocijo colectivo. Pero el cuadro viene cargado de sobreentendidos, y lo que es peor, de malentendidos, que dificultan que su llegada tenga el sentido auroral que debiera tener, como lo dificulta el procedimiento que se ha seguido para su recuperaci¨®n. Que me ense?en un papel de Picasso diciendo d¨®nde quiere que el cuadro sea ubicado, y aun cuando yo discrepara de ¨¦l, acatar¨ªa su voluntad, porque de lo ¨²nico que no puedo disentir ni le puedo escatimar es su derecho a la libertad para disponer de lo que fue una creaci¨®n salida de lo m¨¢s hondo de sus entra?as. Mientras este escrito no aparezca, toda soluci¨®n me parecer¨¢ forzada y dirigida.Hay tres extremismos que atentan, en este momento, contra la esencia del Guernica: el extremismo de derechas, que es el de aquellos que ven todav¨ªa en el lienzo una obra exclusivamente roja o antifranquista, el extremismo de izquierdas, que lo quisiera izar para s¨ª como bandera ¨²nica y unilateral, y el extremismo de centro, cuando se convierte en centralismo y act¨²a todav¨ªa con la vetusta f¨®rmula de ordeno y mando. Por ahora, de democracia, nada. Pero esperemos a ver que se nos diga oficialmente a qu¨¦ debemos atenernos.
Las v¨ªctimas, vencedoras
Al tener noticia ayer por la noche de que el Guernica viajaba en avi¨®n para venir a Espa?a, en entresue?os se me hizo patente uno de los valores o de los s¨ªmbolos que yacen latentes en el cuadro. Sabido es que Picasso quer¨ªa darle al lienzo un contenido simb¨®lico, sintetizado en la confrontaci¨®n toro-caballo; pero que acab¨® eliminando los signos para darnos, de una manera directa y exclusiva, la visi¨®n de unos seres que sufr¨ªan a causa de la guerra. S¨®lo hay v¨ªctimas en el Guernica. Ninguna idea triunfalista asoma en ¨¦l. Pero de la misma manera que Picasso elimin¨® el puno alzado, que era tambi¨¦n un s¨ªmbolo, releg¨® uno de los personajes que primero. acudieron a su mente, que es el Pegaso. Pero estos personajes simb¨®licos seguiran persigui¨¦ndole durante quince a?os, hasta la realizaci¨®n, en 1952, de la Guerra y la paz, donde la confrontaci¨®n toro-caballo es sustituida por la confrontaci¨®n caballo-Pegaso. El Pegaso remonta a Sue?o y mentira de Franco y a los primeros esbozos del Guernica, y tiene en uno y otro lugar una significaci¨®n en la que es necesario insistir. En La paz, el Pegaso es un animal maduro y triunfante; pero en aquellos esbozos sale del vientre hendido del caballo agonizante que representaba al franquismo Lo cual quiere decir que para Picasso la regeneraci¨®n puede venir de nuestros propios adversarios. El universo humano de Picasso est¨¢ basado sobre valores abiertos. El Pegaso naciendo del caballo agonizante quiere decir que los elementos que nos han de regenerar pueden salir de los que nosotros consideramos corruptos. El criminal puede engendrar un santo, y viceversa. Creo que es meneste insertar esta idea en las nuevas ge neraciones.
Como dije antes, esta noche el Pegaso oculto en el Guernica le vant¨® el vuelo en mis sue?os, como si fuera ¨¦l mismo quien, con su propias alas, atravesara el Atl¨¢ntico con su mensaje de paz.
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