El humanismo de rostro social
( ... ) Lo verdaderamente nuevo es la mentalidad que hay tras las to¨ªnas de posici¨®n de este Papa: la vieja d¨ªal¨¦ctica que parec¨ªa igualar cristianismo a medios de propiedad privada y ate¨ªsmo a medios de propiedad p¨²blica o estatal queda aqu¨ª superada y desbordada. El problema se coloca en otra esfera. Hay casi una c¨ªerta indiferencia respecto a los sistemas econ¨®micos. Hay una obsesi¨®n por la persona, por el respeto al agente del trabajo y una valoraci¨®n de los sistemas no por sus visiones econ¨®micas, sino por su respeto o no respeto a esos valores personales. Se reconoce y defiend¨¦ el derecho a la propiedad privada pero este derecho se sumerge dentro del gran -derecho de todos a la -supervivencia y a la felicidad. Se acepta o se tolera el sistema de medios p¨²blicos de propiedad, pero se recuerda que nacionalizar esos medios no es socializarlos ( ... )Con todo ello, Juan Pablo II saca el problema de sus habituales ejes, traslada la pol¨¦mica a otras coordenadas. No entra en el viejo problema de si socialismo o capitalismo, aunque descalifique las formas r¨ªgidas de ambos sistemas. No trata de defender un capitalismo humanizado o un socialismo de rostro humano, sino lo que definir¨ªamos un humanismo de rostro social. Giran los valores. No se trata de endulzar los sistemas pon¨ªendo en ellos gotas de humanidad. Se trata de poner al hombre en el centro y de someter a ¨¦l los sistemas.Madrid, 16 de septiembre.
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