El estilo gaullista de Mitterrand fascina a los franceses
El presidente Fran?ois Mitterrand, en su primera gran confrontaci¨®n con la opini¨®n francesa, por medio de la conferencia de Prensa de anteayer, gan¨® una batalla y dej¨® otra pendiente: el hombre de Estado, de estilo gaullista, fascin¨® a sus conciudadanos, pero el presidente no ha vencido a¨²n la resistencia de los medios econ¨®micos y financieros a su pol¨ªtica. La cotizaci¨®n en la Bolsa de los principales valores franceses baj¨® ayer entre un 2% y un 6%, el franco tambi¨¦n se depreci¨® levemente.
"Mitterrand, un De Gaulle socialista", "Mitterrand es feliz y revienta de salud", expresiones semejantes se multiplicaban ayer en las primeras p¨¢ginas de la Prensa gala. A los franceses les gusta la gente ilustrada, con capacidad de seducci¨®n, h¨¢bil, tirando a p¨ªcara, m¨¢s o menos levemente autoritaria si es necesario y que, llegado el caso, suelta una parrafada para decir: "Aqu¨ª estoy yo".Mitterrand, por su parte, a diferencia de su antecesor, val¨¦ry Giscard d ?staing, conoce a sus franceses. Resultado: los mismos que hace tres d¨ªas hablaban del final del estado de gracia que le confiri¨® su elecci¨®n del pasado d¨ªa 10 de mayo, le han reconocido ahora un suplemento del mismo estado.
Tanto se le ha comparado a De Gaulle, por las formas y por la liturgia del ejercicio de su poder, que un respetado comentarista independiente crey¨® oportuno salir ayer al paso para dejar bien sentado que Mitterrand "no es De Gaulle, sino Mitterrand".
El "muro del dinero"
Otra historia es el ce?o fruncido de lo que el presidente volv¨ªo a calificar en su conferencia de Prensa como "muro del dinero". Los jefes de empresa, como los medios financieros, no quedaron satisfechos con las explicaciones, firmes y comprensivas a la vez, que ofrec¨ªo,Mitterrand sobre su pol¨ªtica econ¨®mica; en pocas palabras, el mundo de los negocios pide una econom¨ªa de mercado sin las trabas mitterrandistas, trabas que, en su opini¨®n, suponen las reformas de estructuras (nacionalizaciones y plan,esencialmente) y la fiscalidad, "que hiere de muerte al patrimonio empresarial".Pero estos mismos medios no han sido insensibles al argumento que el presidente esgrimi¨® repetidamente como uno de los instrumentos fundamentales de su pol¨ªtica: los siete a?os que va a estar en el palacio del El¨ªseo.
La Prensa menos severa con Mitterrand, como la que le apoya abiertamente, subraya que ha suprimido de su vocabulario la palabra socialismo, como ya hab¨ªa suprimido lo de "romper con el capitalismo". Esta franja importante de la opini¨®n ve en ¨¦l al "reinventor del radicalismo", el creador en Francia de "las reglas de juego de la democracia".
Su pol¨ªtica exterior, humanista para el director del diario independiente Le Monde (como su pol¨ªtica interior), si no consigue la unanimidad, tampoco despierta fobias importantes. Todo el problema de Mitterrand, en suma, es "el lenguaje de las cifras", que el primer ministro, Pierre Mauroy, en su reciente discurso de pol¨ªtica general en la Asamblea Nacional dijo que "ten¨ªa que ceder". Ayer, como todos los viernes, por temor a una devaluaci¨®n inopinada, el franco sufri¨® nuevos ataques. La convicci¨®n general es de que el reajuste de paridades del "sistema monetario europeo" no debiera retrasarse.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.