Ian Dury, cantando bajo la lluvia
lan Dury sali¨® con una escoba, barriendo, tal vez, el mal poso que en la fiesta del PCE hab¨ªa dejado la actuaci¨®n de Coz. Era viernes y todo el d¨ªa hab¨ªa amenazado lluvia, incluido un chaparr¨®n de pron¨®stico que debiera haber amilanado un tanto a los presuntos espectadores, que, sin embargo, llegaron a la Feria del Campo en n¨²mero de 13.000. Estaban previstas las actuaciones de Teddy Bautista y Pepe Robles, la de Coz y la de lan Dury. Pero ya en la del segundo grupo hubo su noticia. Un contingente numeroso de p¨²blico llen¨® de improperios tales como vendidos y otros similares a los m¨²sicos de raso, adjuntando una ligera lluvia de latas, que fueron contestadas con insultos desde el escenario.Por suerte, lo de lan Dury fue otra cosa. Fue uno de los dos o tres mejores conciertos que se hayan visto este a?o en Madrid, no digo el primero por no ser categ¨®rico. La m¨²sica era el t¨ªpico rock-funky (negroide) que Dury utiliza desde hace a?os con un acierto raro. Son buenas canciones, dignas de ser coreadas, como as¨ª sucedi¨®, con letras llenas de intenci¨®n y un espect¨¢culo que comenz¨® con unas bengalas que a poco queman el escenario, y sigui¨® con Dury enarbolando pa?uelos de colores atados a una escoba o con Wilko Johnson paseando por el escenario como una c¨¢psula de speed con guitarra.
Con todo, lo m¨¢s impresionante era el conjunto, el grupo, los Block Heads. Aquello sonaba demasiado bien, era la constataci¨®n de que se puede ser un m¨²sico fabulosamente dotado, y no por ello renunciar a la energ¨ªa y utilidad b¨¢sica del rock: mover el cuerpo, sentir placer en los o¨ªdos.
Tocaron todos sus ¨¦xitos, pero el punto m¨¢s intenso del concierto lleg¨® con una canci¨®n nueva, Spasticus Artisticus, en la que los instrumentistas, lan Dury, todo el mundo, se lanz¨® a un delirio pocas veces rese?able. Las improvisaciones de saxo, guitarras y teclados eran descargas de adrenalina. Bajo y bater¨ªa hac¨ªan saltar al lucero del alba. Poco antes de finalizar, la lluvia volvi¨® al lugar, pero ya daba lo mismo, ya hab¨ªa sido lo suficientemente bello.
Babelia
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