Las ruinas de It¨¢lica ser¨¢n el centro de un gran parque natural

Las ruinas de It¨¢lica, que los especialistas consideran la mejor muestra en todo el Occidente europeo de lo que es una ciudad imperial construida de una vez, andan camino de convertirse en la guinda cultural de un conjunto naturalista para recreo y esparcimiento de propios y extra?os. De paso, la nueva It¨¢lica podr¨ªa superar la incomprensi¨®n hist¨®rica de los vecinos de Santiponce, el pueblo sevillano en cuyo t¨¦rmino municipal se encuentra ubicada.

El milagro se va a obrar gracias a la iniciativa del Patronato de It¨¢lica, creado en noviembre de 1980 por el Ministerio de Cultura y la Diputaci¨®n Provincial y la colaboraci¨®n de Icona, Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del Guadalquivir y otros organismos oficiales, empe?ados en potenciar los atractivos de la patria chica de los dos primeros emperadores romanos oriundos de provincias: Trajano y su sucesor, Adriano.Fundada por Escipi¨®n el Africano dos siglos antes de Cristo para recreo de sus veteranos de guerra, It¨¢lica fue una importante ciudad, nunca terminada del todo, con amplias avenidas porticadas, aceras para peatones, un perfecto sistema de alcantarillado y desag¨¹es y los lugares de encuentro y ocio caracter¨ªsticos de Roma: termas, un teatro en el que han aparecido m¨¢s restos de la orchestra que en el famoso de M¨¦rida, y un anfiteatro capaz para m¨¢s de 20.000 espectadores. Su acueducto aportaba agua desde Escacena del Campo, a m¨¢s de cuarenta kil¨®metros de distancia. Las obras que se vienen realizando en su interior tienden a convertir a It¨¢lica en un gran parque natural con una ciudad romana en su interior. ?Nuestra idea es atraer hacia lo cultural mediante lo l¨²dico y recreativo, de modo que el visitante encuentre no s¨®lo un campo de ruinas interesantes, sino tambi¨¦n un gran parque regional que en vez de fieras tiene mosaicos y anfiteatro?, declar¨® a EL PAIS el arquitecto encargado de la restauraci¨®n, Alfonso Jim¨¦nez, que se ha hecho popular -hasta le piden aut¨®grafos por la calle- despu¨¦s de sus trabajos en la Giralda.

De este modo, familias enteras, escolares y curiosos en general dispondr¨¢n de ¨¢rboles con sombra, bancos, merenderos, un ¨¢rea de juegos romanos para el mundo infantil y todo aquello que pueda hacer m¨¢s apetecible la visita a unos restos arqueol¨®gicos que siempre se presentan ¨¢ridos en s¨ª mismos para determinados niveles culturales. Ya se han plantado palmeras, cipreses, encinas, olmos y pinos -que aguardan pacientemente el final de la sequ¨ªa-, y hasta se ha construido un lago artificial al norte del anfiteatro.

La revancha del pueblo

Pero esta especie de redescubrimiento de It¨¢lica tiene otra faceta no menos importante. Se trata del proceso de acercamiento a las ruinas por parte del pueblo de Santiponce. Hist¨®ricamente, los vecinos no han visto en It¨¢lica m¨¢s que una fuente de perjuicios y problemas y, algunos, una posibilidad de depredaci¨®n. Desde el relato de Cosme de M¨¦dicis, que asegura haber visto a los frailes locales destruyendo una estatua romana para hacer losetas, hasta el testimonio del propio Alfonso Jim¨¦nez que ha descubierto en las termas pruebais de haber sido excavadas para sacar s¨®lo ladrillos, hay una prolongada trayectoria de rapi?a. En Sevilla es vox p¨®puli que la mansi¨®n de una arist¨®crata est¨¢ repleta de mosaicos y esculturas extra¨ªdas de It¨¢lica.Contempor¨¢neamente, con la desaparici¨®n de Florentino P¨¦rez Embid, viene la revancha de Santiponce. Se construyen casas sin permiso alguno -el pueblo carece a¨²n de plan urban¨ªstico-, se invaden terrenos donde ten¨ªan lugar excavaciones, se rompe un d¨ªa s¨ª y otro tambi¨¦n la valla de separaci¨®n... Todav¨ªa en la campa?a electoral de 1979, los partidos de izquierda promet¨ªan, m¨¢s o menos, sembrar de patatas los terrenos de It¨¢lica si los votos populares les llevaban al Ayuntamiento.

Ahora las cosas han cambiado. ?Desde la constituci¨®n del Patronato, en el que est¨¢ integrado el alcalde de Santiponce, por lo menos se ha terminado el ataque diario entre It¨¢lica y Santiponce. Ahora los problemas se discuten y el entendimiento empieza a producirse ?, subraya un representante de la Diputaci¨®n. Y es que los vecinos comienzan a palpar las ventajas de contar al lado mismo de sus casas con un patrimonio hist¨®rico de esta entidad.

Por lo pronto, las obras han absorbido el paro en la localidad y, emplean diariamente a setenta obreros en el comunitario. Adem¨¢s, el reacondicionamiento de It¨¢lica crear¨¢ en el futuro algunos puestos de trabajo y atraer¨¢ a muchos m¨¢s visitantes que en la actualidad. Y su nueva imagen exige que las calles de acceso al teatro, por ejemplo -en pleno casco urbano de Santiponce-, est¨¦n pavimentadas y no llenas de casitas semirruinosas, garajes y vaquer¨ªas. Cierto que quedan muchos problemas por resolver, pero el camino ya se ha medio abierto.

Bot¨®n de muestra de esta renacida hermandad fue la comida casi multitudinarla celebrada recientemente con participaci¨®n de todos los que de alguna manera tienen que ver con las actuales obras. El men¨², potaje con pring¨¢, y el pretexto, el aniversario del nacimiento de Trajano. Como s¨ªmbolo de la uni¨®n, Pep¨ªn el Arriero, el m¨¢s veterano de los obreros de Santiponce en el comunitario, coloc¨® una corona de laurel sobre la estatua de Trajano, el espa?ol que m¨¢s tierras domin¨® en el mundo antiguo.