Cr¨®nica urgente
La ¨²ltima historia de Andrzej Wajda, m¨¢s que un relato de propia creaci¨®n, puede considerarse cr¨®nica de los ¨²ltimos acontecimientos pol¨ªticos de Polonia. Tras de su hombre de m¨¢rmol, este de hierro pertenece a una nueva generaci¨®n que se enfrenta a problemas parecidos o, por mejor decirlo, al mismo que sus padres conocieron en muy distintas condiciones. Centrada en la labor de un reportero de televisi¨®n al que se le encomienda la investigaci¨®n de la vida de un l¨ªder para poder desprestigiarle, las dos horas y media de su oscura labor se van, sobre todo, en narrar la g¨¦nesis y transformaci¨®n del pueblo polaco.Wajda ha utilizado im¨¢genes de pasados reportajes junto a las propias e incluso a personajes como el propio Walesa, unas veces de modo puramente documental, en consejos y manifestaciones, y otras como un actor m¨¢s, en la boda de los protagonistas.
El hombre de hierro
Director: Andrzej Wajda. Gui¨®n: Aleksander Scibor-Rylski. Fotograf¨ªa: Edward Klosinski. M¨²sica: Andrzej Zawadzki. Int¨¦rpretes: Jerzy Radiwilowicz, Krystyna Janda, Marian Opania. Polonia. Cine Luna.
La b¨²squeda constante, el inter¨¦s en la vida del l¨ªder intentando hacer presente el recuerdo del padre, la lucha entre dos generaciones, entre obreros y estudiantes hasta el ¨¦xito final, est¨¢ narrado, sin embargo, un tanto mec¨¢nicamente, tanto que el p¨²blico adivina f¨¢cilmente cada salto atr¨¢s, lo cual determina a la larga cierta monoton¨ªa. Sin embargo, el gui¨®n, por tratarse de una historia sin concluir a¨²n y vecina por muchas razones a nosotros, no deja de tener inter¨¦s. En ¨¦l est¨¢ contada al modo tradicional la aventura de la Polonia actual y, en cierta medida, parte de la historia de Occidente.
El trabajo del realizador es, si no brillante, como en otras ocasiones, adecuado al fin, lo cual, si bien se mira, no es poco. Su labor de cronista a trav¨¦s de archivos, actores, obreros y canciones seguramente no le permiti¨® ir m¨¢s all¨¢, y aunque ¨¦l mismo asegura que no sabe hasta d¨®nde el arte refleja la verdad, viendo su ¨²ltima obra se dir¨ªa que en ella haya sacrificado el suyo ante una realidad demasiado concreta.
La aventura tiene un doble final de desd¨¦n y esperanza. En tanto los obreros aplauden el compromiso firmado, los funcionarios del partido aseguran que el documento s¨®lo ser¨¢ papel mojado; un polic¨ªa pregunta al periodista arrepentido. ?Qui¨¦n cree que ganar¨¢? Es la misma que se hace el p¨²blico cuando aparece la palabra ?fin?. Esperemos que el mismo Wajda pueda contarlo en su pr¨®xima pel¨ªcula.
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