Reagan defiende la venta de aviones radar a Arabia Saud¨ª
La decisi¨®n presidencial de vender material militar a Arabla Saud¨ª por valor de 8.500 millones de d¨®lares (850.000 millones de pesetas), pendiente de la aprobaci¨®n del Congreso, y la esperanza en la recuperaci¨®n econ¨®mica, gracias al nuevo plan de recortes presupuestarios e impuestos que entr¨® ayer en vigor fueron los dos cap¨ªtulos principales de la cuarta conferencia de Prensa del presidente Ronald Reagan.Con voz mon¨®tona, pocas sonrisas y un aire ligeramente cansado, el presidente de Estados Unidos apareci¨® ante la Prensa por primera vez desde el pasado mes de junio. Sus declaraciones coincidieron con la entrada en vigor del nuevo a?o fiscal norteamericano y las medidas dr¨¢sticas que lo acompa?an en disminuci¨®n de ayudas sociales, eliminaci¨®n de puestos de trabajo en la Administraci¨®n -con desaparici¨®n de los ministerios de Energ¨ªa y Educaci¨®n- y desde el punto de vista postivo para todos los contribuyentes, rebaja del 5% en los impuestos directos.
La propuesta al Congreso para la venta de aviones AWACS, equiparados con un sofisticado sistema de control de radar a¨¦reo, y otro material b¨¦lico a Arabia Saud¨ª fue presentada por el presidente Reagan como ?necesario para nuestra seguridad y para defender los yacimiento de petr¨®leo de los que depende el mundo libre?.
La venta de esos aparatos ?no supone ning¨²n peligro para Israel, ni ahora ni cara al futuro?, a?adi¨®.
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Los AWACS llevar¨¢n tripulaci¨®n mixta norteamericana-saud¨ª como garant¨ªa para Israel
Viene de la primera p¨¢gina
El Congreso cuenta con treinta d¨ªas para aprobar o rechazar la propuesta presidencial. El secretario de Estado, Alexander Haig, y el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, defendieron las iniciativas del presidente Reagan ante la comisi¨®n senatorial de Relaciones Exteriores, entre cuyos miembros pro-israel¨ªes crece la oposici¨®n a la venta de nuevas armas a Arabia Saud¨ª.
El "paquete" de 1.500 millones de d¨®lares comprado por Riad a Washington, se desglosa en cinco aviones Boeing 707, equipados con modernos radares capaces de controlar desde el cielo cualquier movimiento de tropas o aviones enemigos en un radio de acci¨®n superior a los radares terrestres. Tambi¨¦n incluye seis aviones cisterna del modelo KC-707 para abastecer a los AWACS, un total de 1.117 misiles aire-aire y 101 dep¨®sitos suplementarios de combustibles, todo ello destinado a los aviones de caza F-15 con que cuenta ya el Ej¨¦rcito de Arabia Saud¨ª.
-Seg¨²n recalc¨® el presidente Reagan ante los periodistas, el programa de venta es "vital" para los intereses de EE UU en Oriente Medio. Contribuir¨¢, tambi¨¦n, a una soluci¨®n pac¨ªfica del conflicto ¨¢rabe-israel¨ª. Hasta 1990 los aviones AWACS contaron con tripulaci¨®n mixta norteamericana-saud¨ª, como garant¨ªa suplementaria para Tel Aviv de que no ser¨¢n utilizados contra Israel.
Varios periodistas reflejaron la inquietud de medios del Pent¨¢gono y del departamento de Estado, que consideran que, como ocurri¨® en Ir¨¢n tras la ca¨ªda del sha, los sofisticados AWACS pueden pasar a manos de revolucionarios. En caso de cambios pol¨ªticos en Arabia Saud¨ª, "no creemos que eso pueda ocurrir", dijo Reagan, a?adiendo que Estados Unidos no permitir¨¢ que nadie se apodere de los pozos de petr¨®leo de Arabia Saud¨ª.
En lo econ¨®mico, Reagan defendi¨® el programa de su Administraci¨®n, repitiendo que "los efectos no ser¨¢n instant¨¢neos". Para los pesimistas, que cada d¨ªa aumentan, especific¨® que "en ocho meses no se puede acabar con cuatro d¨¦cadas de errores", recalc¨®.
En un momento en que millones de norteamericanos pobres, ven disminuidas, desde ayer, sus ayudas sociales en cheques para comida, almuerzo en las escuelas, bolsas de estudios o subvenciones para la vivienda, los periodistas norteamericanos preguntaron a Reagan por la adquisici¨®n, por parte de su esposa Nancy, de un servicio de porcelana china, por valor de 209.000 d¨®lares (unos 20 millones de pesetas). Reagan consider¨® que no se puede calificar a su esposa de derrochadora, puesto que el costo ha sido sufragado por donaciones privadas o de empresas (que probablemente podr¨¢n deducirlo de impuestos), y que, la vajilla era necesaria, pues la existente en la Casa Blanca data de la ¨¦poca de Truman.
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