Calvo Sotelo quiere anunciar en Londres la apertura de la frontera con Gibraltar

Viene de primera p¨¢gina

El presidente Calvo Sotelo prepara un viaje oficial a Londres para el mes de diciembre, posiblemente para la secunda semana, para lo cual ya cuenta con la invitaci¨®n oficial de la primera ministra del Reino Unido. Margaret Thatcher. seg¨²n se ha sabido de fuentes diplom¨¢ticas bien informadas. El objetivo de esta visita a la capital brit¨¢nica no es otro que el de suscribir un compromiso pol¨ªtico hispano-brit¨¢nico al m¨¢ximo nivel ejecutivo para iniciar una negociaci¨®n oficial sobre la descolonizaci¨®n de Gibraltar y buscar soluciones definitivas sobre la soberan¨ªa del Pe?¨®n que reclama Espa?a y el mando de la base militar, que podr¨ªa quedar bajo control hispano-brit¨¢nico en el marco de la OTAN. Asiismo, ambas partes estudiar¨ªan en la negociaci¨®n una soluci¨®n auton¨®mica o una situaci¨®n especial para la poblaci¨®n gibraltare?a.

Hasta el momento, la negociaci¨®n oficial Madrid-Londres sobre Gibraltar, acordada en la primavera de 1980 por lord Carrington y Marcelino Oreja en el llamado acuerdo de Lisboa, ha permanecido bloqueada por una y otra parte. El Reino Unido exig¨ªa a Espa?a el previo levantamiento de las restricciones impuestas al Pe?¨®n y la apertura de la frontera, y Madrid ped¨ªa a Londres toda una serie de garant¨ªas pol¨ªticas y t¨¦cnicas, como la equiparaci¨®n en derechos de los trabajadores espa?oles que se desplacen a Gibraltar a los de cualquier otro pa¨ªs tercero o miembro de la CEE.

Asimismo, en Madrid se dudaba de la voluntad pol¨ªtica del Reino Unido a la hora de llegar al fondo de la negociaci¨®n gibraltare?a, que para Espa?a no tiene otro objetivo que la plena recuperaci¨®n de la soberan¨ªa del territorio, y esta duda imped¨ªa a las autoridades hispanas iniciar el levantamiento de las restricciones sin saber a d¨®nde conducir¨ªa la negociaci¨®n.

Ahora, ante la urgencia OTAN a la que se ven sometidos el Gobierno de Calvo Sotelo y su ministro de Asuntos Exteriores. Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca, Madrid ha urgido a Londres alg¨²n gesto pol¨ªtico que justifique el levantamiento de las restricciones, la apertura de la verja gibraltare?a y el inicio de la negociaci¨®n. Un gesto en el que, al parecer, no se podr¨¢n incluir las completas garant¨ªas de igualdad de derecho a los trabajadores hispanos que quieran ir a la Roca, porque aqu¨ª tienen mucho que decir los gibraltare?os, a los que el Gobierno brit¨¢nico no quiere dejar descolgados de este proceso.

Contrapartidas de Londres De todas maneras, se ha pensado en dos actitudes pol¨ªticas de Londres sobre el tema gibraltare?o, Y que tienen una fecha comprometida en el Parlamento brit¨¢nico. Se trata del debate que deber¨¢ abrir en sus sesiones de octubre la C¨¢mara de los Comunes sobre la ley de Nacionalidad Brit¨¢nica. Una ley que ya pas¨® por la C¨¢mara de los Lores y que (en plena emotividad por el viaje de los pr¨ªncipes Carlos y, Diana a Gibraltar en viaje de bodas) incluy¨® a los gibraltare?os como detentores de la nacionalidad brit¨¢nica. Ahora, el Gobierno de Margaret Thatcher, con su mayor¨ªa en los Comunes, podr¨ªa rectificar este apartado de la ley, y oponerse a la concesi¨®n de la nacionalidad brit¨¢nica a los ciudadanos de Gibraltar, cosa que ser¨ªa bien vista por el Gobierno de Madrid.

El segundo gesto que se espera en la capital espa?ola se refiere a la discusi¨®n que los Comunes deber¨¢ celebrar tambi¨¦n sobre el informe que la Comisi¨®n de Asuntos Exteriores de esta C¨¢mara realiz¨® el pasado verano sobre el problema de Gibraltar tras una visita a Espa?a. En este informe se incluyen posiciones muy favorables a las tesis espa?olas -como el no reconocimiento de la soberan¨ªa brit¨¢nica sobre el istmo del Pe?¨®n, la posibilidad de articular la autonom¨ªa gibraltare?a en la Constituci¨®n espa?ola, la viabilidad econ¨®mica, el derecho de los trabajadores hispanos y la utilizaci¨®n conjunta de la base militar-, que se reflejan en las conclusiones finales del documento. En Madrid se espera que el Gobierno acepte tales conclusiones tambi¨¦n como prueba de su voluntad pol¨ªtica y a pesar de que ello constituye un handicap en la negociaci¨®n descolonizadora, que deber¨¢ conducir el Foreign Office, ya que elimina muchos de los argumentos brit¨¢nicos frente a los espa?oles.

En opini¨®n de la parte espa?ola, estos dos gestos, que tampoco tienen demasiada importancia y alcance, que ninguno de los dos causar¨¢ a Londres mallores problemas si obtiene a cambio el levantamiento de las restricciones a Gibraltar, ayudar¨¢n al Gobierno de Madrid a presentar ante la opini¨®n p¨²blica la apertura de la verja de la Roca y el inicio negociador y, en consecuencia, a tapar y cubrir la operaci¨®n OTAN de Calvo Sotelo.

La aut¨¦ntica garant¨ªa pol¨ªtica de que se inicia un camino hacia la recuperaci¨®n de la soberan¨ªa de Gibraltar ser¨ªa una declaraci¨®n p¨²blica del Gobierno brit¨¢nico en este sentido y poniendo por delante su voluntad pol¨ªtica a los compromisos que tiene contra¨ªdos con Gibraltar. Esto, en opini¨®n de medios pr¨®ximos al palacio de Santa Cruz, no se va a conseguir, y, por ello estos medios temen que el Gobierno, sumergido en la urgencia OTAN. haga concesiones al Reino Unido y entre en un proceso negociador ilimitado y sin garant¨ªas claras de conclusi¨®n final. Se teme, en definitiva, que Londres aproveche esta urgencia atl¨¢ntica para conseguir el fin de las restricciones a cambio de casi nada.

Calendario de adhesi¨®n a la CEE

En medio de toda esta ofensiva diplom¨¢tica de urcencia, que intenta controlar el ministro P¨¦rez-Llorca, est¨¢ el tema de la cumbre europea o Consejo Europeo de Londres, que reunir¨¢ en la capital brit¨¢nica el d¨ªa 26 de noviembre a los jefes de Estado y de Gobierno de la CEE. Una reuni¨®n esta muy importante por la crisis interna de la Comunidad en los planos financiero y agr¨ªcola, y en la que Francia deber¨¢ descubrir las verdaderas intenciones europeas del Gobierno de Fran?ois Mitterrand. Entre ellas estar¨¢ el tema de la ampliaci¨®n de la CEE hacia la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, aunque Espa?a desea que esto no quede en las consabidas declaraciones pol¨ªticas de ¨¢nimo e intenci¨®n. Para ello, Madrid ha pedido a la presidencia brit¨¢nica y a varias canciller¨ªas europeas (el secretario de Estado para Europa, Raimundo Bassols, concluy¨® hace d¨ªas una gira por las diez capitales comunitarias) que la cumbre suscriba la fecha del 1 de enero de 1984 como el d¨ªa de la adhesi¨®n de Espa?a.

Esta fecha ha sido recoiiocida por varios Gobiernos europeos, as¨ª como por la Comisi¨®n Europea, pero nunca por el ejecutivo de la CEE a su m¨¢ximo nivel, como ahora se pretende. Como siempre, Francia es el pa¨ªs m¨¢s reticente, y por ello el Gobierno espa?ol ha iniciado toda una serie de gestos de acercamiento al pa¨ªs vecino, como el anuncio de la tramitaci¨®n urgente en las Cortes del impuesto sobre el valor a?adido (IVA).

En todo caso, esta triple operaci¨®n OTAN, CEE y Gibraltar va a tener un calendario propio muy apretado y dif¨ªcil de entroncar. La cumbre estar¨¢ prevista para finales de noviembre; el Consejo Atl¨¢ntico, que invitar¨¢ a Espa?a a Ia adhesi¨®n a la OTAN, para primeros de diciembre, e inmediatamente despu¨¦s el viaje de Calvo Sotelo a Londres, si todo va como Madrid desea.

Asimismo, todo esto obligar¨ªa, a principios de 1982, a Espa?a a debatirse en cuatro negociaciones internacionales muy importantes a la vez: la de adhesi¨®n a la CEE; la de articulaci¨®n hispana al sistema defensivo de la Alianza, seg¨²n el deseo del Gobierno; la de Gibraltar, y la de la renovaci¨®n del acuerdo bilateral Madrid-Washington, que deber¨¢ quedar concluida en mayo del a?o entrante.

Y mientras tanto, la oposici¨®n, y en especial su primer partido, el PSOE, incapaces de reaccionar y de seguir informativamente la actividad exterior del Gobierno.