El valiente capit¨¢n

En el editorial de su peri¨®dico del d¨ªa 29 de septiembre ¨²ltimo, Ofensas al Rey, se permite usted verter una serie de afirmaciones a las que no puedo por menos que replicar. Parte de esas afirmaciones puedo considerarlas como opiniones personales suyas, que, naturalmente, como todo ciudadano, tiene derecho a expresar. No voy, a defenderme de ellas, pues de eso se encargar¨¢ la justicia cuando se celebre el consejo de guerra.Pero en el ¨²ltimo p¨¢rrafo de su editorial se atreve usted a llamarme delincuente y cobarde u eso no puedo aceptarlo como tal opini¨®n, sino como insultos a mi nombre y a mi honor.

Se?or Cebri¨¢n, usted cuenta con unas armas, su pluma y su peri¨®dico, a las cuales yo no tengo acceso, en primer lucar porque no soy escritor, y en secrundo lugar, porque el peri¨®dico no es m¨ªo. Usted emplea su diario como burladero para insultar a quien le parece bien sin tener que arriesgar el tipo.

Pero, se?or director, yo tambi¨¦n tengo mis armas, y le reto, le desaf¨ªo a que venga al lugar de donde yo no puedo salir y, me llame a la cara cobarde. Le demostrar¨¦, se?or Cebri¨¢n, su error; le demostrar¨¦ que el cobarde es usted.

Espero que mis superiores, a los cuales usted ha insultado en tantas ocasiones, no le pondr¨¢n ning¨²n inconveniente para que pueda venir a verme.

A su disposici¨®n,

Capit¨¢n de Infanter¨ªa en situaci¨®n de prisi¨®n preventiva. Servicio Geogr¨¢fico del Ej¨¦rcito (Campamento). .

Nota: Deseo que esta carta, si es posible, sea publicada en su diario.

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