Conato de rebeli¨®n integrista en Egipto en v¨ªsperas del entierro de Sadat
ENVIADO ESPECIALTropas paracaidistas egipcias, pertenecientes a las fuerzas especiales de la polic¨ªa, tuvieron que ser lanzadas anoche sobre la localidad de Asyut para acabar con el conato de rebeli¨®n protagonizado por grupos armados de integristas, seg¨²n informaron fuentes fidedignas. El primer ministro de Israel, Men¨¢jem Beguin, y el jefe del Gobierno espa?ol, Leopoldo Calvo Sotelo, figuran entre las numerosas personalidades extranjeras que estar¨¢n presentes ma?ana en los funerales del rais, quien recibir¨¢ serpultura junto a la tumba del Soldado Desconocido. En el primer estallido de violencia despu¨¦s del asesinato del presidente Sadat, militantes integristas isl¨¢micos asaltaron ayer el cuartel general de las fuerzas de seguridad y una comisar¨ªa en la localidad egipcia de Asyut, situada a 450 kil¨®metros al sur de El Cairo, informaron fuentes oficiales. Despu¨¦s de rezar en las mezquitas, con motivo de la fiesta de Beyram (sacrificio del cordero por Abraham). los militantes fundamentalistas se apoderaron a las 14.30 horas de los dos edificios p¨²blicos, de donde acabaron siendo desalojados dos horas despu¨¦s. De madrugada segu¨ªan desarroll¨¢ndose combates callejeros en dos barrios de la ciudad, en los que, seg¨²n una fuente oficial, subsist¨ªan n¨²cleos de resistencia. La situaci¨®n era cada vez m¨¢s confusa, habi¨¦ndose confirmado la fuerte de varios polic¨ªas y manifestantes. El jefe del comando fundamentalista result¨® herido y est¨¢ detenido, seg¨²n inform¨® el Ministerio del Interior egipcio. Asyut. con 250.000 habitantes, es un foco tradicional del integrismo isl¨¢mico. y los Hermanos Musulmanes est¨¢n s¨®lidamente implantados en la universidad. El desencadenamiento de un ataque de gran envergadura por parte de los integristas demuestra que, a pesar de la dura represi¨®n que padecieron en septiembre y en, un pa¨ªs sometido a la ley marcial, est¨¢n en condiciones de pasar nuevamente a la acci¨®n, tan s¨®lo 48 horas despu¨¦s del asesinato de Sadat. Las autoridades egipcias revelaron ayer, oficialmente, que los autores del atentado de? pasado martes, que cost¨® la vida al presidente Anuar el Sadat. y a ocho de sus colaboradores, eran extremistas isl¨¢micos.Estas informaciones confirman los rumores propagados por los diplom¨¢ticos acreditados aqu¨ª y recogidos ayer por la Prensa cairota, que tambi¨¦n achacan la responsabilidad del atentado a extremistas religiosos, pero descartan que ¨¦ste formase parte de una conspiraci¨®n para hacerse con el poder o estuviese fomentado desde el extranjero. Pasa a p¨¢gina 3
Las autoridades egipcias presentan el atentado contra Sadat como un hecho aislado, ajeno al Ej¨¦rcito
Viene de la primera p¨¢gina
.Aunque los resultados de la investigaci¨®n iniciada a ra¨ªz del atentado s¨®lo se dar¨¢n a conocer en un plazo de 48 horas, el general Mahmud el Masri, jefe de la Guard¨ªa Republicana, afirm¨® ayer que el oficial del Ej¨¦rcito que dirig¨ªa el comando ten¨ªa un hermano entre los 1.536 militantes encarcelados en septiembre por preconizar la sedici¨®n confesional, casi todos ellos miembros de grupos isl¨¢micos fundamentalistas.
Butros Ghali, ministro de Estado para Asuntos Exteriores, declar¨®, por su parte, que el hermano de uno de los miembros del comando pertenec¨ªa a la Confraternidad de los Hermanos Musulmanes (secta integrista isl¨¢mica prohibida por el presidente Nasser), y que el terrorista, a su vez, mantuvo contactos con la Confraternidad.
En 1974, la Confraternidad intent¨® asesinar a Sadat y, tres a?os m¨¢s tarde, otra organizaci¨®n integrista, Takfir Wa Hejira (Arrepentimento y Lucha Sagrada) asesin¨® al ministro de Administraci¨®n Religiosa. Un tercer grupo religioso-pol¨ªtico, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Isl¨¢mico, preconiza tambi¨¦n la violencia como forma de actuaci¨®n.
Los cuatro hombres que atacaron la tribuna presidencial dispon¨ªan -seg¨²n el ministro de Defensa, Abu Ghazala- de fusiles autom¨¢ticos, granadas y bombas de humo. Uno de ellos result¨® muerto en el intercambio de disparos con la escolta presidencial, y los tres restantes sufren heridas de diversa gravedad, inform¨® el jefe de la Republicana.
Tres civiles y un militar
Aunque su identidad no ha sido todav¨ªa revelada, se sabe que tres de los autores del atentado eran civiles -uno de ellos oficial de reserva-, pero su jefe, que responde al nombre de Jaled, era militar con grado de teniente.
Ninguna informaci¨®n oficial ha aclarado hasta ahora c¨®mo tres civiles pueden -en un pa¨ªs en el que los servicios de seguridad tienen fama de ser eficaces- vestir uniformes militares, obtener la documentaci¨®n necesaria para desfilar, sumarse al cortejo con armas cargadas y subirse los cuatro en el mismo veh¨ªculo.
S¨®lo con complicidades en puestos claves a muy alto nivel es posible infiltrarse un desfile militar de tal envergadura, se?alan los observadores, que no descartan la repetici¨®n de hechos similares en los pr¨®ximos d¨ªas.
Las autoridades presentan, sin embargo, la acci¨®n terrorista del martes como un hecho aislado, en absoluto significativo de un estado de ¨¢nimo de la opini¨®n p¨²blica y menos del Ej¨¦rcito. Tanto el ministro de Defensa como los tres principales diarios calrotas, Al Ajram, Al Ajbar y Al Gomhuria, exculpan al Ej¨¦rcito, asegurando que los autores son "menos numerosos que los dedos de una mano, dentro de un Ej¨¦rcito que cuenta con medio mill¨®n de hombres".
El peligro de un posible atentado hizo, sin embargo, desistir al presidente norteamericano, Ronald Reagan, de desplazarse a El Cairo para asistir al funeral por Sadat, y parece confirmado que los expertos de la seguridad israel¨ªes aconsejaron tambi¨¦n a su primer ministro, Men¨¢jem Beguin, que renunciase a su viaje.
Por motivos de seguridad, la ceremonia del s¨¢bado, que concluir¨¢ con el entierro de Sadat muy cerca del lugar en el que falleci¨®, se desarrollar¨¢ en el barrio perif¨¦rico de Madiner Nasr, a quince kil¨®metros del centro, y no tendr¨¢, por tanto, el car¨¢cter multitudinario que revisti¨® el funeral del presidente Nasser, en 1970.
La comitiva oficial no cruzar¨¢ el centro de la capital egipcia, Iimit¨¢ndose a recorrer kil¨®metro y medio en coche dentro de Madiner Nasr, y menos de quinientos metros a pie.
Si en el centro de El Cairo la presencia policial es apenas superior a lo normal, el barrio perif¨¦rico donde tendr¨¢ lugar la ceremonia est¨¢ ya atestado de hombres uniformados, y s¨®lo los obreros que construyen el mausoleo que albergar¨¢ los restos mortales de las nueve v¨ªctimas del atentado deanbulan libremente por ¨¦l.
El ¨²nico consuelo para los responsables egipcios de la seguridad es que no tendr¨¢n que asegurar la protecci¨®n de casi ning¨²n dinatario ¨¢rabe, ya que s¨®lo tres pa¨ªses miembros de la Liga Arabe, Sud¨¢n, con el presidente Gaafar el Numeiry; Marruecos, con el primer ministro, Maatl Buabi, y el sultanato de Om¨¢n, estar¨¢n representados en el funeral.
Anoche, una multitud de integristas musulmanes atac¨® a varios miembros de la comunidad cristiana copta en un barrio cairota.
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