Ernts J¨¹nger

Hace algunos a?os ya, recuerdo haber hablado de Ernts J¨¹nger con Eugenio Gallego, quien estaba convencido de que acabar¨ªa siendo estimado en Espa?a "porque empezaba a despertar inter¨¦s en Francia". Ahora despierta el inter¨¦s incluso en Alemania, donde, durante tantos a?os, se le ha negado el pan y la sal, tras haber recibido el Premio Europa 1981. Con este motivo, el cr¨ªtico literario Rafael Conte publica en el suplemento literario de EL PA?S (4 de octubre) una cumplida noticia biogr¨¢fica del ilustre sometimiento. Al hablar de sus obras publicadas en Espa?a, Conte indica que la primera fue Sobre los acantilados de m¨¢rmol, aparecida en Destino, en traducci¨®n de Trist¨¢n la Rosa, en 1962. Es normal entre los cr¨ªticos de este pa¨ªs descubrir u ofrecer como novedades obras y escritores sobradament¨¦ conocidos.Lamento que el se?or Conte, a quien estimo por su sensatez y ecuanimidad, se haya apresurado con J¨¹nger. Tiene raz¨®n al afirmar que J¨¹nger es un escritor apenas conocido en Espa?a; se trata de un autor dif¨ªcil, y en la descripci¨®n de esa dificultad me parece que atina: "A la desilusi¨®n no sigui¨® la descripci¨®n de los horrores", escribe Conte en el art¨ªculo mencionado, "sino una imperturbable b¨²squeda de algunas raras, escasas y exquisitas, razones para sobrevivir, a pesar de todo, de tanta tragedia, de tanto autoenga?o, de tanto terror universal".

No obstante, nuestros padres tuvieron oportunidad de conocer a J¨¹nger tempranamente. Su primera obra, Tempestades de acero, aparecida en 1920, fue publicada en Espa?a por Ediciones y Publicaciones Iberia, de Barcelona, en traducci¨®n de Mario Verdaguer, en 1930, existiendo una segunda edici¨®n popular con fotograf¨ªas de 1931.

Dos ediciones en un a?o revelan que, cuando menos, alg¨²n inter¨¦s debi¨® despertar J¨¹nger aqu¨ª al comienzo de los a?os treinta./