Leocadio Toledo,

alcalde centrista de la localidad de Arona, en la zona tur¨ªstica de Tenerife, se ha visto sorprendido por la iniciativa de los concejales de la oposici¨®n de su ayuntamiento, quienes en una moci¨®n de censura le piden que dimita, entre otras razones porque decidi¨® destinar de las arcas municipales un presupuesto para financiar la elecci¨®n de miss Espa?a 1981, que se celebr¨® en el vecino municipio de Adeje. La oposici¨®n considera que la inversi¨®n era injustificada, y se?ala que adem¨¢s se organiz¨® una comida el aire libre en la plaza del pueblo para agasajar a las participantes en el concurso ante los ojos de los vecinos del lugar, que tuvieron que contentarse con mirar, informa nuestro corresponsal Carmelo Mart¨ªn. Arona ha sido un ayuntamiento casi de ficci¨®n desde el momento en que su anterior alcalde dimiti¨® y debieron celebrarse numerosos plenos, presididos por el esc¨¢ndalo, para tratar infructuosamente de elegir al sustituto, pol¨¦mica que s¨®lo lograron zanjar los tribunales. Desde entonces, el fantasma de la dimisi¨®n ha flotado sobre la corporaci¨®n.