El Madrid remont¨® cuando sac¨® a Garc¨ªa Hern¨¢ndez
Buen partido en La Romareda, con dos equipos que buscaron el gol y pelearon con nobleza. El Madrid, con un centro del campo sin creador, tuvo su mejor argumento en el gran partido de su libero Gallego, que hizo su tarea y la de lanzador de la delantera. S¨®lo al final del partido, cuando Carcel¨¦n dej¨® su sitio a Garc¨ªa Hern¨¢ndez, el Madrid fue claramente superior. El Zaragoza jug¨® bien en todas las zonas, pero se vino abajo al final.La media, compuesta por Angel, Stielike y Carcel¨¦n parec¨ªa garantizarle al Madrid la seguridad de una buena contenci¨®n del equipo contrario en medio campo, pero le dejaba falto de un hombre con manejo de bal¨®n y talento suficientes para construir. Angel sec¨® formidablemente al mejor jugador del Zaragoza en esa zona, Se?or, un futbolista fino e inteligente, y no s¨®lo hizo eso, sino que contr¨ªbuy¨¢ al f¨²tbol de ataque cuando hizo falta y hubo oportunidad para ello. Stielike, que est¨¢ por debajo de sus mejores posibilidades, tuvo menos enemigo en G¨¹erri y sali¨® adelante con nota discreta, y Carcel¨¦n, sobre Amorrortu, se dej¨® ganar la espalda en el segundo gol del Zaragoza y fue nulo.
En cualquier caso, el Madrid, seg¨²n se lo hab¨ªa propuesto, comenz¨® conteniendo bien al Zaragoza, cuyos tres hombres punta, h¨¢biles con el bal¨®n.en los pies y buenos cabeceadores, eran bien contenidos por los tres marcadores del Madrid en la defensa, auxiliados por Gallego, que estuvo oportuno en los cruces, sac¨® el bal¨®n siempre bien jugado y se apunt¨®, excelentes lanzamientos a la delantera, o a sus laterales cuando sub¨ªan. en apoyo del ataque, salvando as¨ª el vac¨ªo del f¨²tbol del medio campo. Pero, para desgracia del Madrid, todo su c¨¢lculo defensivo se vino abajo cuando en el minuto veintid¨®s Juanito se retras¨® tanto que puso a su marcador a diez metros del ¨¢rea del Madrid, para despu¨¦s dejarle recibir el bal¨®n y colarse sin inquietarle en nada. La entrada franca de Casuco se tradujo en el primer gol del partido.
Pero el Madrid ten¨ªa fuerza y moral para remontar el gol, y lo consigui¨® once minutos m¨¢s tarde, en una jugada trabajada que acab¨® en precioso cabezazo de Isidro. E incluso estuvo a punto de ponerse por delante en el marcador en el minuto cuarenta, cuando Gallego le coloc¨® a Santillana un pase de ensue?o desde cuarenta metros, dej¨¢ndole solo ante Irazusta, pero el disparo del delantero se estrell¨® violentamente en el larguero. De vuelta de esta jugada, Garc¨ªa Cort¨¦s entr¨® a destiempo a Pichi Alonzo y Ur¨ªzar decidi¨® ignorar el penalti e incluso amonest¨® al zaragocista, culp¨¢ndole de fingir una ca¨ªda que fue absolutamente aut¨¦ntica. A partir de entonces, ¨¢rbitro y Madrid tuvieron al p¨²blico en contra.
El primer cuarto de hora de la segunda parte fue lo mismo, pero el partido, cambi¨® cuando lleg¨® el segundo gol del Zaragoza, que puso de manifiesto la inutilidad de Carcel¨¦n en el campo, f¨¢cilmente rebasado en la jugada. Boskov le sustituy¨® por Garcia Hern¨¢ndez, y la gran calidad ofensiva de este jugador hizo que el Madrid se quedara solo en el campo. Apret¨®, lanz¨® a sus compa?eros como antes s¨®lo lo hac¨ªa Gallego, tir¨® a puerta, provoc¨® faltas e incluso un penalti claro, con cuyo indulto Ur¨ªzar trat¨®, sin conseguirlo, hacerse perdonar por el p¨²blico del anterior. El Zaragoza, acobardado, se reforz¨® atr¨¢s con la entrada de Casaj¨²s por G¨¹erri.
Con fuerza, f¨²tbol, deseo de riesgo y entrega en casi todos, el Madrid mereci¨® el empate, aunque ¨¦ste lleg¨® en un golpe de fortuna, porque la falta que dio lugar a ¨¦l no existi¨® y porque el tiro de Garc¨ªa Cort¨¦s sali¨® pifiado. Caso de haber empatado antes, el Madrid quiz¨¢ hubiera podido dar la vuelta al partido, pero no lo mereci¨®, porque la presencia de Carcel¨¦n en el campo hasta la ¨²ltima media hora supuso dar unas ventajas que luego pesaron. Como pes¨® la, nula colaboraci¨®n de Juanito al ataque, aunque esto parece haberse convertido ya en un h¨¢ndicap que el Madrid concede graciosamente a sus rivales, corno el billarista suficiente que concede varias bolas de ventaja.
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