Severiano y Nieto, campeones singulares
Severiano Ballesteros ha ganado el mundial Match-Play, en Inglaterra. Angel Nieto, homenajeado en Madrid, ha probado que tambi¨¦n puede ser un gran campe¨®n en las grandes cilindradas. En tenis, el Conde de God¨® no ha supuesto, como viene siendo habitual en los ¨²ltimos tiempos, un nuevo ¨¦xito para el deporte espa?ol. La selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol, el mi¨¦rcoles, juega un amistoso contra un equipo, Luxemburgo, que a lo m¨¢s que aspiraba hace unos a?os era a enfrentarse a nuestro equipo B. En la cara y cruz del deporte espa?ol volvemos a vivir de las individualidades.
Severiano Ballesteros ha vuelto donde sol¨ªa. Tras sus grandes triunfos en el Open brit¨¢nico y el Masters, ha pasado por una etapa irregular. Su gran calidad ha vuelto a hacer acto de presencia. Severiano empalma directamente con la generaci¨®n de los deportistas singulares. Con Seve -ex caddy- hemos vuelto a la etapa en que los ciclistas se entrenaban transportando jarras de leche o los tenistas se hac¨ªan recogiendo las bolas que echaban fuera los se?oritos. Severiano Ballesteros, como Santana y como Orantes, m¨¢s recientemente, tiene problemas f¨ªsicos. La espalda le juega malas pasadas y le hace sumirse en la mediocridad en algunos momentos. El genio reaparece cuando los hados le son propicios.Los deportistas espa?oles nunca han pertenec¨ªdo a laboratorios. Su formaci¨®n ha sido siempre heterodoxa. Por eso, luego tienen lesiones graves y el deseo de tomar un helado sobre el Tourrnalet o ser los ni?os mimados de una multinacional. Los grandes deportistas espa?oles se toman siempre la revancha siendo ¨ªdolos en el extranjero. A Seve le adoran en Inglaterra tanto como admiraron a Santana. A Bahamontes le glorificaron en Francia porque se content¨® con ganar la monta?a, y una sola vez el Tour, mientras Bobet llegaba tres veces de amarillo al Parque de los Pr¨ªncipes.
A Angel Nieto le homenajearon, el domingo, en el Jarama, junto a Ricardo Tormo, y para complacer a quienes iban a aplaudirlo se mont¨® en la m¨¢quina de la categor¨ªa reina. A Nieto siempre se le consider¨® campe¨®n de los pesos livianos. Nieto se hizo grande en el extranjero y en Espa?a a¨²n no ha terminado de convencer. A Santana le ocurri¨® algo parecido. Hasta que no triunf¨® en la Copa Davis solamente cuatro aficionados se dieron por enterados de que hab¨ªa ganado dos veces el Roland Garros. A Santan a se le vener¨® el d¨ªa en que una princesa inglesa le dio la copa de Wimbledon, en un ambiente lleno de emociones.
Severiano Ballesteros, el ¨²ltimo de nuestros campeones singulares, practica una de las disciplinas deportivas en las que Espa?a posee, en estos momentos, un buen n¨²mero de jugadores de aut¨¦ntica elite. Es en estos momentos uno de los deportes, ind¨ªvidual y colectiv ament¨¦, mejor dotados.
Al tiempo que Espa?a sube enteros en golf, ha bajado en tenis. Y en f¨²tbol se encuentra en una situaci¨®n de malandanza generalizada. El mi¨¦rcoles, en Mestalla, jugar¨¢ el primer equipo nacional contra Luxemburgo. Antes, contra selecciones como ¨¦sta, Espa?a opon¨ªa la selecci¨®n B. En Valencia, en el mismo escenario, los bes espa?oles no necesitaron gran esfuerzo para quedar bien. Y en aquella ocasi¨®n, el seleccionador hech¨® mano de varios jugadores del Valencia, por aquello de que as¨ª se calentaba el ambiente y cualquiera val¨ªa para salir del paso.
Luxemburgo tiene un tercio de los habitantes de la propia Valencia y sus jugadores, a los que hemos visto en alg¨²n encuentro de competici¨®n europea, no pasan de ser discretitos. La mayor¨ªa de los jugadores luxemburgueses comparte el deporte con otra profesi¨®n. No vale, pues, apuntarse al triunfalismo si el mi¨¦rcoles hay triunfo f¨¢cil.
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