Novillos saltarines para desprestigio de Chopera

Cuatro de los cinco novillos de Apolinar Soriano que se lidiaron el domingo saltaron la barrera, y el cuarto lo hizo dos veces. El otro, lo intent¨® otras dos. Cantaban su mansedumbre ya de salida -que era cuando pegaron los brincos y los sustos a la gente del callej¨®n- para que de ella no hubiera duda. Los espadas, debutantes -y, por tanto, inexpertos-, sufrieron las asperezas de este g¨¦nero y, al final, las culpas y el desprestigio fueron para el empresario.El Lupas, desde su atalaya del tendido 7, rompi¨® las hostilidades: ?A ver qu¨¦ hace la Diputaci¨®n con Choperaaa!?, ?iChopera, peor que Berrocaaal! ?, etc¨¦tera. Hombre, no, tampoco es eso. El Lupas, algo as¨ª como la voz de la conciencia de los aficionados, acierta casi siempre, pero creemos que en esta ocasi¨®n le sobr¨® artiller¨ªa. Dejando aparte que Chopera no tiene culpa de que los novillos, excelentemente presentados, salieran mansos, y reconociendo que el cartel del domingo era floj¨ªsimo, conviene recordar el contenido de la temporada madrile?a en su conjunto, que ha tenido inter¨¦s y quiz¨¢ ha sido una de las mejores de los ¨²ltimos a?os.

Ha habido tropiezos en su transcurso, por supuesto -sobre todo en varias de las corridas veraniegas-, queda mucho por mejorar y a¨²n por hacer, pero el primer a?o de gesti¨®n del nuevo empresario arroja saldos muy positivos y es prometedor. Lo que subyace, sin embargo, -y de esto deber¨ªa darse cuenta Chopera- es que contin¨²a sin satisfacerse la antiquisima aspiraci¨®n de los aficionados madrile?os de contar con una temporada m¨¢s larga, y a todos nos defrauda un poco que se d¨¦ cerrojazo a la actual, cuando podr¨ªa continuar hasta m¨¢s entrado el oto?o. Cierto que de aqu¨ª en adelante los festejos podr¨ªan producir p¨¦rdidas, pero la afici¨®n sospecha que la empresa ha tenido p¨ªng¨¹es ganancias y ser¨ªa justo que promoviera el espect¨¢culo, aunque fuera a costa de recortarlas un poco. El razonable canon que paga a la Diputaci¨®n seguramente permite este mecenazgo y a¨²n m¨¢s.

Despedida poco pol¨ªtica

En definitiva, no es pol¨ªtico despedir la temporada con una novillada modest¨ªsima, que por a?adidura sali¨® mansa. Los tres debutantes pasaron muchos apuros para lidiarla, porque el genio del ganado les apabullaba. A Juan Cubero se le vio sin recursos y con muy escaso valor. Roberto Bermejo estuvo voluntarioso y porfi¨® mucho a un novillo cobard¨®n de medio recorrido, y a otro violento. Abelardo Granada instrument¨® tres buenos derechazos al noble tercero, y luego se perdi¨® en el marasmo de las manoletinas, las espaldinas, los pases mirando al tendido, y parec¨ªa que no iba a acabar nunca. La estocada con que culmin¨® este interminable repertorio fue buena. En el sexto, que ten¨ªa genio, mulete¨® con mucho movimiento. Ninguno de los tres se luci¨® con el capote. Cubero y Bermejo banderillearon sin estilo. Y todos nos quedamos con las ganas de ver torear.