El congreso del PSOE aprobar¨¢ hoy la gesti¨®n de Felipe Gonz¨¢lez, con cr¨ªticas parciales a la direcci¨®n
El 29? Congreso del PSOE, que se inaugura hoy en Madrid, aprobar¨¢ la gesti¨®n desarrollada por Felipe Gonz¨¢lez como secretario general del partido durante los veinticinco meses transcurridos desde el anterior Congreso Extraordinario. No obstante, se esperan criticas parciales de cierta importancia a miembros de su equipo. La l¨ªnea y el liderazgo de Felipe Gonz¨¢lez cuentan con un consenso generalizado -excepto en el ala de izquierda-, pero se aprecia un incremento de la lucha por el control de la organizaci¨®n, quiz¨¢ acentuado por la proximidad de las elecciones generales y el eventual acceso al poder.
La sesi¨®n de cr¨ªtica a la direcci¨®n saliente constituye un term¨®metro importante de la opini¨®n de los delegados. Sin embargo, el sistema interno de representaci¨®n concentra en pocas manos la capacidad de voto en todas las cuestiones que se discutan en sesi¨®n plenaria, as¨ª como de elegir a los futuros dirigentes.De esta forma, uno de los portavoces, el valenciano Joan Lerma, puede arrojar en la urna el 14% de los votos del congreso, lo cual le otorga un poder importante y le obliga a una negociaci¨®n frecuente en el seno de su delegaci¨®n. Los delegados andaluces acuden esta vez divididos por provincias, aunque coordinados por Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla. Ambas personas, junto con el portavoz madrile?o, Joaqu¨ªn Leguina -que vota por el 8% de los afiliados del PSOE-, constituyen personas decisivas en la configuraci¨®n del poder interno del partido.
Los motivos de tensi¨®n para fijar qui¨¦nes deben ser los nuevos dirigentes dependen de la pugna entre los diversos grupos de intereses que acuden al congreso. La mayor¨ªa sobre la que se ha asentado el predominio de Felipe Gonz¨¢lez y Alfonso Guerra, desde el congreso anterior, es de base territorial; es decir, descansa sobre el hecho de que hombres muy identificados o apoyados por aqu¨¦llos dominan en las correspondientes federaciones regionales o provinciales, y mantienen sus posiciones gracias al funcionamiento del sistema mayoritario (en las elecciones internas)
"Criterio de capacidad"
Sin embargo, este mecanismo ha llevado a plantear alguna preocupaci¨®n a la propia direcci¨®n federal, ya que los dirigentes regionales concentran a veces una gran capacidad de decisi¨®n en sus manos. Este es probablemente el motivo de que, aun manteniendo la l¨®gica de los apoyos territoriales -sin los cuales la c¨®moda mayor¨ªa de Felipe Gonz¨¢lez quedar¨ªa en peligro-, el n¨²cleo de la direcci¨®n del PSOE se muestre dispuesto a utilizar otros criterios. En palabras de Alfonso Guerra, ?la pr¨®xima ejecutiva estar¨¢ encargada de preparar unas elecciones capitales, y quiz¨¢ de ganarlas y de dirigir el Gobierno de la naci¨®n; l¨®gicamente, hay que pensar ante todo en un criterio de capacidad, a la hora de montar la nueva direcci¨®n?. No obstante, Guerra reconoce que.?algo de territorial va impl¨ªcito, puesto que la direcci¨®n del partido depende de los votos?.
Distanciamiento de algunos "cr¨ªticos"
Desde sus respectivos domicilios, los principales dirigentes del ala de izquierda del PSOE contemplan las v¨ªsperas del congreso con cierta lejan¨ªa respecto a esas cuestiones, y al mismo tiempo con alguna esperanza de que se flexibilicen los r¨ªgidos mecanismos de representaci¨®n interna, que, seg¨²n sus declaraciones, es el motivo de que hayan decidido quedarse en casa. ?La actual direcci¨®n viaja mucho?, dice Luis G¨®mez Llorente, ?convendr¨ªa que se fijara un poco m¨¢s en lo que sucede en otros partidos socialistas; por ejemplo, que observara cu¨¢l es el grado de tolerancia que ha de aplicar el canciller Schmitd por mantener unido el enorme bloque de su partido?. Y Pablo Castellano dice que no piensa aparecer por el congreso ni como invitado: ?Para qu¨¦? ?Para aplaudir??.Hay s¨ªntomas de que el debate congresual puede ser m¨¢s vivo de lo que se cre¨ªa, aunque siempre en la idea de que el pragmatismo es la l¨ªnea deseable. A este respecto, Javier Solana no tiene dudas sobre el resultado global del congreso. ?Seguiremos en la misma l¨ªnea?, dice. ?De este congreso saldr¨¢ una oferta de cambio al pa¨ªs. Nosotros deseamos lo que en otro momento hemos denominado consolidaci¨®n din¨¢mica de la democracia, que implica un cambio en la relaci¨®n de fuerzas entre las clases y que transforme la estructura de la desigualdad. No podemos aceptar la frase que un importante miembro del Gobierno actual dijo a la salida del congreso de UCD en Palma: Se han acabado las reformas; hay que administrar lo que hay. Las reformas no han hecho m¨¢s que empezar, y sin ellas no habr¨¢ consolidaci¨®n del sistema democr¨¢tico en este pa¨ªs?.
Apertura del partido a la sociedad
El principal problema que tiene el PSOE como organizaci¨®n es el abrirse a la sociedad y evitar su conversi¨®n en un partido de notables, institucional, con el poder concentrado en muy pocas manos. Esa apertura es, a juicio de la secretaria de organizaci¨®n saliente, Carmen Garc¨ªa Bloise, necesaria para que el partido cumpla con el reto de abanderar la tarea de modernizaci¨®n de la sociedad. ?No se trata de presentar un programa de gobierno, sino de mostrar por d¨®nde podemos caminar para cambiar el rumbo de la sociedad?, afirma.El partido socialista, despu¨¦s de absorber a casi todas las dem¨¢s organizaciones que se reclamaban de esta ideolog¨ªa antes del 28? congreso -la ¨²nica excepci¨®n importante es el Partido Socialista de Andaluc¨ªa-, entr¨® en una serie de importantes reformas estructurales, que tal vez por coincidir con las convulsiones pol¨ªticas internas del momento pasaron m¨¢s desapercibidas.
La primera reforma de importancia fue la del propio sistema de elecci¨®n de delegados a los congresos, que si antes eran enviados directamente por las agrupaciones desde el Congreso Extraordinario pasan una elecci¨®n de segundo grado, con lo que la estructura provincial adquiere un papel decisivo en esta cuesti¨®n. En segundo lugar -aunque no en el orden de importancia-, el PSOE comenz¨® una tarea de federalizaci¨®n. Tambi¨¦n el sistema de apoyos y fuerzas del partido ha sufrido cambios importantes. En numerosas federaciones se ha visto, al consolidar las cifras de militancia, que ¨¦sta no era tan fuerte como se cre¨ªa, porque ?se confund¨ªa al militante de verdad con el simpatizante con ficha?.
De todas formas, el partido ha sufrido bajas espectaculares en ciertas zonas, como fue el caso de Arag¨®n, por cuestiones disciplinarias. Pero cuando todo el PSOE se estremeci¨® fue con el tremendo descenso de militancia que se produjo en el Pa¨ªs Vasco, una de las federaciones tradicionalmente m¨¢s fuertes e influyentes, y que a este congreso s¨®lo trae 37 delegados, tan s¨®lo uno m¨¢s, por ejemplo, que Extremadura.
En cambio, se encuentran, con sorpresa, zonas de fuerte implantaci¨®n, como es Castilla-La Mancha, que es el cuarto grupo, con 64 de legados. Actualmente, las zonas donde el PSOE encuentran sus principales apoyos son Andalucia, Valencia -donde parece haberse llegada a cierta estabilizaci¨®n- y Madrid. Catalu?a es un problema aparte, porque a¨²n hoy d¨ªa est¨¢ en proceso de integraci¨®n de lo que fueron dos partidos, que representaban incluso dos grupos sociales diferentes.
La emergencia como polos influyentes dentro del partido de es tas zonas puede conducir a un fen¨®meno viciado de federalizaci¨®n, como es la constituci¨®n de clientelas personales de l¨ªderes territoriales. La consolidaci¨®n de tal fen¨®meno cambiar¨ªa el juego pol¨ªtico en gran medida, ya que tal reparto del poder crea unas condiciones muy distintas de la situaci¨®n tradicional, en la que la direcci¨®n socialista estaba asentada en Madrid frente a un red de agrupaciones muy diluida territorialmente.
De cara al exterior, el primer problema del PSOE es buscar la manera de abrirse a la sociedad, como medio de captar militancia y cuadros, y de extender y consolidar su mensaje. Una idea que ya est¨¢ poni¨¦ndose en pr¨¢ctica es la formaci¨®n de grupos de trabajo socialista, que est¨¦n presentes en los asuntos que preocupan a la socie dad, como son los ecologistas o el movimiento ciudadano.
?No vamos a hacer centrismo?, afirma Carmen Garc¨ªa Bloise, sino que se trata de que esos grupos est¨¦n presentes en la sociedad y desarrollen la pol¨ªtica socialista seg¨²n sus afinidades. La idea es que estos grupos no se formen s¨®lo con militantes, sino tambi¨¦n con simpatizantes?.
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