Las distintas familias centristas se acusan mutuamente de la derrota gallega
El triunfo de Alianza Popular en Galicia ha supuesto un fuerte revulsivo para el partido del Gobierno, Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD). Los suaristas intentan justificarla derrota en base a que ?ha sido m¨¢s el Gobierno que el partido quien ha perdido las elecciones?; los socialdem¨®cratas repiten una y otra vez que ellos no han tenido nada que ver, ni en planificaci¨®n ni en participaci¨®n, en la campa?a gallega, y los democristianos, convencidos de que el fracaso centrista asevera sus posiciones, van a plantear la celebraci¨®n inmediata de un congreso extraordinario.
Mientras tanto, los liberales dicen que lo del congreso extraordinario carece de sentido si antes no se cambia el mecanismo de elecci¨®n de los delegados, y los seguidores de P¨ªo Cabanillas y los de Rodolfo Mart¨ªn Villa guardan, como siempre, un prudente silencio, en espera del desarrollo de los acontecimientos. La inquietud, la incertidumbre respecto al futuro de UCD e incluso la posibilidad de la ruptura interna son, sin embargo, denominador com¨²n en el an¨¢lisis de las familias centristas, y unos y otros esperan la reuni¨®n del Comit¨¦ Ejecutivo del pr¨®ximo viernes para ver c¨®mo han digerido la derrota y qu¨¦ consecuencias alternativas han podido sacar los dos hombres claves en UCD: Leopoldo Calvo Sotelo, presidente del Gobierno, y Adolfo Su¨¢rez, el hombre fuerte del partido.Los portavoces de las distintas corrientes ideol¨®gicas que integran UCD, coincidieron en una misma Pretensi¨®n: responsabilizar del fracaso a otra corriente que no es la suya y arrimar el ascua a su sardina; todos coinciden en la siguiente excusa: ?Eso ya lo dec¨ªamos nosotros. Si nos hubieran hecho caso, UCD no habr¨ªa perdido?. Los suaristas intentan justificar la derrota en base a que ?hemos tenido mala suerte con lo de la colza?, o por ?los malos vientos que corren para los Gobiernos, que est¨¢n perdiendo las elecciones en Europa?, pasado por recordar que ?el gran perdedor ha sido precisamente un democristiano, Jos¨¦ Luis Meil¨¢n?, o advertir que los gallegos ?han castigado la acci¨®n del Gobierno o la ausencia de ¨¦sta?.
En todo caso, los seguidores de Adolfo Su¨¢rez procuran quitarle importancia alegando que ?el electorado gallego es muy peculiar y lo ocurrido all¨ª no tiene por qu¨¦ repetirse a nivel nacional?.
Los socialdem¨®cratas, por su parte, marcan distancias ante el rev¨¦s gallego. ?La gente ha votado a la derecha coherente (AP), frente a la derecha incoherente?, aseguran, porque est¨¢n convencidos de que las listas electorales eran ?m¨¢s de derechas? que las del propio Fraga, ?con el agravante de que estaban llenas de caciques?. El ¨²nico socialdem¨®crata que acudi¨® a Galicia por su condici¨®n de gallego, el ex ministro Gonz¨¢lez Seara, s¨®lo ten¨ªa una obsesi¨®n: no salir en los peri¨®dicos. Es decir, no verse involucrado en lo que Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez ha calificado como ?planteamiento lamentable, que ha tra¨ªdo unos resultados muy l¨®gicos?.
Como un partido de f¨²tbol
Esta familia centrista le concede una importancia decisiva en las elecciones gallegas, en cuanto prueba electoral para toda Espa?a. ?El que UCD haya perdido en Galicia es como si el Real Madrid hubiera quedado uno a cinco con el Almer¨ªa jugando en el Bernab¨¦u?.
Los democristianos estaban ayer verdaderamente indignados. Su an¨¢lisis part¨ªa de que los votos del elector descontento de UCD ?no se han ido al PSOE, como dice Rafael Arias, sino a Alianza Popular, como venimos diciendo nosotros desde los debates de la ley del Divorcio?, dijo un destacado l¨ªder de esta tendencia.
"Bien", a?ade, ?a ver ahora qu¨¦ se inventan para no reconocer sus errores?. La m¨¢quina de perder elecciones en la que, en su opini¨®n, se ha convertido UCD ?se va a dar otro trastazo en Andaluc¨ªa, y nos quedaremos s¨®lo con parte de Extremadura y parte de Castilla?. Pero incluso esta suposici¨®n la pone en cuarentena: ??Qu¨¦ nos asegura que el comportamiento electoral de provincias como Salamanca o Zamora, cuya composici¨®n social es muy similar a la de Galicia, vaya a ser distinto? La derrota final de UCD, que los democristianos consideran inevitable si el partido no se modifica, podr¨ªa evitarse ?con la celebraci¨®n de un congreso extraordinario. ?Nosotros lo vamos a pedir?, afirm¨® el citado portavoz, ? inmediatamente ?, y en el caso de que los ganadores del congreso de Palma no est¨¦n de acuerdo, ?tal vez no nos quede otra opci¨®n que marcharnos, porque lo que no vamos a hacer bajo ning¨²n concepto es continuar en un partido que traiciona a quienes nos han votado, como se ha demostrado de manera dram¨¢tica en Galicia?.
Los liberales, m¨¢s remisos ante la idea de un congreso extraordinario, ?ya que, si los compromisarios van a ser los mismos, los resultados tambi¨¦n lo ser¨¢n?, est¨¢n m¨¢s por solicitar que el aparato del partido, ?controlado por Su¨¢rez, no est¨¦ a su servicio, sino al de un programa pactado entre las familias centristas?.
En este contexto de crispaci¨®n interna en UCD, Adolfo Su¨¢rez reflexiona, desde su despacho madrile?o, que su evidente gancho popular ya no basta por s¨ª solo para ganar unas elecciones; los diputados centristas Jos¨¦ Manuel Otero Novas y Ricardo de la Cierva est¨¢n en el punto de mira de m¨¢s de uno para llevarles ante el comit¨¦ de disciplina por una supuesta campa?a en favor de Alianza Popular, y el dirigente democristiano Oscar Alzaga subraya que el candidato de AP por, La Coru?a, donde el partido de Fraga ha experimentado el aumento m¨¢s espectacular, es ?un democristiano de toda la vida?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.