Alarma ecol¨®gica frente a la progresiva dispersi¨®n del vis¨®n americano
La reciente aparici¨®n del vis¨®n americano, especie animal no aut¨®ctona de Espa?a, en diversos puntos de Avila, Madrid y Segovia, sobre todo en las inmediaciones de los r¨ªos, pone de relieve la existencia de un grave problema ecol¨®gico que est¨¢ suscitando la preocupaci¨®n de numerosos cazadores y pescadores y, en general, de todas aquellas personas interesadas por el desarrollo arm¨®nico de las leyes que imperan en la naturaleza.El citado animal, mam¨ªfero perteneciente a la familia de los must¨¦lidos y poseedor de extraordinarias cualidades adaptativas, no parece haber encontrado, hasta el momento, ning¨²n tipo de obst¨¢culos que frenasen su dispersi¨®n geogr¨¢fica en el Guadarrama. Desde 1967, a?o en que presumiblemente se escaparon los primeros ejemplares de una granja sita en el t¨¦rmino municipal de El Espinar, en la provincia de Segovia, se han venido sucediendo las capturas, tanto por parte de cazadores y tramperos como por simples campesinos, cada d¨ªa en zonas m¨¢s distantes del lugar de origen, lo que, en cierto modo, certifica su ya patente incorporaci¨®n a las comunidades de animales salvajes de montes.
La verdadera repercusi¨®n de este nuevo eslab¨®n en las cadenas tr¨®ficas o en el cada d¨ªa m¨¢s alterado equilibrio ecol¨®gico es lo que actualmente atrae la atenci¨®n de un buen n¨²mero de ecologistas y amantes de la naturaleza. Seg¨²n el joven bi¨®logo abulense C¨¦sar San Segundo, perfecto conocedor de todo lo relacionado con la fauna de Avila y, en concreto, con el problema del vis¨®n, ?la existencia de visones americanos asilvestrados supone, te¨®ricamente, la clara interferencia en la vida de otros animales que ocupan nichos semejantes, como, por ejemplo, el tur¨®n, ocasionando su desplazamiento y posterior desaparici¨®n. Tambi¨¦n conlleva la posible eliminaci¨®n de las especies sobre las que depreda -micromam¨ªferos ribere?os, anfibios, reptiles y peces-, al encontrarlos como presas f¨¢ciles, o al especializarse en su caza, cosa que no suelen hacer sus competidores naturales. Es evidente que, de no ponerse remedio al problema de la forma m¨¢s r¨¢pida y eficaz posible, en unos a?os podemos encontrarnos ante situaciones dram¨¢ticas e irreversibles, comparables a las creadas por el hombre en el pasado, cuyas consecuencias a¨²n estamos pagando?. Estas declaraciones vienen a sumarse a las que aseguran que el vis¨®n americano ha acabado de una manera espectacular con las truchas del r¨ªo Moros, en Segovia. Seg¨²n el cazador Jos¨¦ Delgado, ?el desequilibrio ecol¨®gico producido por el mencionado carn¨ªvoro ha llegado a tal extremo, que el bosque ha perdido vida, dando la sensaci¨®n de hallarnos en una selva fantasmal creada por la ciencia-ficci¨®n?.
Para restaurar el equilibrio ecol¨®gico all¨¢ donde haya sido da?ado o para evitar, al menos, la diseminaci¨®n del mal hacia provincias lim¨ªtrofes, o incluso a toda Espa?a, se barajan varias teor¨ªas. Jos¨¦ Delgado es partidario de que tramperos y cazadores combatan la plaga por todos los medios a su alcance. ?Es el momento?, afirma, ?de que todos los cazadores, tramperos, autoridades y la empresa responsable de esta repoblaci¨®n negativa se pongan en marcha; la Administraci¨®n y la corporaci¨®n, premiando las piezas que se entreguen, y la empresa que ha industrializado el peque?o carnicero, que compre las pieles en sujusto valor, aunque no est¨¦n siempre en las debidas condiciones. Esta ser¨¢ la ¨²nica f¨®rmula para que los cazadores y tramperos procuren terminar con el vis¨®n y que vuelva la normalidad a estos bosques de robles y con¨ªferas?. Por su parte, San Segundo no opina del mismo modo. ?Hay que hacer un estudio exhaustivo?, afirma, ?costeado por el lcona o por la empresa responsable -no olvidemos que estamos ante un caso de evidente negligencia-, y llevado a cabo por aut¨¦nticos especialistas, que traiga un poco de lu¨ªa este asunto. Lo primero es localizar el animal all¨¢ donde se encuentre, tomando as¨ª conciencia de su ¨¢rea de distribuci¨®n y, por consiguiente, de la magnitud del problema. En el caso de que resultase necesario exterminarle, tambi¨¦n habr¨ªa que hacerlo mediante un riguroso control y con m¨¦todos que no afectasen a otras especies. Habr¨ªa que cazar selectivamente al vis¨®n, atrapando a los animales sin lesionarlos o matarlos. En ning¨²n caso se podr¨ªan utilizar escopetas o cepos -material utilizado normalmente por cazadores y tramperos-, por lo que esta parte ser¨ªa tambi¨¦n competencia de bi¨®logos o cient¨ªficos expertos?.
Por otra parte, el jefe del servicio provincial del lcona en Segovia, Alvaro Hern¨¢ndez, no cree que esta intromisi¨®n de los visones americanos sea perjudicial para la fauna de nuestros r¨ªos. ?Hasta ahora?, asegura, ?no tenemos noticias de que haya causado graves perjuicios a otras especies con las que convive. Si bien es cierto que es m¨¢s peligroso para las truchas que la nutria, en ning¨²n caso puede llegar a hacerlas desaparecer. Tampoco tenemos ning¨²n tipo de estudios en cuanto a su influencia sobre el medio, pero personalmente creo que no supone el m¨¢s m¨ªnimo estorbo para la riqueza pisc¨ªcola ni para el equilibrio ecol¨®gico de las zonas en las que hoy se desenvuelve?.
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