Lacan y Castilla del Pino
Si bien considero in¨²tiles ciertas discusiones, desear¨ªa en este caso, que se hiciera p¨²blica la posici¨®n de la Escuela de Psicoan¨¢lisis, representada en la oportunidad por mi nombre. A la deficiente cobertura informativa mostrada por la Prensa espa?ola en ocasi¨®n de la muerte de Jacques Lacan (al parecer, nadie ten¨ªa datos de archivo, las referencias bibliogr¨¢ficas eran equivocadas y los especialistas consultados no sab¨ªan de qu¨¦ estaban hablando) se suma el abuso de autoridad de un psiquiatra que desconoce el tema. Me refiero a Carlos Castilla del Pino, en la nota publicada en EL PAIS bajo el t¨ªtulo Jacques Lacan (secci¨®n La cultura, p¨¢gina 30, 16-9-1981).Quien haya le¨ªdo a Castilla del Pino -es mi caso- sabe que nunca sigui¨® a Sigmund Freud. Basta abrir sus Estudios sobre la depresi¨®n, Marxismo y psicoan¨¢lisis, Hermen¨¦utica y lenguaje, etc¨¦tera. ?A qu¨¦ viene eso de oponer Freud a Lacan para terminar postul¨¢ndose como el superador de ambos? Cuando digo abuso de autoridad me refiero a lo que esta expresi¨®n designa en l¨®gica: alguien sabe del tema A y por eso parece autorizado a decir algo sobre el tema B.
Castilla del Pino es un psiquiatra, pero nada sabe de psicoan¨¢lisis, al que no practica, al que teme, seg¨²n su propia declaraci¨®n. ?Por qu¨¦ el prestigio ganado en la psiquiatr¨ªa es usado en este caso para denigrar al psicoan¨¢lisis? Citar¨¦ sus razones: a) Lacan ya no est¨¢ de moda en Francia y tampoco en Italia; b) Si algo queda es por los argentinos que lo promueven en M¨¦xico, Espa?a, etc¨¦tera; c) Esto se debe a la actual conversi¨®n ? del producto cultural en manufacturado?; d) Los ?agentes de Tarrasa o Sabadell? envidiar¨ªan a los habilidosos (argentinos en este caso) vendedores de Jacques Lacan; e) Todo esto es, en el fondo, un problema de dinero.
Este es el n¨²cleo de razones sociales; luego siguen las te¨®ricas: a) Jacques Lacan era oscuro, de manera que produc¨ªa mediadores que lo explicaban. En su discurso todo era nada, como suele ocurrir en el galimat¨ªas de Hegel; b) Castilla del Pino afirma que Jacques Lacan dice que lo inteligible es psic¨®tico (lo que Jacques Lacan, por supuesto, no dice); c) En verdad, todo lo que hizo Jacques Lacan fue trasponer el signo de Sausoure (de paso se equivoca y dice que Lacan dice que la barra que separa a significante de significado es el deseo, cuando en realidad dice que es la represi¨®n).
Complejidad
El lector que tenga intenci¨®n de saber algo sobre Jacques Lacan debe olvidar las tonter¨ªas de Castilla del Pino y leer Escritos (Editorial Siglo XXI), Los cuatro conceptos fundamentales del psicoan¨¢lisis (Editorial Barral), Los escritos t¨¦cnicos de Freud (Editorial Paidos). Si lle franc¨¦s encontrar¨¢ que la obra de Jacques Lacan -m¨¢s de veinte seminarios a lo largo de treinta a?os- duplica en extensi¨®n y multiplica en complejidad la de Sigmund Freud. ?Qu¨¦ le puede importar esto a Castilla del Pino, cuando desea defender una tesis del joven Jacques Lacan, publicada en 1932 -cuando no sabia nada de psicoan¨¢lisis y ten¨ªa 31 a?os de edad-, donde nuestro autor era un psiquiatra (dicho sea de paso, el ¨²nico texto de Jacques Lacan que Castilla del Pino cita en su Manual de Psiquiatr¨ªa).Por otro lado, Castilla del Pino quiere defender a Karl Jaspers y la psiquiatr¨ªa fenomenol¨®gica, que por algo se dedic¨® en sus libros a resumir a P. Ricoeur (otro fenomen¨®logo cristiano que sostiene la vertiente hermen¨¦utica, para mayor saber del discurso del amo). ?Su vinculaci¨®n con la cl¨ªnica psiqui¨¢trica, es decir, su contacto real, no literario, con el psic¨®tico en las primeras etapas de su desarrollo profesional le marcar¨¢n profundamente como para distanciarle de la generalidad de los psicoanalistas?, dice Castilla del Pino sobre Jacques Lacan. Es falso, puesto que el vuelco de Jacques Lacan es su encuentro con la obra de Freud y que su ense?anza comienza en 1952 con Funci¨®n y campo de la palabra y del lenguaje en el psicoan¨¢lisis, que lo separa de los psicoanalistas por su retorno a Freud en un momento en que la Internacional Psicoanal¨ªt¨ªca oscila entre M. Klein y la psicolog¨ªa del yo de los norteamericanos.
?Sabe Castilla del Pino algo de Freud? As¨ª lo afirma: ?La lectura lacaniana de Freud es, para m¨ª, inadmisible, porque hace con Freud una suerte de negaci¨®n parcial del objeto-Freud, que oculta el profundamente viciado biologismo que padeci¨®?. Castilla del Pino, por su parte, le perdona la vida a Freud, su ?grandeza y servidumbre?, para proponer leer a Freud desde ?su enclave hist¨®rico?.
?No es lo que hizo Jacques Lacan al relacionar al psicoan¨¢lisis con las ciencias conjeturales mo dernas de la mismamanera que Freud lo hab¨ªa relacionado con las de su tiempo?
?Qu¨¦ dice Castilla del Pino? Que Jacques Lacan fue importado por argentinos, que est¨¢ envidioso (referencia a los agentes de Tarrasa o Sabadell) porque no tuvo nada que ver con eso y que espera que Jacques Lacan pase de moda para surgir en su ?enclave hist¨®rico?, donde las oportunas referencias al marxismo sostienen una hermen¨¦utica que de Jaspers a Ricoeur son tributarias de una lectura teol¨®gica del signo. ?Qu¨¦ es la historia m¨¢s all¨¢ del hecho de que existen personas cuya ¨¦tica les hace cambiar de discurso cuando se cambia de Gobierno?
El lector puede consultar ?El psicoan¨¢lisis de Franco? realizado por Castilla del Pino en la revista El Viejo Topo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.