Jesus no era un "currante"

Mi amigo desde hace tantos a?os, el padre Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªez-Alegr¨ªa, hace una cr¨ªtica, a mi art¨ªculo aparecido en ese peri¨®dico el d¨ªa 16 de octubre, sobre el hombre, y el trabajo, que quiero comentar brevemente sin ¨¢nimo de pol¨¦mica, sino de clarificaci¨®n. Jes¨²s de Nazaret no fue nunca un currante; fue desde su concepci¨®n el Hijo de Dios, nacido para hacer la voluntad del Padre, y la voluntad del Padre no fue la de que su hijo unig¨¦nito hiciera de carpintero, sino la de la salvaci¨®n del g¨¦nero humano. Esa fue su misi¨®n y a eso vino a la Tierra, y no a hacer puertas y ventanas, actividad puramente adventicia. Esa fue, en otras palabras, su empresa; porque la empresa no es s¨®lo la empresa econ¨®mica, tal como lo entiende el padre D¨ªez-Alegr¨ªa, sino que es "una acci¨®n ardua y dificultosa que valientemente se comienza", y nada m¨¢s arduo y dificultoso que la fundaci¨®n de la Iglesia que Cristo establece sobre la piedra de Pedro, configurando as¨ª la forma mon¨¢rquica, que es la de la Iglesia cat¨®lica romana.

Es una fundaci¨®n.que nace de la nada, entendiendo por nada no la nada metaf¨ªsica y absoluta, sino en su sentido corriente, de la carencia o escasez extrema de medios o re cursos. El padre D¨ªez-Alegr¨ªa recordar¨¢ que el Se?or no ten¨ªa d¨®nde reposar la cabeza y que los seguidores del fundador, los ap¨®stoles, eran unos pobres pescadores de agua dulce de uno de los rincones m¨¢s apartados del gran imperio romano.

En esa escasez, en esa nada, se funda la Compa?¨ªa de Jes¨²s, y la Orden Dominicana y la de san Francisco, que la empez¨®, f¨ªsica y no metaf¨®ricamente, desnudo de todo, y la de san Benito, y, en general, pr¨¢cticamente todas las fundaciones de ¨®rdenes y congregaciones religiosas, como sabe mejor que yo el padre D¨ªez-Alegr¨ªa.

Todas las empresas pol¨ªticas, militares, econ¨®micas, culturales o religiosas tienen esa misma estructura un empresario fundador que les da vida a costa de una acci¨®n "ardua y dificultosa" es decir, a costa de su propia vida, y unos seguidores que le secundan. Pero el padre D¨ªez-Alegr¨ªa cree que no hay m¨¢s empresas que las econ¨®micas.

El empresario es la clave de cualquiera de ellas, y, si se trata de las econ¨®micas, sigue siendo esa clave tanto si la empresa est¨¢ basada en la econom¨ªa privada como en la colectiva, a la cual, es decir, a esta ¨²ltima, es la primera vez que el magisterio de la Iglesia da carta de naturaleza, siempre que respete los derechos fundamentales del hombre.

El Papa habla del car¨¢cter creador que tiene el trabajo, y es indudable que ese trabajo de creaci¨®n es distinto en el momento fundacional que en el subsiguiente. Y esto quien menos lo puede ignorar es un Papa, es decir, el l¨ªder de la Iglesia cat¨®lica.

Est¨¦ tranquilo el padre D¨ªez-Alegr¨ªa; nada sufre el G¨¦nesis con lo que queda dicho. Ni Cristo fue un currante ni viene a cuento la cita del becerro de oro, y lo que s¨ª confirma el ¨¦xodo o liberaci¨®n del pueblo jud¨ªo es que no hay empresa humana, sea cualquiera su naturaleza, sin la figura de un l¨ªder, en este caso la maravillosa de Mois¨¦s que la encabeza.

Las cosas son as¨ª, querido padre D¨ªez-Alegr¨ªa, ?qu¨¦ le vamos a hacer!

Por respeto a su car¨¢cter sacerdotal y a su condici¨®n,de te¨®logo, la frase "Si, la imagen espec¨ªfica de Dios fuera el se?or Ferrer Salat, la CEOE ser¨ªa la imagen de la Sant¨ªsima Trinidad y yo tendr¨ªa que hacerme ateo, cosa a la que no estoy dispuesto", prefiero no comentarla porque creo cordialmente, que no es propia ni de un sacerdote ni de un te¨®logo/

embajador de Espa?a.