TVE, o la ¨²ltima crispaci¨®n
Si el cese, disfrazado de dimisi¨®n, del hasta ayer director general del ente p¨²blico RTVE no es la se?al inequ¨ªvoca de que las elecciones generales est¨¢n pr¨®ximas -m¨¢s pr¨®ximas de lo que los m¨¢s pesimistas podr¨ªan temer-, es que la contumacia en el error y la irres ponsabilidad de algunos pol¨ªticos es inagotable. Y si no es el desen cadenante final de la luz verde a las televisiones privadas es que lo vis ceral ha ganado una vez m¨¢s a lo racional en las decisiones del poder. Lo que, en cualquier caso, est¨¢ por encima de toda duda -y el paso del tiempo se encargar¨¢ de demostrarlo- es que el incidente constituye un nuevo factor de crispaci¨®n en la convivencia espa?ola, no tanto por lo que ha tenido de at¨ªpico en su gestaci¨®n, durante las ¨²ltimas semanas, como por lo que va a tener de desestibilizador en su explotaci¨®n partidista en los pr¨®ximos meses.Que la gesti¨®n del dimitido director general no s¨®lo no ha satisfecho a UCD y al PSOE, que "consensuaron" su nombramiento, apenas ser¨ªa una an¨¦cdota en relaci¨®n con la incomodidad y las reacciones adversas que ha provocado en amplios sectores de la sociedad espa?ola. Ni la profesionalizaci¨®n del medio ha logrado encubrir algunas depuraciones pol¨ªticas al m¨¢s viejo estilo, ni el reparto de poderes ha evitado las m¨¢s directas acusaciones de nepotismos y favoritismos injustificados. Pero al mismo tiempo, los problemas de fondo que la programaci¨®n de los espacios de entretenimiento y los contenidos de los informativos han planteado en la conciencia, la sensibilidad y los principios de algunos sectores socialel -quiz¨¢ excesivamente influenciables, "puritanos" o fariseos- no van a ser ni la mitad de graves que los problemas de forma y modo en que la crisis, larvada desde hace tiempo, ha alcanzado su desenlace, que no su soluci¨®n. (...)
, 24 de octubre.
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