Los analfabetos
Me lo pregunta un periodista en la entrevista nuestra de cada d¨ªa:-?Cu¨¢l es la meta de un escritor?
-Que le lean los analfabetos.
Porque los analfabetos se enteran, ya lo creo que se enteran, y si una democracia quiere ser una sociedad transparente, tiene que ser transparente hasta el fondo oscuro del analfabetismo. El joven editor Huerga, de Ediciones Libertarias, me da su ¨²ltima publicaci¨®n, un relato breve de Balzac. Balzac, he ah¨ª un escritor que lleg¨® hasta los analfabetos de su ¨¦poca, como entre nosotros Gald¨®s. Ha salido un libro que contiene nuestra Constituci¨®n en viejos y nobles caracteres de imprenta espa?oles (que naturalmente ha habido que ir a buscar a Estados Unidos, donde ahora est¨¢n saliendo hasta cuadros de Romero de Torres). Ilustran esta Constituci¨®n, con ancha libertad imaginativa, Alcorlo, Barjola, Caballero, Cuixart, Alvaro Delgado, Echauz, el Equipo Cr¨®nica (que con Franco era la gran subversi¨®n), Estruga, Garc¨ªa Ochoa, Genov¨¦s, Go?i, Guinovart, Jos¨¦ Hern¨¢ndez, Mir¨®, Lucio Mu?oz, Peinado, Gregorio Prieto, Saura, Sempere, Subirachs, Toral, Verdes, Zamorano, Zarco y otros grandes artistas espa?oles. He aqu¨ª, pues, una Constituci¨®n que se propone llegar hasta los analfabetos, hasta el hond¨®n ¨¢grafo de los sabios rurales con manta. Mientras el ministro de Educaci¨®n se decide a gastarse un duro en alfabetizar a alguien (muchos gitanos s¨®lo aprenden las letras por sacar el carn¨¦ de conducir), la democracia y la cultura tienen que hacerse entender incluso de los analfabetos.
No hay que dejarle los analfabetos a Robles Piquer, que los analfabetos son nuestros. Jacques Bruyne, de Amberes, Guy Theeten, de Bruselas, Ple?ade, de Par¨ªs, comunican conmigo en estos d¨ªas. Ple?ade ha sacado las obras completas de Garcia Lorca y en el estudio previo se alude reiteradamente a mi Lorca, poeta maldito (que obviaron los cr¨ªticos en su edad cr¨ªtica) como trabajo fundamental. Quieren que vaya a Par¨ªs a hablar del tema. Todos somos analfabetos respecto de otras culturas, de modo que el analfabetismo es un concepto relativo y s¨®lo la comunicaci¨®n total puede integrarnos en la aldea planetaria de McLuhan, como modelo pacifista que oponer a Reagan/Breznev.
?Y c¨®mo se traspasa la barrera del sonido de las consonantes intervoc¨¢licas y se llega a los analfabetos? Uno, por ejemplo, lo intenta haciendo a diario de hermanos Goncourt. Yo solo soy los dos hermanos, en manchego y en peor, pero el personal agradece el esfuerzo y lo lee a uno. Hay quien ha intentado escribir Sergio y Estibaliz, una Historia m¨¢gica de Espa?a. No digo que no sea otra manera de llegar a los analfabetos, pues que el libro se ha difundido. Pero de poco vale emparrafarse, queridos colegas, si luego sale la tele con sus telementiras, que son verdades a medias. Me doy un voltio por Prado del Rey y all¨ª me dicen que si Calvo Sotelo ha nombrado a Robles Piquer (una esmerilada sombra de los anta?os franquistas) es porque ni la uced¨¦ ni la telestatal tienen gente joven y ¨¦se es su dolor. Hay una crisis de juventud en la democracia joven de la derecha, que la juventud m¨¢s joven y rubeniana est¨¢ en lo libertario, como mi amigo Huerga, est¨¢ en la izquierda o pasa. El franquismo sociol¨®gico se va a acabar biol¨®gicamente, como Franco, por consunci¨®n. El gran trauma de Calvo Sotelo es no haber encontrado m¨¢s que un estigmatizado de las aperturas fraguistas para su apertura.
La noche en que llegu¨¦ al Caf¨¦ Gij¨®n yo cre¨ª que ven¨ªa a seducir acad¨¦micos, y luego uno va descubriendo que lo que hay que conseguir es que lo lean a uno los analfabetos. Aqu¨ª entre los marcianos inform¨¢ticos (dice que me van a poner uno en casa) y el se?orito, hemos llegado hasta los analfabetos. El peri¨®dico es el libro del analfabeto ilustrado: democracia.
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