La diplomacia de Francia
(...) Financiado, infiltrado, estimulado por Mosc¨², el movimiento pacifista gana poco a poco adhesiones en la Rep¨²blica Federal de Alemania, no s¨®lo en la izquierda de la socialdemocracia, sino tambi¨¦n en la juventud rebelde y en los c¨ªrculos pr¨®ximos a la Iglesia protestante; a¨²n m¨¢s, comienza a dar vueltas en la cabeza de hombres pol¨ªticos hasta el momento rebeldes a los arrebatos de la pasi¨®n. Las especulaciones de estrategia nuclear crean ocasiones o pretextos a la explosi¨®n de sentimientos que, en ¨²ltima instancia, expresan una voluntad apenas consciente: nosotros no queremos que nos defiendan, aceptamos el riesgo de caer bajo la dominaci¨®n sovi¨¦tica mas bien que el peligro, aunque sea m¨ªnimo, de una guerra nuclear. (...)El derrotismo al que no escapa el Reino Unido (la direcci¨®n del Partido Laborista se declara favorable al desarme unilateral), que se disfraza en pacifismo, sigue ahora en Francia a las declaraciones del presidente de la Rep¨²blica y del ministro de Relaciones Exteriores. Pero, sin preocuparse de la solidaridad gubernamental, los comunistas reaniman el movimiento de la paz, de memoria estalinista; la revista del CERES critica abiertamente el atlantismo del Gobierno.
Yo no creo posible ignorarlas dimensiones planetarias de la diplomacia sovi¨¦tica y al mismo tiempo confiar a Europa la resistencia al expansionismo sovi¨¦tico.
Sin duda, la diplomacia americana se inclina a menudo a encarar todos los conflictos a trav¨¦s del prisma deformador de la rivalidad entre el sovietismo y Estados Unidos (o de Occidente). Pero el ministro franc¨¦s no puede reprochar a Washington introducir esa rivalidad en Am¨¦rica Central. Cuba y Fidel Castro no ten¨ªan nada que ver al principio en el conflicto Este-Oeste, pero la Cuba de Castro pone sus tropas al servicio de la expansi¨®n sovi¨¦tica en Africa. No e! Washington quien ha creado la ligaz¨®n entre Cuba y Angola, sino los soldados cubanos. (...)
Mosc¨² no es responsable, evidentemente, de todos los problemas que tiene el mundo, pero nunca est¨¢ ausente. De ah¨ª el equivoco de un antisovietismo limitado a Europa.
3 de noviembre.
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