Contenci¨®n en los vol¨²menes de oferta
Las sesiones de bolsa celebradas ayer en los cuatro mercados de valores presentaron como caracter¨ªstica com¨²n un notable nivel de resistencia a la baja, centrada fundamentalmente en las repeticiones bancarias y en la abstinencia de los vendedores de valores industriales.La realidad es que si en alguna ocasi¨®n se ha podido hablar de que se concitaron los esfuerzos de todas las partes intesesadas en el mercado de valores, ese fue el d¨ªa de ayer. Las caras congestionadas de un buen n¨²mero de los m¨¢s cualificados especialistas eran buena muestra de los esfuerzos realizados para que los titubeantes inicios de la sesi¨®n en el mercado madrile?o no trascendieran al resto de la reuni¨®n.
As¨ª, los vendedores comenzaron a operar con una tremenda cautela a partir de los ¨²ltimos corros el¨¦ctricos, para que su presencia no ahogase lo que se planteaba como una sesi¨®n que podr¨ªa terminar presentando un balance discretamente positivo, que representase cuando menos un cierto freno al per¨ªodo de bajas incontinentes, que se hab¨ªa desatado tras las filigranas de la CEOE con el ANE, y que se vieron reforzadas con los problemas internos de UCD.
Eso s¨ª, las razones t¨¦cnicas primaron siempre, y las plusval¨ªas acumuladas comenzaron a resultar apetecibles de realizar coincidiendo, por pura casualidad, con uno de los momentos de mayor inestabilidad pol¨ªtica y social de los ¨²ltimos meses.
Pero, en fin, y volviendo sobre la realidad cotidiana del mercado, habr¨ªa que se?alar que las diferencias negativas que en esta ocasi¨®n reflejaron los ¨ªndices de algunas bolsas no se correspondieron con la realidad, especialmente con el ambiente que se respiraba al cierre de las reuniones, cuando casi todos los operadores a corto se volcaban demandando t¨ªtulos, especialmente del sector bancario.
Y esto es de alguna manera importante de se?alar. La mejora, que normalmente se extender¨¢ a las reuniones de hoy, tendr¨¢ un seguro de fallecimiento en un plazo corto de tiempo, quiz¨¢ el mismo martes se vuelvan a trastrocar las posturas, pero en cualquier caso vaya por delante la manifiesta voluntad de aclarar que por el momento se han interrumpido las bajas.
Las sesiones en s¨ª no tuvieron demasiada historia. Los d¨¦biles comienzos, con una mayor presencia de vendedores que de ¨®rdenes de compra, fueron fundamentalmente sufridos por los valores locales, en el caso de los mercados perif¨¦ricos, y por las el¨¦ctricas en la Bolsa madrile?a. Curiosamente hab¨ªan sido los valores el¨¦ctricos los ¨²nicos que mostraban algunos s¨ªntomas de reanimaci¨®n.
Una caracter¨ªstica que parecen apuntar las bolsas estos d¨ªas es que las operaciones a un d¨ªa pueden ser consideradas en algunos casos como "a largo plazo", dada la din¨¢mica vertiginosa con que viene trastroc¨¢ndose la tendencia. Este hecho da una clara idea de lo poco claras que tienen las ideas los inversores, y aqu¨ª habr¨ªa que hablar de los inversores institucionales, pues los operadores a corto lo ¨²nico que vienen consiguiendo es entrar siempre a contracorriente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.