Creado un consejo intergubernamental anglo-irland¨¦s

Los primeros ministros de Irlanda y del Reino Unido, Garret Fitzgerald y Margaret Thatcher, acordaron ayer en Londres la creaci¨®n de un consejo intergubernamental anglo-irland¨¦s que dar¨¢ una expresi¨®n institucional al car¨¢cter ¨²nico de las relaciones entre ambos pa¨ªses, seg¨²n se explic¨® en un comunicado al final de la cumbre.Cuando el a?o pasado Thatcher se reuni¨® en Dubl¨ªn con, Charles Haughey, predecesor de Fitzgerald al frente del Gobierno irland¨¦s, el comunicado conjunto habl¨® entonces de una revisi¨®n de "la totalidad de las relaciones entre las dos islas", consiguiendo as¨ª el Eire que se le reconociera una voz en los asuntos de Irlanda del Norte.

Ayer, los dos l¨ªderes hablaron de una mayor colaboraci¨®n entre ambos Gobiernos, "con una amplia composici¨®n" del consejo anglo-irland¨¦s. Se entiende que ¨¦ste estar¨¢ al principio formado por ministros y altos funcionarios, siendo ampliado con el tiempo a la esfera parlamentaria, con diputados del Eire, de Gran Breta?a y del Ulster.

La cumbre, calificada de "gran ¨¦xito" por ambos l¨ªderes en su primer encuentro oficial, no supone una r¨¢pida soluci¨®n al problema norirland¨¦s. Nadie lo esperaba. Pero ahora los fiscales generales de ambos pa¨ªses estudiar¨¢n nuevos m¨¦todos de lucha contra el terrorismo, y con car¨¢cter de urgencia se abordar¨¢ la construcci¨®n de un nuevo enlace el¨¦ctrico entre el norte y el sur de Irlanda. El Eire tiene el gas barato que necesita el Ulster, y ¨¦ste dispone de un exceso de electricidad.

Cinco horas de discusiones

Durante las cinco horas que dur¨® la cumbre, se discutieron temas de seguridad. Por la ma?ana, Fitzgerald hab¨ªa visitado a uno de los miembros de la guardia irlandesa brit¨¢nica, herido hace unas semanas en un atentado del Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s (IRA provisional) en Londres. Fitzgerald mostr¨® as¨ª p¨²blicamente su condena del terrorismo, a la vez ,que prosigue su cruzada para hacer el Eire m¨¢s atractivo para los protestantes del Norte, tratando de abolir la pena de muerte, legalizar el divorcio y suprimir los art¨ªculos de la Constituci¨®n de 1937 sobre la meta formal de una Irlanda unida.Por el momento, la reunificaci¨®n irlandesa no parece viable, en opini¨®n del Gobierno brit¨¢nico, que no est¨¢ dispuesto a llevar a cabo ninguna reforma constitucional en Irlanda del Norte sin el consentimiento de la mayor¨ªa, es decir, de los protestantes. Los unionistas m¨¢s intransigentes aprovechan estas cumbres para reafirmar su fe en la integraci¨®n del Ulster en el Reino Unido y criticar al Gobierno brit¨¢nico (curiosamente, siempre utilizan este ¨²ltimo calificativo, como si se tratara de un Gobierno extranjero) con gritos de "traici¨®n", como hizo ayer lan Paisley, al llevar a Margaret Thatcher una carta de protesta.

La cumbre del a?o pasado, rodeada de una bruma de ambig¨¹edad, despert¨® mayores expectativas que la de ayer. Entre las dos, Irlanda del Norte ha pasado por uno de los per¨ªodos m¨¢s tensos de su historia reciente, con los diez muertos en huelga de hambre, que sirvieron para que los pol¨ªticos volvieran a descubrir que esta regi¨®n exist¨ªa.