Siete millones de belgas acuden hoy a las urnas en medio de una grave crisis pol¨ªtica y econ¨®mica

Siete millones de belgas, incluidos cerca de medio mill¨®n de j¨®venes de dieciocho a veinti¨²n a?os, que figuran por primera vez en el censo electoral, acudir¨¢n hoy a las urnas para elegir los 212 miembros de la C¨¢mara de Representantes, 182 senadores y 720 integrantes de los consejos regionales y provinciales. La campa?a electoral se ha caracterizado por una marcada apat¨ªa de la poblaci¨®n y se espera que el voto en blanco -la Constituci¨®n belga obliga a votar- supere el 15%.

Los sondeos predicen un ligero retroceso de los democristianos flamencos, la fuerza pol¨ªtica m¨¢s importante de] pa¨ªs, el mantenimiento de los socialistas y un ligero aumento de los liberales. La inc¨®gnita ser¨¢ el aumento de los grupos ecologistas, que esperan recoger una parte del voto joven."La situaci¨®n antes era grave, pero no desesperada: hoy es desesperada, pero no es grave". Este juego de palabras, que se escucha frecuentemente en boca de pol¨ªticos y ciudadanos belgas, describe razonablemente, pese a la paradoja que contiene, el momento pol¨ªtico que atraviesa este joven pa¨ªs, nacido hace siglo y medio. La situaci¨®n, si no desesperada, es al menos muy inquietante desde el punto de vista econ¨®mico: B¨¦lgica tiene el ¨ªndice de paro m¨¢s elevado de la CEE (un 10% de su poblaci¨®n activa,) y muchos sectores productivos, entre ellos la siderurgia valona, atraviesan crisis de dif¨ªcil soluci¨®n.

Pol¨ªticamente el enfrentamiento entre las dos comunidades que integran B¨¦lgica (flamencos y valones o franc¨®fonos) se acent¨²a d¨ªa a d¨ªa hasta el extremo de que algunas voces, las m¨¢s radicales, hablan de "disoluci¨®n del Estado", mientras que la idea de una organizaci¨®n federal parece ganar adeptos. "Debemos ser el ¨²nico pa¨ªs del mundo -explicaba un comentarista de televisi¨®n- en el que los dos principales partidos que gobiernan el Estado responden s¨®lo ante el electorado de una de las dos comunidades".

Efectivamente, los democristianos flamencos, el CVP de Leo Tindemans, obtiene sus votos en Flandes (55% de la poblaci¨®n belga), mientras que el Partido Socialista franc¨®fono (PS) responde s¨®lo ante los valones (un 45% de los belgas). S¨®lo dos partidos, de los cerca de treinta que acuden a estas elecciones, el Partido Comunista y la Uni¨®n Democr¨¢tica para el Resto del Trabajo (UDRT), m¨¢s conocido como partido antifiscal, presentan una sola lista en todo el pa¨ªs. Ambos obtuvieron un solo esca?o en las pasadas elecciones.

Cinco gabinetes en 30 meses

Los enfrentamientos entre el CVP y el PS, que hasta ahora han estado condenados a gobernar en coalici¨®n, han provocado la ca¨ªda de cinco gabinetes en menos de treinta meses y cinco elecciones generales anticipadas en menos de diez a?os. Todo un r¨¦cord que, sin embargo, no ha impedido que se modificaran las estructuras del Estado ni que el pa¨ªs siguiera adelante. Por eso, dicen los belgas, la situaci¨®n "no es grave". Una y otra vez, los escrutinios electorales ofrecen resultados muy parecidos que obligan a buscar soluciones tambi¨¦n muy parecidas.En esta ocasi¨®n, sin embargo, se plantea un nuevo problema. Gracias a la reforma del Estado aprobada en 1979, el nuevo Parlamento deber¨¢ terminar de modificar la constituci¨®n y atribuir nuevas competencias a los consejos regionales. B¨¦lgica est¨¢ dividida en tres regiones: Flandes, Valonia y la aglomeraci¨®n biling¨¹e de Bruselas, la capital que pese a estar enclavada en plena zona flamenca se considera franc¨®fona.

Como siempre, es l¨®gico que el CVP alcance la mayor¨ªa en e? consejo flamenco, mientras que el PS se coloca en cabeza del consejo franc¨®fono. Dif¨ªcil le resultar¨¢ al CVP gobernar a nivel nacional sin tener a los socialistas sentados en la misma mesa. Pese a todo, un gabinete compuesto s¨®lo por los democristianos (flamencos y francofonos) y por los liberales (tambi¨¦n de las dos ramas) ser¨ªa la "soluci¨®n ideal" para el hasta ahora primer ministro, Mark Eyskens (CVP).

La posibilidad, sobre el papel y a veinticuatro horas de las elecciones existe. No es extra?o, pues, que los socialistas flamencos, encabezados por Karel van Miert, que integraban la coalici¨®n anterior estimen que sus colegas franc¨®fonos (que provocaron la crisis el pasado mes de septiembre) les han dado "una pu?alada por la espalda".